Elsa corría a través del bosque con una desesperación que aceleraba sus pasos. No sabía exactamente hacia dónde se dirigía, pero un instinto profundo la guiaba hacia las montañas al norte de Arendelle. El frío de su propia magia la impulsaba a avanzar más rápido, y cada vez que su pie tocaba el suelo, el hielo se formaba bajo sus pies, permitiéndole deslizarse con rapidez sobre la superficie congelada.
El bosque se desvaneció lentamente a medida que el terreno se elevaba. Los árboles dieron paso a pendientes rocosas cubiertas de nieve. La temperatura descendía aún más, pero Elsa apenas lo notaba; el frío era una extensión de su ser, y parecía más cómodo para ella que cualquier otra cosa en esos momentos.
La intensidad de sus emociones, el miedo, la culpa, y la desesperación por encontrar un lugar seguro, aumentaron su determinación. Cada vez que sentía que las fuerzas le flaqueaban, su magia la impulsaba hacia adelante. Los recuerdos borrosos de su infancia, parecían guiarla de manera subconsciente. Aunque no sabia por que, algo dentro de ella sabía exactamente a dónde dirigirse.
Jack, invisible y silencioso, la seguía de cerca. Él también sentía la urgencia de Elsa, y aunque no podía ayudarla directamente, El estaba ahí.
El ascenso a la montaña fue rápido, casi como si el terreno colaborara con su magia. Las pendientes empinadas que habrían sido un obstáculo para cualquier otra persona eran un desafío menor para Elsa. La montaña parecía reconocer a su nueva reina del hielo y le daba la bienvenida. Finalmente, Elsa llegó a una meseta alta en la Montaña del Norte. Desde allí, podía ver todo el reino de Arendelle a lo lejos. A pesar de la distancia recorrida, no se sentía cansada. Había encontrado un lugar donde podía ser ella misma, lejos del miedo y el rechazo. Elsa miró a su alrededor y sintió una oleada de determinación.
Elsa se quedó de pie en la meseta, mirando hacia el vasto y helado paisaje que se extendía ante ella. Una mezcla de emociones revoloteaba en su interior: miedo, alivio, tristeza, y una chispa creciente de liberación. La noche clara y las estrellas brillaban sobre ella, y el aire frío parecía más acogedor que nunca. Era el momento de dejar atrás todo lo que la había atormentado durante años.
Con una respiración profunda, Elsa levantó la cabeza y sintió el poder pulsar en sus venas. Cuando Elsa se quitó el guante que aún llevaba, lo dejó ir con determinación con el viento. Sentir el aire frío en sus manos desnudas la llenó de una nueva sensación de libertad.
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Cristales De Invierno
ФанфикJack Frost, el Espíritu del Invierno, se encuentra con Elsa, la joven Princesa con poderes helados, y entre ellos surge una conexión inesperada. Lo que comienza como una amistad inocente se... ¿Transformara en amor?. Sin embargo, los secretos oscur...