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Se dice que las personas más compatibles no son las que más se parecen, sino las que mejor se adaptan a las diferencias del otro.

Así, dos personas que son polos opuesto, justo como el agua y aceite pueden encajar muy bien. Pero tienen que saber adaptarse, ya que no todos los matrimonios son y viven felices para siempre, y ¿Los Moon? ¿Podrán ellos saber adaptarse a sus diferencias?

Bueno, claro que sí, no digo que les esté siendo fácil, pero tienen la clave: se llama “Amor •a••pe.”

La mayoría de personas viven confundidas pensado que es un tipo de amor que solo se le da a Dios, y sí, tal vez esa definición griega sea la adecuada para los creyentes, pero el amor agápe es en si: amor incondicional.

¿Acaso no podemos demostrar esa clase de amor a una persona?

¡Por supuesto que sí,! Esa es la clave del amor verdadero, pero muy pocas personas han llegado a conocer lo que es y significa el amor incondicional.

Ya que ese tipo de amor es altruista, desinteresado y reflexivo, en el que el amante tiene en cuenta sólo el bien del ser amado, es decir pone sus intereses a un lado a cambio por la persona quien aman.

Cuando ambas partes logran demostrase ese tipo de amor, logran el éxito familiar. Así, no importa cuan diferentes sean, serán nulas por el intenso amor que se sienten.

En el caso de Moonbin, apesar de ser una persona excesivamente reservaba, eso de expresar su sentir no se le estaba complicando demasiado, ya que las ganas de querer demostrar su cariño hacia Eunwoo salía de manera natural.

—Estoy en casa. —Menciono luego de encontrar a su omega en la sala de estar, disfrutando de su libro favorito y una deliciosa tasa de té.

—Bin, —sonrio de inmediato y se levantó a recibirlo— bienvenido a casa corazón. —Ambos se dieron un caso beso.— ¡Oh! ¿Que traes ahí? —pregunto con curiosidad, luego de ver cómo Moonbin cuidaba de esa misteriosa bolsa.

—Uh... Deseaba regalarte flores, pero ningún ramo duraría tanto como quería, así que preferí comprarte una pequeña planta. —saco con cuidado la pequeña planta floreada de la bolsa.

—¡Que hermosa! Es tan pequeña... Es una Azalea. —Sonrio emocionado.

—Cierto, son hermosas... —dijo con una pequeña sonrisa— Al observarlas bien me di cuenta que son preciosas, delicadas y alegres, le sacan una sonrisa a cualquiera quien las ve. Al investigar un poco, me sorprendí al saber que pueden soportar temperaturas mayores a los 37 grados... Así que no solo es bella, también es resistente... Justo como tú. —beso el dorso de la mano del menor— Gracias por ser una preciosa Azalea.

—Bin. —Murmuro quedito con sus ojos brillosos.— Gracias.

—No, gracias a tí... Por darle color y calidez a mi vida. —Ni uno dijo nada, solo se observaron con mucho amor, sellando ese tímido momento con un beso.

—¿Has cenado? —Pregunto luego de  guardar su bonita flor.

La coloco en la terraza de su habitación a pedido de Moonbin, ya que, según el alfa, cada mañana que se despierte y las observé, recordara que él mismo tiene su propia flor.

La idea no lo dejaba borrar su sonrisa.

—Aun no.

—Vamos entonces, te sorprenderás lo que hoy prepare para tí. —Respondio animado llevado al alfa casi arrastras.

Luego de calentar de nuevo la comida y tardar más de seis minutos en escojer el plato perfecto, porfin tenía a Moonbin haciendo la degustación.

—Y... ¿Que tal está? —pregunto mordiéndose los labios, mirando expectante al alfa que tenía enfrente.

Las Inclemencias del amor // Binwoo [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora