Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]

III

Eunwoo se arregló rápidamente para ir a la universidad. La verdad es que nunca le gustó ser el centro de atención... Así que siempre trataba de vestirse sin llamar la atención. Y hoy no sería una excepción.

Se decidió por una camiseta manga larga de rayas, y unos jeans azules.

Después de terminar de vestirse, tomo su mochila y salió.

Su padre ya no estaba, así que solo se despidió de su madre.

—Nos vemos mamá.

—Nos vemos cielo... Con cuidado.

—No te preocupes, todo estará bien.

—Si sucede cualquier cosa, no olvides llamar a Kyu-hyun... El pasará por ti. ¿Entendido?

—Si mamá.

Le dió un beso el la mejilla, y salió de la gran casa.

En la entrada ya lo esperaba el señor Cho Kyu-hyun, en una SUV Taos Negro. Él era el chófer familiar.

—Buenos días jóven.

—Buenos días Kyu-hyun.

Después de subir, Eunwoo revisaba sus redes sociales, intentando no encontrarse con ninguna publicación que hablará de la empresa de su padre... Pero era imposible.

No sabía cómo ayudar en esta situación.

Apagó su dispositivo, y se centró en el camino.

Después de llegar a la universidad... Justo como su padre dijo. En la entrada había un sin número de periodistas esperando por la llegada del joven.

Al verlo, el omega dió un gran suspiro.

Empezaba a creer que era mala idea, aver asistido a la escuela.

—Animo joven Eunwoo. —al escucharlo, el Omega sonrió— Si sucede algo en clase, cualquier cosa... Aunque no sea nada, solo mándeme un mensaje de texto y yo vengo por usted.

—Gracias Kyu-hyun. Ten buen día.

—Lo mismo digo para usted joven.

Cha Eunwoo salió del auto, y rápidamente fue apresado por los medios de comunicación, que intentaban sácale alguna información, o indicio de la empresa.

Pero al ser una escuela de Élite para omegas, la seguridad intervino y Eunwoo pudo entrar en paz. Cuando entro por fin a su respectiva aula pudo soltar un fuerte suspiro.

Eso era una pesadilla terrible.

Su mirada estaba perdida en algún punto de la mañana, hasta que su preciado amigo Sanha, hizo presencia.

—Wonnie ¿Estás bien? —pregunto preocupado el de cabellos color zanahoria.

—Ahg, Sanhnie... Ni que lo digas. —Contesto cansado.

—¡Dime qué no es cierto! ¿Verdad? Lo de la empresa de tu padre, son rumores sin fundamentos ¿No?

—Es verdad, solo que alguien lo difundió, sin el consentimiento de mi padre.

—¿¡Que!? Pero como paso, hasta donde yo sé, es una de las mejores empresas. Cómo llegaron a eso. —Cuestiono consternado.

—Simple, se malversaron fondos de la empresa, y en un intento de conseguir dinero, compraron acciones que no valían nada, y ahora estamos en bancarrota. Con una deuda interminable.

—No lo creó —El peli-naranja estaba en shock, no lograba asimilar lo dicho— Tu padre no permitiría algo así, el no es descuidado.

—Comprendo —hablo Eunwoo— pero así es. Realmente no se que valla a pasar, tengo miedo Sanha.