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La boda había llegado ya, todos los preparativos estaban hechos, no había vuelta atrás.

¡Cha Eunwoo se hiba a casar!

El omega se encontraba dentro de un cuarto, dónde respectivamente el novio omega esperaba a sus padres y amigos, pero se encontraba solo, su madre se encontraba muy ocupada atendiendo los últimos detalles junto a su padre, y sus amigos aún no llegaban.

En sus manos el ostentoso ramo de flores posaba, el anillo gigante azul esmeralda hacia fuego con sus pendiente, su vestido se ajustaba muy bien a su pecho y torso, y de su cintura para abajo era suelto, semi esponjado, sin llegar a ser pomposo.

Su vestido, uh... Le gustaba, quería pensar eso. Lo admitía, era muy lindo, pero simplemente no se sentía cómodo, talvez otro omega se vería mucho mejor en él.

Decidió no prestará atención así mismo, y mejor enfocarla a su alrededor, en los grandes y pequeños, pero bonitos detalles.
Pero mirará dónde mirará todo tenía bordado en letras grandes “Moon”.

Desde el tejido delicado de sillón donde se encontraba sentado, hasta los gigantescos jarrones de flores naturales que su suegra había elegido.

Y no es que de manera literal el apellido Moon estubiera bordado en todas las cosas, solo que todo era excesivamente extravagante, digno de un Moon.

Y no juzguen al pequeño Eunwoo, el no era un inconformista, o un criticón, nada de eso, solo que era un poco demasiado frugal, y su sentido de simpleza le hacia creer que  todo a su alrededor era jodidamente excesivo y exuberante.

Respiró profundamente mientras cerraba sus ojos y pensaba;

“Una vez que me case, todo será diferente”

Rogaba porque así fuera.

Su mano derecha fue a parar dónde la marca se encontraba, sus dedos acariciaron suavemente la piel lechosa de su cuello, la tristeza invadió su ser y un sollozo involuntario salió de su garganta.

No había cicatriz, su piel era suave y tersa, y es que, la verdad es que... no existía marca alguna. Todo era falso.

Y puede que se pregunten ¿Cómo es que una marca puede llegar a ser falsa?

Tal vez el lazo no llegue a existir, pero la ilusión si. Y déjenme decirles queridos lectores, que el arte del maquillaje ha llegado tan lejos, que una gran herida puede parecer real, pero no lo es, solo una simple ilusión.

Una mentira, eso es lo que es y será el matrimonio de Eunwoo.

¡Una estúpida mentira!

Eunwoo estaba nervioso por eso también, ¿Y si la gente se daba cuenta que la marca era falsa?. Su boda sería transmitida por televisión, muchas personas lo obserbarian  y sabía que en el mundo existe gente muy meticulosa que se podrían dar cuenta de la falsedad, solo esperaba que eso no ocurriera, bastante problemas tenia ya.

El no quería engañar a las personas, sabía que podía ser marcado sin necesidad de relaciones sexuales, pero Moonbin se negó, el dijo; “¿Cómo podría marcar a alguien a quien no amo?”.

Eso termino por destrozar el pequeño corazón de Eunwonnie. Pero que más da, el futuro es impredecible, y tal vez Moonbin en el futuro cambié, justo como las novelas que le encantaba leer.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la presencia de su madre, quién entró con un lindo vestido color azul, tan hermosa como siempre. Eunwoo la saludo con una sonrisa en su rostro.

—¡Mamá! —se removió emocionado. No dejaba de ser un niño.

—Mi bebé, mi pequeño Eunwonnie. Mi amor, te vez hermoso. —se acercó rápidamente acunado su rostro, dándole un fuerte beso en su mejilla, después de eso observó su rostro con total admiración, era su madre despues de todo, amaba con todo su corazón a su hijo— Te vez muy lindo —Sonrio enternecida.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora