Tres años Después

Capitulo 🧣16

-No estoy de mal humor por eso -Nattawin hizo un mohín.

La puerta del cuarto de baño se cerró antes de que pudiera explicarle que había perdido tanto tiempo ayudando a mile que iba muy retrasado con los arreglos de los vestidos. Lo único que hacía soportable la situación era pensar que Diseños Nattawin Wattanagitiphat Chandler iba a ser conocido a nivel nacional. Su empresa era su familia y no estaba dispuesto a traicionarlo por sentirse atraído por el hombre equivocado.

De todos modos, shayrie se daría cuenta de la mentira. Desde luego iba retrasado con el trabajo, pero el mal humor se debía más al hecho de que no había abofeteado a mile tras el beso porque había deseado ese beso.
La organización de la boda de pega había sido
divertida y se había dejado llevar. ¿Quién podría resistirse a mile, el mar y una boda, todo junto?
Sin embargo, no era su boda y no se casaba con mile. Como la última vez.

La diferencia era que, aunque llevaría el vestido en el desfile sin casarse, tenía un negocio. Los arreglos que le quedaban por hacer eran más importantes para su futuro que una boda real.

-Paolo me comunica que hay una fiesta abajo -shayrie salió del cuarto de baño con el móvil en la mano-. Hans ha preparado un buffet y Mile invita a las bebidas. Vístete y vamos.

-Estoy ocupado -era un poco pronto para encontrarse de nuevo con mile.

-De eso nada. Necesitas alcohol, sexo y diversión. Y tienes las tres cosas a tu alcance, cielo -su hermana se vistió-. Al menos baja a comer algo. No quiero ir sola.

-No hay ninguna posibilidad de que tú estés sola en una fiesta con ese vestido.

-Me he traído el jumpsuit Gris floreado que tanto te gusta -

Shayrie sonrió traviesa-. Te lo presto, a pesar de lo mala que fuiste conmigo hace un rato por lo de los zapatos.

-Gracias -nattawin estaba conmovida ante el gesto de su hermana-. Te acompañaré, con el vestido sabes que me pongo tanto ropa de mujer como de hombre aunque mi favorita siempre será de mujer..

La lluvia no había remitido y a las hermanas les costó un buen rato cruzar el complejo con un paraguas pequeño para las dos. Cuando llegaron, la fiesta ya estaba en pleno apogeo. Paolo se acercó a ellas, marcando músculo bajo la camiseta, con dos bebidas. Le entregó una copa a shayrie mientras miraba con expresión de disculpa la mano vacía de Nattawin

-Gracias, adoro los Cosmopolitan -shayrie tomó un sorbito de la bebida rosa.

En realidad, lo que a shayrie le gustaban eran los martinis, cuanto más secos mejor. No había vuelto a probar nada que llevara sombrillita desde aquel fin de semana en Las Vegas del que seguía sin querer hablar.

-Toma.

Nattawin se dio la vuelta y encontró al innombrable con una copa de vino tinto. La aceptó con un asentimiento porque su estúpido corazón le había atado un nudo en la lengua.

El exquisito cabernet llenó su boca de un sabor celestial.

-¿Este es el vino que vais a servir a los clientes? -le preguntó cuando al fin pudo hablar. La botella era desorbitantemente cara.

-Solo a los que se alojen en la suite nupcial -él hizo
entrechocar la copa con la suya-. Pretendía insinuar que te gustaría explorarla conmigo, pero tu mente se quedó en el estómago. Una pena.

-Aún me queda vino en la copa -ella bebió otro sorbo.

La facilidad con que Shayrie se había liado con Paolo no le había puesto celoso no mucho al menos, pero de repente, Nattawin tuvo la sensación de haberse llevado el premio gordo. No era habitual que un hombre se fijara en los detalles, y a mile no se le escapaba ni uno.
Quizás debería agradecerle a su hermana el que lo hubiera convencido para ir a la fiesta. Era hora de relajarse y dejar de preocuparse si mile le alteraba los planes.

El jefe de animaciones del hotel reclamó la atención de todos. Se llamaba Mark, como la tormenta que se aproximaba, y alguien le había fabricado una corona de papel con la palabra «Huracán» escrita.

-¿Qué sucede? -susurró Nattawin-. ¿La lluvia es de la tormenta tropical?

No había consultado la predicción meteorológica y de repente sintió inquietud. La muestra no podría seguir adelante ¿o sí? Mile se inclinó hacia el, haciéndole cosquillas con su aliento y provocándole una extraña sensación en el estómago. Llevaba demasiado tiempo sin disfrutar de compañía masculina.

-Deja que yo me preocupe por la tormenta -le sugirió al oído con voz sensual-. Si hubiera algún problema, te lo diría.

-Necesito voluntarios para jugar al juego de los recién casados -anunció Mark, micrófono en mano - Dos parejas. Animaos. No tenéis que ser pareja de verdad.

Nattawin le dedicó una mirada de advertencia a Mile que respondió con una sonrisa.

-No se me ocurriría. Dejemos que otros tengan la oportunidad de fingir estar casados.

Mile se dejó caer en una silla y le dio una palmada al asiento contiguo. Dado que le había prometido no ofrecerse voluntario para el juego, Nattawin se sentó a su lado.

-Por cierto, estás impresionante con ese set Gris siempre te ha gustado la ropa femenina -le susurró él al oído..
"Y con semejante cuerpo de doncel pensó para si mismo"

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