Maleficios, elfos y ladrones

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Noviembre seguía su curso y las clases no cesaban, se acercaba el paron por navidad y el momento de contarle a los Weasley, el cambio tan significativo que Harry había tenido con respecto a la más pequeña de la familia, si cambio podía decirse a los besuqueos incesantes de Ginny y el, a los que se veían sometidos sus mejores amigos todas las mañanas en el gran comedor y, todas las noches en la sala común.

Ron les había avisado a Harry y Hermione, que Molly les había invitado a la madriguera para pasar las fiestas, aunque seguramente para los Weasley, Harry ya era uno más de ellos y considerando su más reciente y considerable apego tan íntimo, a un miembro de esa hermosa familia, nunca mejor dicho. Por supuesto la castaña siempre era bienvenida también.
Harry trataba de no pensar en eso, aunque a menudo sacaba toda su tensión en clase de Herbologia, ya que ahí los alumnos si que podían decir palabrotas cuando los agarraba de por sorpresa una tentácula venenosa.

La nieve cubría los campos verdes de las tierras altas y el frío azotaba el castillo con fuertes vientos gelidos que hacian rechinar los cristales de las ventanas del aula de pociones, materia en la que Harry seguía destacando, aunque evitando las invitaciones incesantes de Slughorn a otras reuniones del club de las eminencias.

Ginny y Hermione asistieron a las últimas dos que se habían celebrado desde la última vez, pero Harry decidió no ir más, para quedarse con Ron todas esas noches, no convenía agitar más el avispero y siendo que su mejor amigo había permitido su relación con su hermanita sin haberle bajado los incisivos de un puñetazo, el pelinegro se sentía muy en deuda con el.
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—Buen día para salir a Hogsmade— Decía Hermione esa mañana de sábado mientras, ataviada de su ropa más abrigadora, se sentaba junto a sus mejores amigos y Ginny (quien podia considerarse su mejor amiga)
en los bancos del patio empedrado.

Harry se alegro al saber días atrás, que las agradables visitas al único pueblo completamente mago de gran bretaña, no se habian cancelado, a pesar de los tiempos sombrios, aunque, las bajas temperaturas parecían querer desprendenderse de lo humanamente aceptable ese año, y la nevisca no cesaba, de manera tal que, una inmensa capa de niebla se expandia por todos los terrenos del castillo.

Bajo esas circunstancias, era quizá mejor idea quedarse en el gran comedor o tomarse un chocolate caliente junto a la chimenea de su sala común, pero por otro lado, no le diría que no a un día completo junto a Ginny Weasley en Hogsmade.

— Bien, vamos—Dijo Harry que usaba un suéter rojo tejido a mano por las dedicadas manos de la señora Weasley, y hablando de Molly, Harry también llevaba a su hija, la más pequeña, tomada de la mano y esta última con la sensación de caminar sobre nubes de algodón.

Los cuatro chicos llegaron a las puertas de roble del vestíbulo central. Filch ceñudo y desconfiado pinchaba a los alumnos con su sensor de ocultamiento
— Qué importa que saquemos del castillo, ¿Lo verdaderamente importante es lo que podamos introducir, no?— Soltó Ron sardonico, comentario que le valió por otro lado, otros muchos pinchazos más que causaron que tuviese el cuerpo adolorido cuando por fin salieron del castillo.

Caminaron el tramo percatandose de que a cada lado habían aurores, vigilando cada uno de los frentes, también pudieron ver impactados, lo que parecía un domo gigante cernido en derredor de las torres del castillo. Las pocas aves que volaban presurosas por ahí, rodeaban ínstintivamente aquella armadura que resultaría incorporea para cualquiera que no agudizara la vista.

Al llegar al puente de Hogsmade, los chicos esperaron por fin separarse de sus demás compañeros
—Fred y George me pidieron atender algunas cosas —Soltó Ron enigmático —Los veré en las tres escobas en una hora
-— Qué tal si... voy contigo —- Dijo Hermione nerviosa. Ron lo pensó un momento, aquello significaba que dejaría solo a Harry con su hermanita, aunque termino aceptando
—Claro, ven —- mencionó el pelirrojo un tanto desconcertado, dándole una mirada de advertencia a Harry
—No se diviertan mucho — se despidió Hermione divertida.

Harry Potter y el misterio del príncipe Mestizo 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora