XXI

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Eunwoo salía de la habitación de Moonbin, estaba limpiando y acomodando sus cosas para que a el no le costará trabajo encontrarlas.

Coloco tres trajes de azules oscuros fríos -de diferentes tonalidades- a la vista, sabía que como mañana tendría un almuerzo al aire libre en una terraza de un restaurante de renombre, ese color le asentaba bien.

Dos corbatas, una azul liso, y otra con estampados, ambas combinaban con los tres trajes, pero, si él fuera Moonbin elegiría la lisa, pero eso solo lo decidirá su esposo.

Ummn, el pañuelo está de más, sería muy formal.

-Creo que... Solo con el reloj. ¡Ya está!

Expresó lo último con bastante emoción.

Mi trabajo está hecho.

Estuvo apunto de salir del gigantesco armario pero su atención se la llevo aquella camisa blanca que se encontraba en el suelo, la sostuvo con mucho cuidado, y sonrió al reconocerla, era la camisa que escogió para el hace dos días.

Su omega se sintió consolado, nunca se equivocaba al elegir los atuendos de su esposo, lo conocía muy bien.

Olfateo la prenda y sintió un gran éxtasis, el fuerte aroma a su alfa lo envolvió.

El olor a cedro era tan fuerte que pudo jurar averse enamorado más de Moonbin, ¡Oh cuánto deseaba el poder deleitarse de ese exquisito aroma en cada momento! ¿Acaso ese hombre tenía algo mal?

Ah, solo... No me ama.

-Esperare un poquito más Moonbin... -suspiro triste.

Aún puedo conquistar tu corazón.

Dolía creer eso, el tiempo pasaba y ya no tenía la misma convicción que al principio, pero bueno, la esperanza muere a lo último.

Salió de la habitación con la prenda en sus manos, solo se la quedaría hasta que ya no tuviera el aroma de Moonbin y luego la devolvería.

Pero parece ser que en su vida pasada hizo algo realmente malo, y alguien aya arriba se la estaba cobrando bien feo.

Cuando Eunwoo abrió la puerta, resulta que Moonbin quería hacer lo mismo.

-¿Que haces? -pregunto enojado.

El omega se quedó quieto en su lugar, con temor, ¿Que le diría ahora?

El alfa dejo muy en claro que Eunwoo no debía, ni podría entrar a su habitación bajo ninguna excusa.

-Responde omega, -no uso la voz de mando, pero fue tan fuerte que resonó por la casa- ¿Que hacías en mi habitación?

-Y-yo... -observo la camisa que tenía en la mano-

-¡Responde! -lo tomo fuerte de su antebrazo y tiro de él- ¿Que haces con mi ropa?

-J-jihyun me pidió tu camisa.-su voz se quebró- Uh, la olvidó para lavarla, s-solo le hize un favor.

-¡Jóven! -Llamo la mayor- ¡La encontró! Uff, estaba muy asustada, creí haber perdido la camisa del señor Moon. Oh, ¡Señor Moon! Llegó temprano, disculpeme por no haberlo saludado. -Hizo una reverencia- ¿Desea almorzar?

-No te preocupes, comí algo antes de venir, solo vine por algunas cosas. -Hablo entrando a su habitación- Ah, y llévate a esa cosa fuera de mi vista.

Eunwoo bajo la mirada triste con sus ojos llorosos, Jihyun miro a su jefe con su ceño fruncido, su mirada era de desaprobación, está no era el niño que cuidó.

-Señorito, ¿Está bien? -el omega asintió- vamos a la cocina, ahí el no estará.

Ambos se dirijian a la cocina, pero Jinwoo los interceptó.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora