Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]

XXIV

ᕦ Especial ᕤ

– — Rocksan — –

No sabia cómo sentirse... ¿Que sería mejor? Alegría o pena por si mismo.

—Sanhnie~ —Jun lo abrazo— ¡Has atrapado el ramo... Felicidades! Serás el próximo en casarte.

—Si gracias, ¿y si lo vuelves a tirar? —el rostro de MJ se deformo— solo me puse entre la multitud por diversión, no creí que si fuera atraparlo. —El recién casado bufó.

—Ya, quita esa cara, todos te están observando. —Sanha alzo el ramo y la mayoría de los invitados aplaudió ante la adquisición de Sanha.

—Ire por alcohol. —hablo rápido alejándose de MJ.

—No te embriagues, no quiero ebrios en mi boda.

—Lo que digas Jun. —Se alejo caminando hacia la barra.

—Un shot de tequila porfavor. —pidio sentándose de inmediato.

—Me temo que tendrá que pedir otra cosa señor.

—¿Otra cosa? ¡Queee! ¿Estoy en una fiesta de niños?

—Puedo ofrecerle un mojito con un poco de ron blanco.

—¡Ja! ¿Un mojito? ¡Usted está loco!

—Por pedido de los novios, los niveles de alcohol en al fiesta tienen que ser bajos.

—Maldicion —bufo bajo—. Deme de lo más fuerte que tenga.

—Podría ofrecerle un vino tinto, añejado de...

—¿Vino tinto? Dios santo, odio el vino tinto... Mmm, champagne, a la hora de brindar nos dieron una copa. Supongo que aún hay, ¿no?

—Me temo que no puedo darle más de la cuenta.

—Carajo... Dame el maldito mojito.

—En un momento. —Luego de unos minutos el bartender regreso— Un mojito fresco.

—Muchas gracias.

—Y dígame señor, ¿Por qué la ansiedad de tomar alcohol? —pregunto mientras pasaba la franela por la encimera— ¿Su alfa se enojo al verlo atrapar el ramo?

—No, nada de eso.

—¿Cuál es la pena tan grande entonces que desea olvidar en alcohol?

—La pena tan grande que tengo se llama soledad.

—No pareciera estar solo, por lo que observé, tiene mucha gente alrededor contenta con que usted haya obtenido el ramo del novio.

—No hay que juzgar por lo que se ve.

—Bien dicho señor, pero al parecer no estará solo por tanto tiempo.

—¿Que tontería está diciendo ahora?

—Desde que usted se sentó en esa silla, hay un caballero alfa que no deja de mirar a su dirección... Es más, ahora se acerca aquí.