Tres años Después

Capitulo 🧣 10

La coordinadora nupcial ha dimitido sin previo aviso. Su primera tarea consistía en organizar una boda de pega. ¿Crees que podrías organizarla tú con algún empleado?

-¿Necesitas mi ayuda? -Nattawin contempló el rostro
Imperturbable de Mile.

-Desesperadamente, y no me importa suplicar. Te compensaré por el tiempo invertido.

Nattawin sintió un delirio al imaginarse a Keith arrodillado en gesto de súplica.

-El dinero no es problema. Es el hecho de que me pidas un Favor -estaría en deuda con Nattawin y ya empezaba a pensar en cómo podría pagarle-. ¿Por qué me lo pides a mí?.

-Porque tú ya has organizado una boda.

-Qué amable por tu parte recordarlo, PhakPhum.

-He visto de lo que eres capaz y eres la única que estaría a la altura de mis expectativas -los ojos color negro lo taladraban con la mirada.

-De modo que ahora mi capacidad para organizar bodas resulta una ventaja. Antes no te lo parecía tanto -Nattawin esperaba la Familiar punzada de ira, pero no llegó.

Necesitaba su ayuda para organizar una boda. Nada podría entusiasmarle más. Bueno, casi nada.

-No puedo cambiar el pasado, pero sí compensarte. Tus
deseos son órdenes -la mirada de mile se posó de nuevo en los pies desnudos que Natt se apresuró a enterrar en la arena.

-No te molestes -Nattawin no sentía el menor deseo de averiguar cómo pensaba compensarlo, bueno, quizás un poco sí-, te ayudaré, pero soy muy exigente y es difícil trabajar conmigo.

-No esperaba menos -mile se inclinó hacia delante-.
Gracias.

-¿Cuándo me necesitas? -casi sin aliento, Nattawin sintió la rodilla de Mile contra el muslo.

-Ahora mismo -el caramelo se fundía, hechizándolo.

-Te concedo una hora -Nattawin sentía arder la piel-. ¿Te bastará?

-Contigo y una hora puedo hacer maravillas.

-Seguimos hablando de lo mismo ¿verdad? -Nattawin se humedeció la lengua.

-Eso espero -mile le tomó la mano y tiró de el.

-Estupendo -contestó Nattawin con voz ronca mientras se echaba hacia atrás-. Dejaré el vestido en la habitación y me pondré los zapatos. Me reuniré con tu empleada en el vestíbulo.

-Le diré que te espere allí -él lo soltó, pero sin perder el contacto visual-. ¿Nattawin? Los dos sabemos que no hablábamos de eso.

Nattawin huyó a su habitación, donde llegó furioso y sin respiración.

Mile sabía cómo hacer vibrar su cuerpo. Ese hombre lo
aterrorizaba. El camino que desplegaba ante el no sería un camino de rosas.

Tenía graves problemas para comprometerse, y el no estaba dispuesta a arriesgar de nuevo su corazón. Jamás podría tener una aventura caribeña con Mile PhakPhum. Eran totalmente opuestos al respecto. A él no le
interesaba el largo plazo. A ella sí. Además, mile poseía
un esperma excepcional, capaz de saltarse cualquier control de natalidad y ya ni siquiera tomaba la
píldora. Lo único que funcionaría sería la abstinencia.

Afortunadamente Shayrie no estaba allí. Su hermana era capaz de leerle el rostro, y en esos momentos debía llevar escritas muchas cosas.

Mile esperó a Cara mientras escribía algunos mensajes para no parecer un adolescente al acecho de su amado.
En la playa, las chispas habían sido evidentes por ambas partes, aunque Nattawin fingiera lo contrario.
Pero él no tenía por qué fingir. El desfile le ocuparía durante las horas de trabajo, pero no había motivo para no relajarse después reavivando la vieja llama.

El sonido de sus botas anunció su llegada, aunque él ya lo había presentido mucho antes. La brisa marina le había revuelto los cabellos y se moría por hundir las manos en ellos.

El resto del vestíbulo desapareció. Solo estaba Nattawin.

-Aquí estoy -anunció ella.

Allí estaba. ¿Por qué no conseguía centrarse cuando lo tenía delante? ¿Sería el aire del mar?
Si seguía permitiéndole distraerlo de ese modo, iba a tener que dimitir de Sand & Surf Resort antes del anochecer. O también podría apartar su mente del escote de Nattawin se veía sus pequeños pechos de Doncel su cuerpo había cambiado después del embarazo se supone que el Doncel todo vuelve a la normalidad pero Nattawin tenía hermosos pechos torneaditos y unas caderas...
Debía comportarse como el profesional que aseguraba ser. La ayudante del gerente, una nativa con quince años de experiencia en hostelería, se acercó.

-Mary Kwane, te presento a Nattawin -anunció Mile-. Mary se ocupa del trabajo hasta que encontremos otra coordinadora de bodas.

-¿Qué experiencia tienes? -Mary le estrechó la mano.

-Organicé una boda en dos meses Nattawin sonrió.

-¿Para cuántos invitados?

-Para quinientos.

Mile lo miró perplejo. ¿En serio? Su respeto por
Nattawin aumentó. Lo había hecho todo estando Embarazado. Y sin su ayuda, Y por culpa suya no había podido disfrutar de ello. El estómago le dio un vuelco.
Era imposible compensarlo por lo sucedido.

-Os dejaré a ustedes para que platiquen.

Tras repasar con Elena el plan para contratar a una nueva organizadora de bodas, pasó una hora en su despacho, enterrado en el papeleo. En la sala contigua, Alice repasaba con dos empleados la larga lista de tareas, comunicándole sus progresos a través de un
chat. Tenía que olvidarse de lo hermoso y atractivo que era Nattawin, y del desafío que suponía. No había hecho nada para arreglar su metedura de pata y el rechazo de el no podía ser más claro.

Una alarma saltó en el móvil, aunque no la necesitaba. Era el Cumpleaños de su madre.

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