Alterado

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Por la tarde Harry, después de desempacar, cenar y despedirse individualmente de Ron y después de Ginny y Hermione, se encamino hacia la oficina del director. Subió las escaleras con cuidado hasta lo más alto del castillo. Después se paro frente a la figura del grifo de bronce que tantas veces había visto en sus años en Hogwarts, ese semestre, apenas la tercera vez.
—Pollo frito

El grifo se movió y dio paso a las escaleras de caracol. Harry toco la puerta y entro de inmediato en cuanto una voz afable se lo indico con gracia y lasitud. Ahí estaba el viejo director de Hogwarts frente a el. Harry tenia la sensación de que a cada visita la salud de Dumbledore menguaba más. Donde sea que viajará, parecía que aquellas travesías le restaban años de vitalidad. Además, había notado que su mano herida estaba más ennegrecida qué nunca. No solo parecía que no se curaba con el incorruptible poder del tiempo, sino además empeoraba cada vez que la volvía a ver. Pero no se atrevió a hacerle preguntas, Dumbledore se lo diría en su momento y no quería agobiarlo más con eso.

—Buenas noches Harry — Saludo el anciano director con una sonrisa en el rostro —Espero que tus vacaciones con los Weasley hayan sido buenas.
—Lo fueron señor — Dijo el chico rememorando sus vivencias con Ron, los gemelos y no pudo evitar sonreir cuando penso en Ginny, aunque también asaltaron los malos recuerdos, de los que Dumbledore, como no podía ser de otra manera, también tenía conocimiento.
—Me alegro. Aunque supe que tuviste una platica con el ministro de magia.
—No está muy contento conmigo después de eso.

Dumbledore solto un risita débil y miró por encima de los lentes de media luna al muchacho. Sus ojos celestes llenos de sabiduría examinaban al pelinegro con sagacidad.
—No, me temo que tampoco está contento conmigo — Soltó con buen humor —Pero debemos tratar de no hundirnos con el peso de nuestros problemas mi querido muchacho, y seguir luchando por lo que creemos justo.

Harry forzó un sonrisa y luego comento —Quería que hiciera ver a la comunidad mágica que todo estaba controlado.
—Si, esa idea era de Fudge, antes de renunciar a su cargo. Quería, como podría decirse, darte las últimas joyas de su corona para que lo apoyaras.
—¿Después de todo lo que me hizo pasar el año pasado? — Dijo el chico irritado
—Naturalmente le avise que no era posible. Pero la idea persistio en el ministerio.

—Por eso Scrimgeour me acusó de serle fiel a usted...
—¿De verdad?
—Y si, si lo soy — Siguió el muchacho. Aquel comentario hizo que Dumbledore se callara y lo mirara con ojos cristalinos. Como mira un anciano al pasado. Harry, un tanto avergonzado volteo la mirada hacia las paredes y pudo observar como los cuadros de los antiguos directores emitían leves ronquidos.
—No tomes lo que nos conmueve como una debilidad — Mencionó el viejo director
—También, el ministro parecía muy interesado en saber a donde iba cuando no estaba en Hogwarts — Siguió Harry tratando de ignorar el sentimentalismo.
—Estoy seguro que si. Pero no pueden saberlo y me temo que tú tampoco, al menos por ahora. Ahora Harry, ¿tienes alguna otra cosa que decirme antes de comenzar con tu lección de hoy?

—Si señor — Respondió el muchacho. Tomo fuerzas para decirlo y trato de sonar lo más respetuoso posible —Es sobre Snape.
Harry comenzó a narrarle a Dumbledore la platica que había oído de Snape con Draco, le había comentado sobre el juramento inquebrantable y de las sospechas que pensaba "validas" sobre el Slytherin que se iban acrecentando todo los meses después de su visita a Borgin and Burkes.
Después de terminado, Dumbledore lo miro y dijo con su tono sereno de siempre —Gracias por confiarme esto Harry, pero te sugiero que no te preocupes por eso. No creo que sea nada.

—¿Nada? Profesor, ¿si entendió bien lo que le acabo de contar?
—Mi querido muchacho, tengo una capacidad de compresión increíble, es muy probable, que haya comprendido hasta más que tú.
Harry se molesto un poco con el comentario y el hecho de que Dumbledore tampoco lo tomara en serio. Pero trato de mantenerse tranquilo y siguió adoptando un tono respetuoso —Entonces señor, usted sigue confiando en...
—¿En el profesor Snape? Confío en cada una de las personas que están en este castillo Harry.
—Pero y Malfoy...
—Té pido que nos concentrémonos en esto Harry, por favor — Dijo el anciano con tono cortante.

Harry Potter y el misterio del príncipe Mestizo 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora