Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]

XXXI

Las semanas pasaban y con ellos los meses y cuando menos los pensaron faltaba poco para cumplir un año de casados. Su relación no era perfecta, pero iba de maravilla.

Claro, había una que otro desacuerdo y pequeñas discusiones, pero nada grave... Nada que una buena conversación, un fuerte abrazo y un dulce beso no pudiera arreglar.

Había días en que las reuniones, o otras actividades en la empresa terminaban por mermar el poco tiempo de Moonbin, y en consecuencia llegaba tarde a casa.

De hecho, hoy era uno de esos días, era pasado 11 de la noche, y el alfa apenas hizo presencia en casa.

Subió a duras penas las escaleras para llegar a su habitación, al entrar lo recibió una linda vista, su omega se encontraba durmiendo en una posición bastante graciosa, su cabello están revuelto y cubria parte de su rostro, sus mejillas estaba abultadas por la presión que ejercía la almohada con su cabeza, y además sus labios se encontraba entreabiertos, con un poco de saliva en la comisura de estos.

No pudo evitar sonreír y sentir que parte del estrés que cargaba de la mañana desapareció al ver a Eunwoo de esa manera.

Solía gustarle cuando Eunwoo lo esperaba en la noche, pero también sabía que su omega podría estar muy cansado por las labores realizadas durante el día, así que por mucho que deseara despertarlo para conversar con el, preferiría verlo relajado mientras dormía.

Después de despojarse de sus prendas y ponerse algo cómodo, bajo a la cocina, aún no había cenado así que calentaría o prepararía algo, lo que mejor le pareciera.

Reviso la nevera y encontró unas croquetas de pescado.

—Demaciado grasoso. —Murmuro para si mismo.

Al parecer su amado Omega tenía pensado preparar un filete de cerdo, porque todos los ingredientes estaban al alcance. Al alfa no le quedó más que prepararlo el mismo, un buen filete con una reducción de sopa de calabaza.

El alfa puso a la sartén un buen trozo de mantequilla dejo que caramelizará, agrego sal y pimienta y unas ramitas de romero para que aromatizar y una vez hecho eso, frió el gran trozo de filete.

En una bandeja puso un par de jitomates, una cabeza de ajo y media calabaza madura, además de salpimentar y agregar romero y laurel y un poco de aceite de oliva, todo eso al horno a 180° por 20 minutos.

El alfa seguia ocupado con el filete, cuando unos delgados y calentitos brazos lo arroparon.

—¿Por qué no me has despertado? —Murmuro asueñado mientras besaba la espalda de su esposo. Moonbin sonrió ante el tacto.

—No quería molestar tu dulce sueño. —El Omega gruño bajo.

—Aver, déjame ayudarte. —Se posicionó a un lado de Moonbin.

—No hace falta que lo hagas amor. Ve a descansar.

—Inaceptable, lo haré por tí. —Se puso de puntitas y le dió un beso en la mejilla.

—Dejeme decirle señor Moon, que esos trucos bajo la manga que usted tiene hace cambiar de opinión a cualquiera.

—Es parte de mi encantó. —Se encogió de hombro sonriéndole triunfante.

—Ya casi acabo, una vez que se fria la carne faltarían los espárragos.

—Perfecto, no haré mucho, usted hizo todo señor Moon. Ve a sentarte amor, seguro estas muy cansado.

—Te haré caso. —Moonbin tomo asiendo cerca de donde Eunwoo cocinaba pero lo suficientemente lejos como para no estorbarle, Eunwoo mientras tanto se quedó con el filete en la sartén.