Baby - DabiHawks

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Takami abrió la puerta y vio a sus suegros, no le agradaba y sabía que era correspondido, dejó a los señores entrar a su casa y no se sorprendió cuando escuchó a estos murmurar a sus espaldas. Suspiro y entro a la casa, ya habían llegado algunos de los invitados y amigos del niño, se detuvo cuando volvieron a tocar el timbre de su hogar, de mala gana fue de nuevo y al abrir simplemente apretó sus puños intentando controlarse.

— Keigo. — mencionó Tomura.

— Shigaraki. — se hizo a un lado para dejarlo pasar, claro que no quería permitirle el acceso pero no quería hacer un escándalo.

— No pensé verte, creí que estarías fuera.

— Es mi casa Shigaraki, obviamente iba a estar en ella.

— ¿Tu casa?, es muy poca cosa a comparación a la que me dio Touya cuando nos casamos pero descuida, está casa va muy bien contigo — el peliblanco se adentro a la casa sin permiso alguno.

Keigo se sintió tan molesto pero no quería pelear en ese momento, cerró la puerta y al entrar en la sala solamente mordió su labio inferior al ver qué su marido saludaba con un abrazo a Shigaraki, ambos se abrazaron hasta que Touya se dio cuenta de que el rubio los miraba. El pelinegro se acercó al rubio y le dio un beso en los labios y Shigaraki se acercó a los padres de Touya.

— ¿Sabes lo que me dijo Shigaraki? Que la casa era poca cosa y yo también — susurro Keigo a su oído.—  Estoy controlandome pero si me vuelve a decir otra cosa similar no tendré piedad de él.

— Si te vuelve a decir algo yo me encargo de ponerlo en su lugar — respondió el pelinegro — Ya mi amor, solo quiero que mi hijo disfrute de su fiesta.

— No hacía falta que Tomura estuviera aquí, podían celebrar el cumpleaños del niño por partes separadas.

Touya solo beso nuevamente al otro y le acarició el cabello.

— Ya no te enojes, solo intenta sobre llevarlo.

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Nobu sopló las velas de su pastel y sonrió al ver qué los demás le aplaudían.

— ¡Feliz cumpleaños mi cielo! — dijo Tomura mientras abrazaba a su hijo.

Touya se les acercó y acarició el cabello de Nobu, parecían tan felices y todo empeoró cuando Touya y Tomura se vieron justo a los ojos, se sonrieron mutuamente como si quisieran decirse algo, Tomura apoyó su cabeza en el hombro del pelinegro y permanecieron así un buen tiempo. Keigo los miraba desde lejos, le dolía ver cómo ellos se trataban como si aún fueran esposos, bajo la mirada intentando ignorar aquella escena.

— Keigo, no te había saludado — el rubio alzó la mirada y le sonrió a Yoshiro Nishimura quien era amigo de su esposo — Es que llegue tarde y me abrió tu marido.

— Perdona que tampoco te saludara pero estaba un poco distraído.

— Puedo entender la situación — ambos estaban alejados de los demás — Hablando de algo más serio… ¿Cómo te has sentido después de lo que pasó con tu bebé?.

— Me costó recuperarme pero físicamente ya estoy bien, pero me costará superarlo y la verdad no estoy muy bien…

— Lo imaginó, Touya también estaba muy mal cuando eso paso pero creo que intenta parecer fuerte para ayudarte, aún así si necesitas ayuda psicológica conozco a uno muy bueno y te hara muy bien.

— Gracias Yoshiro — miró a su marido y vio que seguía junto a su Shigaraki, cuando la fiesta terminará le reclamaría al pelinegro.

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Cuando la fiesta terminó Touya estaba despidiendo a su familia y cuando tenía que despedirse de Tomura le dio un abrazo y le sonrió.

— Nobu se divirtió mucho — mencionó el pelinegro.

— Si… hiciste un gran trabajo con la fiesta — se acercó al otro y le dio un corto beso al otro — Pero al parecer a tu esposo no le pareció.

— Shigaraki no hagas eso, Keigo está en casa — reclamo el pelinegro.

— ¿Y? ¿Crees que me importa?, no sé para qué sigues con él si te habías casado con él porque lo habías preñado pero no pudo tener a ese hijo — jalo al pelinegro de la corbata — A mi no me importo que me negarás con el maestrito así que a él no le debe importar si yo te doy un simple beso.

— No digas eso en voz alta y si sigo con Keigo es porque lo quiero.

— Si claro, si no te puede dar hijos no te puede hacer feliz pero ya es decisión tuya querer estar con él o volver conmigo, yo sí te pude dar un hijo…