Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]

XXXVIII

—¿Lo dices enserio?

—Si, en un momento voy a reunirme con el abogado. —MJ lo observó preocupado.

—¿No crees que debes asegúrate primero?

—¿De que hablas? —Sanha— Estaba en su regazo MyungJun, ¡en su regazo! ¿Cómo hubieras reaccionado si fuera Jinwoo?

—Bueno... Yo hablaría directamente con él, resolvería mis dudas antes de tomar una decisión tan tajante. Pero eso sería yo... No lo sé, no lo he vivido... En todo caso, nosotros estamos contigo Eunwoonnie. —El mayor abrazo a Eunwoo, Sanha tampoco tardo en hacerlo.

—Gracias por contarnos. —El más alto hablo.

—No pienso volver a cometer el mismo error de dejarlos a un lado.

—¿Quieres que te acompañemos? —El mayor no quería dejarlo solo en todo ese proceso.

—No, está bien... Ya lo estaba haciendo una vez. Les avisaré cualquier cosa.

—Esta bien, no importa la hora que sea.

—Aun si es media noche. —Apoyo el de cabellos de zanahoria.

—Gracias, —Embozo una sonrisa algo cansada. Era reconfortante tener consigo a sus amigos— me tengo que ir, la cita será en 20.

—Adios. —Los dos se despidieron de beso.

—Estoy preocupado. —Jun.

—¡A mí me da coraje, mucho coraje! —Sanha cruzó sus brazos con fuerza— ¡Yo te dije que esa maldita era una arpía, una mosquita muerta! El día que yo la vuelva a ver, voy a limpiar el suelo con su cabello!

—Por primera vez, concuerdo con tu maldad.

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Todo habían sido recordatorios de los trámites y documentos que utilizaría. El Omega se había adelantado a muchas cosas, así que si Eunwoo quería, mañana mismo se divorciaba.

Eunwoo estaba apunto de terminar la cita con el abogado Min, cuando su teléfono empezó a sonar escandalosamete.

Era Jinwoo, no decía mucho pero la información le había causado un nudo en su garganta. Es más, ahora mismo iría a casa para confrontar el mismo.

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—¿De que demonios estás hablando?

—Esa es la verdad, te lo juro. —Explico preocupado.

—¿Puedo golpearte?

—¿Que? —Moon alzo una ceja.

—No, ¡voy a golpearte! —Jinwoo empuñó su mano, y de inmediato golpeó su barbilla.

—Jinwoo. —Murmuro sorprendido, no enojado porque sabía que lo merecía, pero si sorprendido porque Jinwoo no era de los tipos de alfas que resolvía todo a puños.

—Ya me siento mejor, gracias. A ver si así dejas de ser estúpido.

—Te pedí ayuda hyung. —Gruño molesto.

—Y te la estoy dando.

—Consejos, necesito consejos, no un golpe. —limpio la sangre de su labio inferior.