XVI

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La rutina de Eunwoo había cambiado poco más de dos semanas, —y si, ni el mismo lo creía, ya había pasado un mes de su boda— el pequeño omega se habia propuesto conquistar a Moonbin, aunque el alfa fuera antipático y un poco despota con él.

Claro, no negaba que su trato dolía más que el mismísimo infierno, pero el era un omega paciente, sabía que los cambios no se efectuaban de la noche a la mañana.

Su madre solía decir; “Gota a gota Eunwoo, gota a gota” y es que el poder de la paciencia y la constancia eran poderosas.
Las gotas de agua aunque poca, puede llenar un balde de agua hasta el tope y rebosar, además ¿Sabían ustedes que las gotas de agua pueden romper o perforar una piedra? La perfora no por su fuerza, si no por su CONSTANCIA.

Y el estaba decidido a revivir el corazón de piedra del Alfa Moon.

No sabía si Moonbin notaba los pequeños detalles, o si decidía ignorarlos, pero el no quitaría el pie del renglón.

Por ejemplo, le había pedido a Jinwoo si le era posible de algún modo, conseguir la agenda semanal de Moonbin, y no lo hacía por ningún motivo tóxico, solo quería saber que tipo de reuniones tendría, para así tener todo listo.

Tener todo listo... ¿Que cosa?

Bueno, los lunes siempre tenía reuniones con los directivos de Moon Venture Investment Firm, y también con Group HB, compraventas, inversiones, empresas externas, empresas internas, filias, reunión tras reunión etc, etc... el día mas ocupado.

Una forma de ayudarlo según Eunwoo, era tener el atuendo y accesorios adecuado para cada día, desde el tipo y color del traje que llevaría, hasta el modelo y marca de zapatos que usaria, incluso la colonia y reloj que llevaría, era muy cuidadoso en eso, y se sentía agusto cada que Moonbin portaba la ropa que eligió con orgullo.

Además, el omega se vio más involucrado en la cocina, quería cautivar a Moonbin con su gran talento culinario, y valla que lo estaba haciendo, solo... Solo que el alfa ciegamente creía que era su querida cocinera quien devia llevarse el mérito de todo, pues según él, era ella la que cuidaban bien de él.

Muy preocupada por la situación, Jihyun le rogó, por no decir que imploro a Eunwoo que le dijera la verdad a su esposo, y es que no se sentía para nada cómoda recibir los halagos del señor Moon, además no era indiferente ante la actitud del alfa hacia el omega, asi que era un lio total.

En cambio, Eunwoo estaba dispuesto a continuar así de todas formas.

El omega estaba en la parte tracera de la gran casa, mientras disfrutaba de la vista del jardín, desde ahí podría observar y deleitarse de los colores de las mariposas y uno que otro pajarillo que por allí revoloteaba.

Tomo un sorbo de té, disfrutando de su dulce sabor.
Solto un largo suspiro mientras se preguntaba;

¿Se habrá enamorado alguna vez? Si es así, ¿Quien era? Si no era así, ¿Como lo haría él para enamorarlo?

Cada vez más dedicaba más tiempo en pensar en Moonbin, y la necesidad de complacerlo y ser aceptado crecía en su pecho.

Aunque a simple vista Moonbin era un alfa transparente y sin sentimientos, el alfa tenía más colores que cualquiera.

Tenía cierta afición por el golf, además de amar el jazz y ser fiel admirado de la música de Duke ellington.

El omega se tomó el tiempo para aprender aquel interesante deporte y de apreciar el jazz, aquel género de música que tanto desconocia, y claro, admita que Duke ellington era un buen músico.

Aunque Moonbin pudiera parecer oscuro y serio por el tipo de ropa que siempre utilizaba, después de observar las pertenencias y la casa de Moonbin, llegó a la conclusión que el verde era su color favorito, se podía notar desde los jarrones decorativos y las grandes pinturas, hasta el pistache de las paredes.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora