XI

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Eunwoo cerro sus ojos mientras respiraba lentamente, tratando de calmar los latidos nerviosos y desenfrenados de su corazón.

Si quería negarse, ahora era el momento, pero una vez que la puerta sea abierta, no había vuelta atrás.

¿Quería abstenerse? Si, por su puesto que si.

¿Devia hacerlo? Por su puesto que no.

La melodía del piano se escuchó a través de la puerta, recordándole que tenía que entrar al salón. Suspiro profundamente y las puertas se abrieron de par en par, sus manos apretaron fuertemente el ramo al sentir de primera instancia los flashes de los camarógrafos.

Eunwoo continuo caminando lentamente mirando fijamente a su pronto ya esposo, el cual tenía una sonrisa en su rostro.

Moonbin realmente se veía lindo sonriendo.

Y entonces deseó, que esa sonrisa fuera real.

Camino a pasos lentos, pero confiados el par de metros que quedaban para llegar al altar, dónde se encontraba Moonbin, el cura y aún lado, —el lado donde iría el novio— sus omegas de honor.

Sus familias y amigos, he incluso desconocidos suyos, lo miraban con admiración, cariño y ternura, y por un momento se sintió inmensamente feliz.

Al llegar al altar, los novios se saludaron dándose un casto beso en la mejilla, seguido a eso la ceremonia empezó.

Eunwoo observaba directamente a los ojos de Moonbin, mientras pensaba en su triste situación.

Si alfa le sonreía, y aunque pareciera una sonrisa genuina, sabía que no había un sentimiento de trasfondo, lo sabía por sus ojos, su mirada era tan oscura y sin sentimientos, no transmitian nada, ni siquiera una pisca de empatía.

Solo era el mero gesto, el mero deber de sonreír, solo era un mero matrimonio concertado.

Su mente volvió a recordar las palabras tan hirientes que una noche atrás le dijo, “¿Cómo podría marcar a alguien a quien no amo?”.

El omega no pedia mucho, no quería que lo amara, solo que lo tratara bien, pero Moonbin ni siquiera se molestaba en intentar quererlo.

En su pecho se instalo una agonía indescritible, su omega se sentía tan triste e inservible, era como si le estuvieran arrancando su corazón de a poco, tan triste, tan doloroso.

Aparto la mirada al suelo, tratando que sus ojos vidriosos no lo delataran, suspiro pesadamente, alzo la mirada y volvió a sonreír mientras seguia observando a Moonbin, y simulaba prestar atención al discurso del cura.

La gente creería que está conmovido porque se está casando, así que no le preocupaba su rostro lleno de lágrimas, siempre y cuando no dejara de sonreír.

El alfa no dudo en secar sus lágrimas, e intentar abrazarlo, para calmar su llanto.

No es verdad, no se verdad. El solo finge, no es verdad.

Se repetía una y otra vez, pero no podía evitarlo, en el fondo, su omega pensaba que esos gestos si eran de corazón, y eso terminaba por destrozarlo aun más.

—Cha Eunwoo, ¿Deseas casarte con Moonbin? —pregunto el cura, interrumpiendo sus tristes e inconexos pensamientos.

—Yo Cha Eunwoo, acepto ser tu esposo, y obedecer el arreglo que Dios nos ha dejado en la Biblia, prometo amarte, cuidarte y respetarte por siempre y para siempre hasta que concluya mi vida en la tierra.

—Muy bien —comenzo el cura de nuevo— Moonbin, ¿Deseas casarte con Cha Eunwoo?

—Yo Moonbin, acepto ser el esposo de Cha Eunwoo, prometo obedecer el arreglo que Dios nos ha inscrito en la Biblia, prometo amarlo, protegerlo y respetarlo  por siempre y para siempre hasta que concluya mi vida en la tierra.

Eso fue tan mecánico —penso sin querer.

—Entonces los declaró, Alfa y Omega, puedes besar al novio. —concluyo el viejo beta.

Y entonces Eunwoo se sintió muy nervioso, hiba dar su primer beso y no solo eso, su primer beso sería con alguien a quien no lo ama, y para acabar de joder, había mucha gente presente.

Muy peliaguda su situación.

Ambos se tomaron las manos mientras se miraban fijamente y sus rostros se acercaban muy lentamente.

Estaban a solo dos centímetros, que digo centímetros, ¡eran solo milímetros! Solo un par de milímetros para que sus labios se rosaran, incluso Eunwonnie ya había cerrado sus ojitos, cuando de pronto un gran alboroto se formó entre la gente.

Abrió sus ojos tratando de encontrar el problema en su perfecta boda, su mirada fue a parar a su lado izquierdo, a la parte del lado de la familia de Moonbin, en medio de ese montón de personas, un alfa había entrado en celo, y no era nada más ni nada menos que el fiel mayordomo de Moonbin.

—Imposible —oyo a su esposo murmurar— su rut fue tan solo hace dos semanas. —menciono con preocupación.

Un gruñido fuerte se escucho por todo el recinto, lo cual hizo a Eunwoo encogerse y apegarse a Moonbin.

Omega, quiero a mi omega —pedia con voz de mando.

El alfa estaba furioso, y arremetía con todo lo que estubiera a su paso.

—Consigan supresores, y llevenlo a un lugar seguro. —gruño Moonbin.

Al instante, varios alfas de seguridad obedecieron la orden.

Tan ensimismados estaban en todo este embrollo, que nadie notó al Omega que también había entrado en celo.

El grito de Sanha y un gemido lastimero lo hizo despejar su vista del alfa, y llevarla a donde se encontraban sus omegas de honor.

—¿Junnie? —Eunwoo se acercó preocupado de inmediato— ¿Sanha que sucedió? —le pregunto al de cabellos de zanahoria, luego de ver a su amigo sostener a MJ.

—No lo sé, —sus ojos estaban vidriosos, denotando su gran preocupación— Hyung se empezó a quejar que le dolía mucho su parte bajá, y luego de que aquel alfa gruñera fuerte , MJ cayó casi inconsciente.

Alfa, quiero a mi alfa. —el omega lloraba y sollozaba.

—M-moonbin. —Eunwoo busco con la mirada a su alfa, tal vez el si sabría que hacer.

Al alfa se encontraba en una llamada, a un par de metros de él, cuando Eunwoo estuvo lo suficiente cerca, la llamada termino.

—Moonbin, —el menciondado ni se inmutó— Bin, porfavor. —Lo tomo de su camisa— Mi amigo también entró en celo, —Moonbin volteo, su sonrisa se había ido, ahora era el Moonbin que el conocía, el frío, el neutral— Mmm, yo no sé que hacer, el llama a su alfa, pero el no tiene uno, es un omega soltero, y bueno...

—Llamare a una camioneta para que lo vengan a buscar.—lo corto.

—Muchas gracias. —luego de unos largos minutos, Eunwoo se atrevio a preguntar— Tu... ¿Tu mayordomo tiene algún lazo?

—¿Por qué lo quieres saber?

—Bueno, yo creía, creo —se corrijo a si mismo— que pueden ser desatinados.

—¿Tienes pruebas ? —pregunto con un poco de interés.

—Lo creo... Lo creo porque junnie dijo que ningun alfa a soportado su olor, y Sanha acaba de decir que cuando tú amigo pidió a su omega, junnie también lo llamo a él, por eso creo que son destinados.

Moonbin tardo un par de minutos procesandolo, luego se dió la vuelta y se alejo.

¿Destinados? Es probable que ese Omega esté en lo cierto. —medito Moon.















Jay, abyss presente.

No me juzguen, soy mala para describir bodas, por eso me había tardado bastante en redactar este capítulo.

Sorry por eso.

Hasta aquí Abyss, besos en la cola.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora