XXVIII

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Eunwoo observaba sin expresión alguna al paisaje conocido fuera de la ventanilla del taxi.

La conversación con Jinwoo lo había dejado con un mal sabor de boca. Quería entender a Moonbin, pero de verdad que no lo comprendía.

Moonbin pudo expresar su enojo y desagrado hacia él en un principio, pero no podía ser sincero y expresar sus sentimientos amorosos que ahora el Alfa sentía.

Totalmente ilógico.

Tal vez solo necesitaba la explicación o las excusas de Moonbin y así todo encajaría en su lugar. Pero no estaba seguro en querer escucharlas.

Su teléfono vibró en su bolso, era un mensaje de Jinwoo.

Realmente no decía mucho, más que la ubicación de alguna dirección. Frunció el ceño al no entender porque su hyung mandaría algo así.

Entro al mapa de su teléfono y se dió cuenta que la ubicación era de una casa —una cabaña para ser exactos—, a las afueras de la cuidad, a más de una hora de camino.

Su teléfono volvió a vibrar, era un mensaje nuevo.

—Estoy seguro que Moonbin estará allí.

Eunwoo no respondió el mensaje, no quería saber nada de Moonbin.

—Es mejor recordar que imaginar lo que nunca pasó.

De nuevo Jinwoo. Eunwoo bufo molesto...

¿Por qué Jinwoo se empeñaba con que fuera a la cabaña?

Es más, ¿Que pasaría si iba a esa cabaña?

¿Cambiaría algo?

No lo sabía, pero de algo estaba seguro, no quería remordimientos.

—¿Si va a bajar? —Pregunto el chófer luego de varios minutos haber llegado a su destino.

El omega observó la casa de sus padres donde seguramente Mingyu lo esperaba, y luego al GPS de se teléfono.

¿Que haría?

Sin pensarlo mucho, de nuevo creyó en sus presentimientos.

—De se... De se la vuelta. —murmuro como si no tuviera aire en los pulmones.

—¿Cómo? —el chófer no entendía nada, ¿Acaso olvidó algo?.

—Valla a está dirección. —mostro su teléfono.

—Eso es afuera de la cuidad, a una hora si bien nos va. —deformo su cara.

—¿Cuánto quiere?

—¿Perdón?

—¿Cuánto necesita para llevarme allí?

—100 dólares.

—Le daré el doble de eso. —Dicho esas palabras, el chófer de taxi arranco hacia su nuevo destino.

Después de pagar y bajar su maleta, Eunwoo contemplo el lugar, era agradable y bonito... De hecho, la casita de madera era muy sencilla pero bonita, se veía acogedora, no sabía si Moonbin estaría allí, pero aún así se acerco a la puerta, la cuál milagrosamente no tenia llave.

Al entrar noto el lugar amueblado, sillones pequeños y un comedor.

En las paredes había pinturas y decoraciones hechas a mano, mientras caminaba por los pequeños pasillos de la casa se deleitaba en el arte y talento plasmado en las pinturas, pero una de ellas capto toda su atención y lo dejo muy sorprendido, en ella se mostraba un chico contemplando flores de Hortencias.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora