Por supuesto no se había quedado para aclararlo.
Las piezas del dominó habían sido colocadas mucho antes. En su infancia.-Yo... no te lo merecías.
Había mucho más que decir, pero las palabras quedaron
atascadas en su garganta. Por primera vez en su vida no sabía cómo manejar la situación, la sensación de culpa.-No, no me lo merecía, pero me alegra que acabara así. De lo contrario, ya estaría divorciada.
-No es verdad. Me habría quedado a tu lado, por el bebé.
De igual modo que había decidido casarse con ella por el bebé. Había tenido la esperanza de que Nattawin y él terminaran por mantener una relación amistosa, un matrimonio amigable, como el de sus padres.
Nattawin tenía buenos contactos que le vendrían bien para su Imagen pública, y a cambio mile le daría su apellido. No quiso pensar en el bebé. No estaba preparado para ser padre. A pesar del inmenso dolor, había sido para bien.-Pues yo no me habría quedado a tu lado -nattawin suspiró-. No era la clase de matrimonio que deseaba. No habría salido bien. Eres un cretino de primera clase, pero me hiciste un favor marchándote.
Shayrie tenía razón, necesitaba dar por zanjado este asunto. A Mile se le formó un nudo en la garganta. ¿De dónde había salido este Nattawin? La Cara que él recordaba era completamente diferente a la que se apoyaba contra la pared del ascensor.
Tres años atrás había sido un chico divertido y coqueto, alguien con quien pasar el rato. Nunca había considerado su relación como algo serio, pero cuando le había anunciado el embarazo, la decisión de casarse con el había surgido lenta y dolorosamente.
El Nattawin que tenía ante él era una enigmática mezcla de fuerza, inteligencia y determinación.
-Dijiste que estabas enamorado de mí -mile se aclaró la garganta-. ¿Es eso cierto?
Nunca le había oído decir tal cosa, ni siquiera en las semanas previas a la boda.
-Creía estarlo, pero ya no -nattawin sacudió la cabeza-¿Durante todo este tiempo pensaste que nunca había estado embarazado? La de insultos que te dirigí por abandonarme tras sufrir un aborto. Mamá me habría lavado la boca con jabón.
-Natt, yo, lo siento -Mile carraspeó-. ¿Qué puedo hacer?
-Cometiste un error y te has disculpado. Suficiente.
-Para mí no.
-Lo siento, mile. Tú no decides. Ya te he perdonado.
Las palabras de Natt inundaron de calor el pecho de Mile. Perdón. Ofrecido sin más. Era un regalo jamás concedido, solicitado, ni deseado.
-Quizás esta semana no vaya a ser tan horrible como había temido -Nattawin se encogió de hombros.
Las luces del ascensor se encendieron, la cabina se puso en marcha y las puertas se abrieron al llegar a la planta baja. Nattawin dio un respingo al dar su primer paso sobre el suelo de mármol del vestíbulo.-¿Vas a poder andar? -mile le tomó la mano antes de que se cayera.
«Apóyate en mí. Esta vez no te dejaré sola».-El tobillo sigue en su sitio. Nada que no pueda arreglar una buena botella de vino.
-Esta noche te llevaré una.
En la mente de mile surgieron más preguntas. No estaba preparado para dejarlo marchar, pero tampoco para enfrentarse a esa marea emocional. Quizás más tarde, cuando hubiera asimilado toda la información.
Los ojos color café se detuvieron en las manos entrelazadas y de nuevo en su rostro. La mirada estaba cargada de un profundo misterio.-Cuando dije que esta semana no sería tan horrible, me refería a que iba a poder borrarte de mi mente sin un ápice de remordimiento Mile.
Nattawin se soltó y atravesó cojeando el vestíbulo en pos e una meta en la que él no estaba, ni debía estar, incluido. Sin embargo, no era hombre que tolerara ser ignorado. ¿Sería posible que Nattawin ya no persiguiera conseguir marido? ¿Qué había provocado un cambio así?.
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La semana cada vez se ponía más interesante.
Mile no volvió a ver a Nattawin hasta después de comer, cuando Marla Collins, la coordinadora de la muestra, convocó a todos los participantes para una reunión. Apoyado contra una mesa en la sala de conferencias, escuchó atentamente.Su mirada se posó en Nattawin, que susurraba algo al oído a su hermana. Sin duda estaría hablándole de él, aunque siendo empresaria, tendrían cosas más importantes que discutir aparte del Insensible hombre de pie al fondo de la sala.
A pesar de todos los asuntos que poblaban su mente, no había sido capaz de borrar la conversación mantenida en el ascensor. Durante tres años había vivido convencido de que Nattawin había intentado atraparlo a traición.
Mile había pasado página sin perder el sueño jamás.
El desfile tenía como única intención convencer a los mejores profesionales del negocio de las bodas, no exponerlo a una nueva realidad. Mile Phakphum no cometía errores.....🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚🧣👚
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Tres años Después
Roman d'amourNattawin era un Diseñador de ropa y trajes de novia además se sabía era Gay y Doncel con un cuerpo femenino hermoso tenía pechos caderas era un Doncel totalmente diferente.. Tres años después de que lo abandonara Mile PhakPhum en el altar, Nattawi...