Truculentas Juventudes.

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Al día siguiente tanto Harry como Ron fueron dados de alta por Madame Pomfrey. La parte positiva de una Fractura de cráneo y un envenenamiento mortal, fue que ahora, Ron y Hermione volvían a ser amigos. Los tres de siempre se dirigieron hasta el gran comedor aquel domingo, donde se encontraron con Ginny y con Luna, esta última,  lucia desanimada.
—¡Justo a quien quería ver! — Expresó Ron con jubiló al ver el rostro fantasmal de Luna.
—Y yo... — replicó Ginny en modo coqueta al ver a Harry y recibirlo con un tierno beso en los labios.

—¿Vienes a reírte de mi? — Pregunto la Ravenclaw con cierta indiferencia
—No, no — Respondió Ron —¡Tú narración del partido de ayer fue la mejor que he escuchado en años! Espero poder seguir escuchándote.

Luna pareció animarse con las palabras de Ron, pues le regalo una gran sonrisa, para después hurgar en su mochila y sacar todo tipo de cosas al azar, pues relacionadas aparentemente no tendrían ningún sentido; de entre las cosas había un gran tarro que contenía lo que parecía ser arena higiénica para gatos, algo que tenía forma de una cebolla, un sapo con manchas qué paso a Ron y por último un pedazo de Pergamino qué Harry reconoció ipso facto.
—el profesor Dumbledore me pidió que te entregará esto cuando te viera Harry.
—Gracias Luna — Dijo el chico extrañado. No se esperaba que Dumbledore lo llamara tan pronto. Aún no había conseguido obtener el recuerdo que tanto precisaban del Profesor Slughorn. Además, si antes Slughorn tenía razón en dudar de el cada que se quedaban solos, pues tenía conocimiento de lo que Harry tramaba; con el envenenamiento de Ron por causa suya, tenía aun más argumentos para actuar a la defensiva.

Ron, que esperaba aún paciente y con cara de circunstancia que Luna le quitara el sapo de las manos, pregunto mirando la extraña planta —¿Qué es?
—Oh, es Gurdirraiz. Puedes quedartela si quieres, tengo muchas. Es muy útil para ahuyentar a los Pimplys tragones.

Después de tomar al sapo y guardar todo en su mochila de nuevo, la rubia se despidió de todos, siendo Ron el más sonriente con su extraña planta parecida a una cebolla que sostenía en la palma de su mano.
—¿Saben que opino? Que Luna me esta empezando a caer bien. — Comentó animado, para después voltear a ver a su mejor amigo y entornar los ojos —¿Qué dice la nota?

—Me espera hoy a las nueve en su oficina.
—¿Aún no has conseguido persuadir a Slughorn, cierto? — Pregunto Hermione preocupada.
—No — Respondió el chico fríamente. Después sintió una mirada pesada a su espalda y cuando volteo, pudo ver de soslayo como Draco bajaba la cabeza a su sopa. El pelinegro estaba ansioso por conocer el primer informe de Dobby y Kreacher.

Las puertas del gran comedor se abrieron de nuevo y por ellas entraron Lavender Brown y Parvati Patil siguiéndola de cerca, pues Lavender parecía una furia y no permitia que su mejor amiga le siguiera el paso.
—¿Vieron? ¡Ni siquiera volteo a verme! — Mencionó Ron ofendido.
Harry, Ginny y Hermione intercambiaron miradas.
—¿No recuerdas lo que paso mientras estabas semi-inconsciente? —Pregunto Ginny
—No... Bueno, recuerdo algo, —Los ojos de Hermione se abrieron como platos y sus mejillas se ruborizaron  —Pero debe ser que lo soñé, es una locura
—Si, una locura — Musitó Hermione con pena.
—Deberías hablar con ella — Sugirió Harry. Ron estuvo de acuerdo y tanto Hermione, Ginny y Harry salieron del gran comedor, pues resolvieron que ninguno quería estar presente por si a Lavender se le ocurria hacer una escena. Aunque si alcanzaron a oír claramente preguntas como.
<<¿Por qué no me avisaste qué ya habías salido de la enfermería?>> <<¿Qué haces con ella?>>

Ron salió al patio empedrado media hora después con la mirada perdida y entre sensaciones que oscilaban entre confusión, malhumor y alivio. El pelirrojo aviso que Lavender lo había cortado sin más y procedió a sentarse mirando la neblina que inundaba la vista panorámica de la ladera. La que no dejo de sonreír todo el día fue Hermione. Incluso por la tarde, Harry consiguió que su amiga revisara e hiciera correcciones a su tarea de Herbologia sin mucha queja, mientras el platicaba y jugueteaba con Ginny enfrente de la chimenea de la sala común.

Harry Potter y el misterio del príncipe Mestizo 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora