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Touya comenzaba a sospechar, le parecía extraño que el doctor tardará tanto checando a su marido, sin pedir permiso entró al consultorio y vio  su marido recostado en la camilla mientras el doctor seguía hablando por teléfono.

— ¿Me puedo llevar a mi esposo?...

— Tome asiento señor — pidió el doctor.

Touya se sentó cerca de la camilla y vio que Keigo parecía muy entretenido viendo aquella ecografía.

— Señor, su esposo no puede ni hablar, le pregunté su nombre y no pudo ni pronunciarlo, le hice el chequeo de rutina y tiene muchas heridas, se que que ha sufrido abuso de todo tipo — le dijo con molestia aquel médico.

— Mi marido está pasando por un mal momento, es él quien se hace daño y por eso está bajo supervisión, me hubiera cuestionado lo sucedido y con gusto le explicaba, ahora nos iremos.

Touya tomó la mano del rubio y le ayudó a levantarse, caminaron juntos tomados de la mano hasta llegar con la madre del rubio quien los miraba sonriendo, la mujer se les acercó y acarició ligeramente la mejilla del rubio.

— Hijo, ¿Cómo te sientes?.

Keigo no contestó, solo se quedó callado mirando a la mujer directamente a los ojos, se alejó de ella previendo algo confundido.

— Touya… ¿Por qué Keigo está de esta manera?, no habla y parece no entender lo que le digo, simplemente dice cosas muy simples …

— Está pasando por un mal momento, ya sabe que la vez anterior tuvo un aborto espontáneo… — antes de que terminara de hablar el rubio se alteró, recordaba a la perfección aquel momento en el que perdió a su hijo, aquel recuerdo lo atormentaria por el resto de su vida — Tranquilo Keigo… eso no le pasará a este hijo.

Touya abrazó al rubio y este solo temblaba nervioso, la madre del rubio miraba a su hijo y sentía tristeza, su hijo no era el mismo, pero no diría nada frente a Touya…

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El pelinegro había logrado evadir a las autoridades, claro que la policía había llegado a su casa a cuestionarlo, pero fácilmente Touya logró ‘desmentir’ lo que había dicho el doctor, era parte de los Todoroki los abogados más poderosos del país, nadie les contradecía. El pelinegro llevó al rubio a su habitación y lo ayudó a recostarse, se acostó a su lado y lo miró.

— La actitud que estás tomando es bastante extraña, no hablas y cuando lo haces dices cosas sin sentido… — acarició el cabello del rubio — Y no se porqué estás así, no se si es por las pastillas…

Keigo solo se arropó y acarició su vientre mientras poco a poco cerraba sus ojos.

— Desde hace algunos meses has estado de esta manera, el embarazo va bien pero tú pareces estar … confundido todo el tiempo — seguía acariciando el cabello del otro — mañana vendrá Fuyumi a verte para ver qué es lo que te está pasando.

Touya sonrió al ver cómo el rubio parcela relajado por sus caricias, le dio un beso en los labios y sonrió.

— Perdoname por haberte engañado… desde ese día creo que al único que le han pasado cosas malas es a ti, me preocupa mucho que el hecho de que estés así sea mi culpa… se que nunca te agrado Shigaraki pero es él quien te cuida estos días — volvió a besar al rubio — Pero ya estarás mejor mi cielo… cuando el bebé nazca serás muy feliz.

Keigo pasó ligeramente sus dedos por sus labios, amaba sentir aquel contacto pero no le gustaba que Touya fuera quien le diera ese cariño.

— ¿No te gustan mis besos? — pregunto Touya sonriendo— Debes de gozar de los besos de tu marido.

El rubio simplemente miraba al otro, parecía comprender sus palabras pero no decía nada.

— Duerme, mañana vendré a verte antes de irme a trabajar…

//////

Keigo caminaba por la casa, Shigaraki no estaba así que él quedaba en libertad, escuchó que abrían la puerta y se acercó a ver quién era, al ver a Yoshiro simplemente levantó su mano e hizo un ademán para saludarlo, esto enterneció al otro hombre quien sabía del estado del rubio.

— Hola Keigo, Touya me pidió que viniera a verte — se acercó al rubio — de hecho él me prestó sus llaves para venir a verte así que no te asustes, supongo que tienes hambre así que puedo prepararte algo.

El rubio se acercó aún más al otro y sonrió, recordaba a Yoshiro pero no completamente, solo recordaba que eran amigos algo cercanos pero no recordaba nada más.

— Te veo emocionado, eso es un avance — Yoshiro rodeo con sus brazos al rubio, lo abrazaba delicadamente ya que no quería alterarlo— Me alegra que pudieras  volver a embarazarte, mereces ser feliz.

Takami simplemente dejó que el otro lo abrazara y al pasar unos segundos el también abrazó al otro, eso hizo sonreír a Yoshiro.

—  Touya también me dijo que debía darte tu medicina así que estarás bien Kei…

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Yoshiro le preparó el almuerzo para el rubio y lo trató bastante bien, se sentó a su lado y le comenzó a ayudar a hablar con más frecuencia, Keigo estaba logrando tener una conversación algo más larga pero cuando Yoshiro tomo la pastillas de Keigo abrió sus ojos totalmente.

— Estás pastillas son demasiado… ¿Y tomar dos?, con razón estás así, esto es demasiada.

No quería darle las pastillas al rubio y no solo  porque aquellas cantidades eran monstruosas, si no también por el bien del otro.

— Kei creo que solo te daré la mitad de una…

Tomó aquella pastilla y con ayuda de un cuchillo la partió a la mitad y se la dio al rubio.

— Tomala, estarás mucho mejor — Yoshiro miro al rubio y lo abrazó ligeramente para que Keigo tomara su pastilla — Anda  tienes que hacerlo.

Keigo tomó la mitad de la pastilla y después debo que el otro lo abrazara.

— Espero que tomar la mitad te ayude, así podrás ser el mismo de antes… el Keigo de antes .

Baby - DabiHawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora