Capitulo 40

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Ana

-¿Que planea ahora Sr Moreno?- Dije con coqueta  -

- Planeo muchas cosas pero por ahora solo diré que te ves hermosa -  No había coquetería que lograra que este hombre largara una palabra -

Como todo un caballero tomo mi mano y la llevo a su brazo, me tome un momento para mirarlo detenidamente, su cabello siempre prolijamente peinado se hallaba con un estilo salvaje, un pequeño diamante ahora en su oreja, pantalones y camisa negra. Aunque aun estaba prolijamente arreglado su estilo no se asemejaba al empresario hotelero que conocía.    

Retire la mirada de el y le di otro vistazo a su primo que al igual que Miguel, se veía diferente. Pero lo que mas me llamo la atención fue las dos fundas de pistolas debajo de su campera estilo táctica. Y como no era una chica normal, mi único pensamiento era que con esta vestimenta no podría defenderme apropiadamente su surgiera algún acontecimiento.

La realidad era simple, uno no se cargaba dos pistolas para salir a divertirse ¿no? 

Salimos por la puerta principal frente a nosotros dos coches llamativos, muy llamativos. Detrás dos camionetas con hombres fuertemente armados, analice cada movimiento sin llegar a concluir a que me estaba enfrentando.

Realmente mi primera conclusión cuando me vistieron así, fue alguna cena o como mucho algún acontecimiento dentro del territorio, pero en este momento calcule que nos moveríamos a otro punto. Eso era malo para mi si por alguna razon me sacaban del país o me mudaban a otra casa, perdería ampliamente la ventaja que llevaba al tener a Stefan, como ayudante de Marc.

Me paralice inconscientemente llamando, la atención de mi acompañante y en ese momento las palabras salieron de mi boca con ansiedad- ¿ Donde me llevas? - 

- La pequeña dama esta asustada - La irritante voz de Antonio, se escucho con burla detrás de nosotros -

- Cállate -  Miguel advirtió -

- Que te follen - Los dos hablamos al mismo tiempo solo que yo fui un poquito mas grosera -

Miguel, levanto una ceja por mi insulto repentino y yo me hice la desentendida por completo. Había insultado tanto al cabrón de su primo mientas estuve retenida que para mi ya era algo natural.

- Bueno yo tomo el Audi y ustedes el Lexus - Por suerte Antonio, se movió al vehículo por su cuenta para saber cual me tocaba, ya que yo no los distinguía. Para mi no eran mas que billetes verdes sobre ruedas -  

- Vamos - Y como siempre no recibí respuesta a mi pregunta- 

No perdí detalle del camino, tal como me habían descripto pasamos por tres portones y dos mansiones mas. El ultimo portón se veía como la puerta de una prisión, metálico y alto acompañado de muros de la misma altura.   

Después de eso salimos a una carretera y  a velocidad superior de los 120 km comenzamos una marcha a quien sabe donde.

-Avísame si quieres que reduzca la velocidad- 

- No me molesta, lo que no me agrada es no saber a donde me dirijo - 

- A la capital - 

Bueno eso no era tan malo, si lograra salir de su vista por un minuto seria muy fácil desaparecer de su radar y perderme. Una sonrisa se poso en mi rostro.

- Si estas pensando en escapar lamento decirte que no será posible - Y ahora era sitico -

- ¿Quien dijo algo de escapar? - Entonces cambie un poco el rumbo de la conversación - Imaginó que ya atrapaste a Nicol Armida y ella me debe haber desvinculado de la FEI, lo que significa que ya no deberías sospechar de mi y me dejaras ir. Al final tienes a las fuerzas especiales de Londres detrás de ti no debería importarte una mujer como yo en este momento - Vi como sus dedos apretaban el volante hasta el punto de quedar blancos, trague saliva por alguna razon hoy lo veía mas peligroso que nunca. -

El detuvo el auto cerca de una arbolada lo que hizo que las dos camionetas detrás también se detuvieran. Tomo su teléfono y envió un mensaje que no llegue a leer pero las camionetas retrocedieron unos metros detrás lo que me dio a entender que les había ordenado detenerse y alejarse un poco de nosotros.

- Ana, parece que no lo has entendido todavía - Definitivamente algo había cambiado en este hombre, su voz era extremadamente amenazante en este momento y como si pudiera alejarme me moví hacia el lado de la puerta -

Me tomo de la barbilla para que me enfocara de nuevo en el - Tu no te iras de mi lado, desde el momento que me aceptaste en tu cama y me entregaste tu cuerpo te volviste de mi propiedad -Sus palabras me dejaron muda - Hoy conocerás mi vida en su parte mas oscura y me acetarás como tu pareja o compañero de por vida -

- Tu .. tu no - 

- Yo si - Su mano se coló por el tajo de mi vestido  y acaricio mi muslo - Cerré los ojos por estaño que pareciera en esta situación, ya que solo el despertaba el deseo en mi con una caricia y me dejaba olvidar que solo hacia un momento el hombre me había dicho que era de su propiedad dejando todo mi orgullo por el suelo-

Cuando sus dedos tocaron mi ropa interior sus caricias se volvieron mas posesiva y mi respiración se volvió errática. Deje de pensar y solo disfrute de las sensaciones de placer que recorrían mi cuerpo.

Su mano se coló dentro de mi ropa de encaje y apretó mi clítoris rítmicamente, gemí sin pudor aun tenia el cinturón de seguridad puesto así que me era difícil moverme.

- Muéstrame cuanto te gusta - Me susurro al oído mientras me masturbaba con mas velocidad incluyendo un dedo que se resbalaba en mi interior -  

Di un gritillo cuando el orgasmo me golpeo, en ese momento vi con claridad como el retiraba la mano y se lambia los dedos. Nunca en mi vida pensé que esa escena me pareciera tan excitante como ahora mismo. 

- Ahora que estas mas relajada seguimos, ya falta poco - 

Discípula de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora