XXV

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Al primer lugar que pensó en huir fue a su antigua casa, la de sus padres.

Aunque sus padres no estaban, eran un buen lugar para quedarse, pero claro, desearía haber ido a la casa de sus amigos y contarle todo lo sucedido y ser consolado por ellos.

Pero con tantas cosas que les ha ocultando, ¿A caso puede exigir ese tipo de atención?

Justo al llegar a casa, dejo de contenerse, sus lágrimas salían sin parar, en todo el camino hacia su habitación sus gemidos lastimeros resonaban en las paredes haciendo gran estruendo, pero no importaba cuan fuerte llorara, su llanto no era escuchado.

Lloraba por todo, y a la vez por nada, solo tenía muchas ganas de llorar, de sacar todos esos sentimientos retenidos que por Moonbin ha sentido por más de seis meses.

Al final del día, solo era eso, Moonbin haciéndolo sufrir siempre, después de un par de horas de llorar incansable, callo dormido en su cama, deseando que el día siguiente sea mucho mejor que esté.

Quizás era porque solo se dedicaba a echarse a la cama a llorar los dias pasaban tan lento de lo común, pero después de dos dolorosos días de estar lamentándose, decidió que ya era el momento de hacer algo por él.

Se dió una larga ducha, se maquillo y puso ropa bonita.

No quería perder más su tiempo llorando por un alfa que seguramente estaría de lo más contento sin el.

Sin esperar demaciado, llamo a Mingyu para que trajera consigo los documentos de divorcio.

-¿Estás bien? -fue lo primero que su amigo pregunto. Y es que ni con diez capas de maquillaje, Eunwoo lograría engañar a Mingyu.

-Lo estoy. -hablo sin despejar la vista de las hojas.

-Te vez muy agotado. -menciono preocupado.

-Simplemente no estaba preparado para divorciarme y mudarme de un país a otro, pero ya estoy mejorando.

-Me alegra oír eso, aunque prefiero que no te vallas del país. No me gustaría estar lejos de ti otra vez. -el omega lo observó comprensivo.

-Asi son las cosas, -suspiro resignado- ni siquiera es lo que prefiero, pero debido a las circunstancias estoy obligado.

-Respeto tu decisión.

-¿Ahora solo necesito la firma de Moon? ¿Verdad?

-Asi es, -asintió acomodándose mejor en su lugar- ¿Deseas agregar alguna otra cláusula?

-No, está todo perfecto, ahora solo me queda enfrentarme a él. -Dejo porfin los documentos en la mesa.

-No tienes que temer, la firma es solo una formalidad, en todo caso, podríamos llevar esto a los tribunales, y obvio, yo te haré ganar.

-Gracias Gyu, no se que haría sin ti.

-Ya te dije, te quiero, y verte feliz son de mis cosas favoritas.

-Eso... Fue raro. -Deformo su cara.

-Supongo... Uh, ¿Quieres ir hoy con Moon?

-Si, además de buscar algunas cosas.

-Ire contigo.

-Solo llévame, tengo que enfrentarme a él sólo. -Mingyu estuvo apunto de rechistar, Pero Eunwoo fue más rápido- Tranquilo, el no me hará nada, en todo caso, pudo llamarte y se que estarás allí en segundos.

Después de arreglar todo, Mingyu porfin llevo a Eunwoo al lugar dónde tantas cosas triste pasaron.

El omega se despidió del contrario quedando solo frente a la gran mansión de Moonbin, después de tomar un respiro entro sin ningún objeción de los de seguridad.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora