𝔸 𝔼 𝕄 𝕄 𝔸 || 𝕃𝔸 ℂ𝔸𝕊𝔸 𝔻𝔼𝕃 𝔻ℝ𝔸𝔾𝕆ℕ

19: La correa del lobo

Hola! tenemos nuevo grupo en Telegram! lo pueden encontrar como Targaryenxvelaryon ❤️🔥 Ahí subiré adelantos de los fics! saludos!

No olviden comentar y votar!❤️🖤

Tenemos cuenta de TIKTOK: Targaryenxvelaryon_

 Un grito ahogado salió de entre los labios de Lord Stark.

Su cuerpo se sacudió cuando el aire dejó de ingresar a sus pulmones, como pudo sus manos se aferraron al cinturon de cuero.

Intentó llegar  a su espada pero fue en vano, su vista empezó nublarse y a volverse borrosa y su cuerpo a perder energía cuando logró encontrar una bocanada de aire.

Soltó un jadeo acariciando su cuello mientras rodaba de la cama y ahí al suelo entre toses.

—Considéralo una advertencia.—La voz grave del príncipe Aemond lo hizo voltear a mirar.—No pienso repetirlo, Lobo, si tocas un solo cabello de Aemma...

—Amo a...—Tosió.—Aemma.

—Solo eres un maldito traidor.—Dijo jalándolo por sus finas ropas de cama.—Un capricho de Aemma, pero no dudes que si tocas un solo cabello de su linda cabecita.—Cregan tembló cuando notó la piedra preciosa en la cuenca vacía del ojos del príncipe.

Una piedra preciosa identica al aguamarina que colgaba del cuello de Aemma.

—No dudaré en tomar a Vaghar y llevar Fuego y Sangre sobre todo el Norte.

—Juro... que no lo... haré.

—¿Quién creería una palabra de un traidor?

***

Aemma acomodó el velo sobre sus blancos cabellos y entró al templo en silencio y con reverencia.

Su madre y Helaena ya se encuentran ahí de rodillas, rezando a los Siete por el Reino.

—Llegas tarde.—Dijo la Reina sin voltear a mirarla.

—Estaba con padre.—Dijo Aemma mientras sacaba de la manga de su vestido verde inciensos y los colocaba frente a la Vieja.

—¿Y llegas a pedir sabíduría en lugar de Fertilidad?

Aemma entrecerró sus ojos y la reina y Helaena reprimieron una risa mientras seguían con su oración.

—Suficiente con que ustedes pidan por mi fertilidad.—Susurró en respuesta mientras empezaba a rezarle a la vieja.

Poco después su madre y hermana se unieron a ella de rodillas.

Aemma entreabrió uno de su ojos y las miró con perspicacia.

—¿Qué se supone que hacen?

Ambas la miraron con una sonrisa ligera.

—Apoyarte, claro—Dijo Helaena.—¿Dónde dejaste a Fuego Oscuro?

—Con Ser Criston.—Dijo levantando el mentón.—¿Por qué?

—Iré por ella.—Dijo la Reina terminando su oración.

—¿Por qué?—Miró a su hermana.

—Para pedirle su bendición al guerrero.—Dijo Helaena poniéndose de pie y sacudiendo sus rodillas.—Para que tengas coraje de montar al lobo.