La vida de Keigo había tomado un camino positivo, ya hacía algunos meses que había tenido a su bebé y su recuperación había sido dolorosa pero valía la pena, cada que miraba a su bebé recostado en la cuna solamente podía sonreír, Touya lo iba a visitar todos los días y siempre llevaba un regalo para el bebé, su relación con el padre de su hijo no era la mejor ya que existía aún el rencor del recuerdo de aquella vez que intento lastimarlo. En una tarde Keigo tenía a su pequeño en brazos y salió a pasear, lo llevo al centro comercial con la intención de comprarle un poco de ropa, en aquella tienda eligió algunas prendas para el pequeño al igual que algunos biberones y frazadas, al salir se sentó en una de las bancas de aquel lugar para ver cómo estaba su bebé.
— Hola mi bebito hermoso, te verás adorable con tu ropa nueva — Keigo le acaricio la mejilla a su hijo — Pero ya vamos a casa para que pueda darte un baño y descanses.
Sonrió al ver cómo su bebé movía sus manos, escuchaba las risas de los niños de aquí sitio.
— Hola Keigo — escucho la voz de un infante a su lado y rápidamente volteo.
— ¿Nobu? ¿Qué haces aquí? — preguntó Keigo al ver al niño.
— Vine con mi papi Shigaraki a comprar cosas — respondió el niño.
Keigo iba a preguntarle otra cosa pero vio que el padre del niño rápidamente cargo al infante.
— Aléjate de él, Nobu — Shigaraki miro a Keigo con sorpresa — Que sorpresa verte junto a tú bastardo.
— Voy a pedirte que cierres la boca, no quisiera decir tus verdades frente a Nobu porque a comparación tuya, yo soy una persona con principios — Keigo se levantó y tomó sus cosas dispuesto a irse con su pequeño en brazos.
— Si claro, no sé cómo tienes el valor para decirle a Touya que es su hijo cuando tú sabes que realmente es de Nishimura, fue un verdadero escándalo cuando Touya se enteró de su amorío — Shigaraki parecía querer seguir con aquella discusión — Pero la verdad es que todos se esperaban algo así de ti, siempre tuviste fama de ser fácil.
— ¿Yo?, si el único fácil aquí eres tú Shigaraki, te metiste en una relación poniendo a tu hijo de excusa y si eso no fuera suficiente intentaste que yo abortara… pero no diré más, tienes suerte de que tenga a mi hijo en brazos porque si no fuera así ahora mismo te daría una paliza.
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Keigo llegó a casa de su madre el lugar donde se estaba quedando por petición de la misma quien quería cuidarlo a él y al bebé, fue a la habitación del bebé y lo dejó en su cuna. Estaba enojado por las palabras de Shigaraki y es que tenía unas inmensas ganas de desquitar su coraje por todo lo que le hizo pasar. Sus pensamientos lo consumían hasta que escucho que lo llamaban por teléfono, contesto de inmediato.
— ¿Si? — preguntó con fastidio.
— Hola Kei, ¿Cómo estás tú y mi sobrino? — la voz de Nishimura sonaba bastante alegre.
— Oh Yoshiro, estamos muy bien aunque salí a comprarle cosas al bebé y por desgracia me encontré a Shigaraki, ya sabes cómo debió ser ese encuentro.
— Ya me imagino, pero quería invitarte a ti y a mi sobrino a comer está tarde en mi casa, hace rato que no pasamos un momento juntos y le compré algunos juguetes a Yasushi — no solo se escuchaba la voz de Nishimura, parecía que estaba rodeado de más gente ya que se lograba escuchar algunos murmullos.
— Me agrada la idea, nos vemos más tarde — Takami colgó la llamada al escuchar que abrían la puerta de su habitación.
Su madre entró a la habitación y le sonrió.
— ¿Con quién hablabas, hijo?
— Con Yoshiro, mamá — respondió Keigo.
— No puedo dejar de notar que ya es normal que lo llames de una forma más ‘informal’ por decirlo de una manera — la madre del rubio se acercó a ver a su nieto en la cuna — Y él también lo hace, Nishimura y tú parecen tener mucha confianza y sabes que yo respeto tus decisiones pero no quisiera que eso se volviera un malentendido.
— ¿Qué es lo que me quieres decir con eso?.
— Qué ya escuche lo que dicen los vecinos sobre ustedes, dicen que parece más él padre de tu hijo que Touya, el problema es tanto que hasta dicen que los han visto besarse y yo no quiero que estén diciendo mentiras de mi hijo — afirmó la mujer — Además de que odio esa clase de chismes.
— Mamá… yo no te voy a mentir — Keigo suspiro y se acercó a su madre — A mi no me importan los chismes que se digan sobre mi y te diré la verdad; Yoshiro y yo tuvimos una pequeña ‘aventura’ cuando me separé de Touya, si nos besamos a veces pero no es nada serio, simplemente así nos tratamos.
— No puedes tener esa clase de trato con un hombre que no sea tu esposo — dijo con molestia la mujer — No están casados y con mucha razón eso se ve incorrecto, no puedes andar por ahí besandote con un hombre que dice ser tu amigo, no estoy de acuerdo con eso y creo que debes de darte a respetar.
— Comprendo tu desacuerdo pero quién sabe… quizás Yoshiro termine siendo algo más serio — esas palabras hicieron que su madre lo mirara — No es una afirmación, es solo una posibilidad.
— Si es así yo apoyaría esa relación, es un buen hombre y se preocupa por ti pero de no serlo no estoy de acuerdo con ese tipo de trato que tienen así que por favor en mi casa nada de eso.
— Si mamá…
— Nunca me contaste él porque ese día llegaste llorando a casa y el que Touya llegará tan enojado.
— Tuvimos un inconveniente solamente, pero ya me aleje de Touya y solo tendrá que ver al bebé.
Aquella conversación fue pausada por el toquido de la puerta principal, Keigo se ofreció a abrirla y cuando lo hizo vio la presencia de un hombre que le dijo que tenía un paquete para él, me dejó algunas cajas y después de dejarlas en su hogar le dio el último encargó, era un ramo de flores que parecía enorme, eran rosas rojas y blancas que formaban la figura de un corazón, eso lo hizo sonreír y cuando le pregunto a aquel hombre quien lo había mandado el repartidor solamente le dijo que en la tarjeta del ramo lo decía para después marcharse.
Keigo sonrió teniendo aquel ramo de flores en mano y vio las cajas que también le habían traído, era algo completamente desconocido pero decidió dejar el ramo de flores a un lado y tomar la tarjeta que traía.
“Perdoname por ser un hombre despreciable, ahora estoy seguro de que eras el único que amaba realmente, quisiera regresar el tiempo y quedarme con quién realmente amo
— Touya “
Un suspiro salió de los labios del rubio, dejó aquella tarjeta de lado y comenzó a abrir las cajas, de ellas sacó cosas que parecían simples pero que para él tenían un significado especial, de una de ellas sacó un álbum fotográfico que era de su pertenencia, lo abrió y habían fotos que su mente había olvidado por completo; eran fotografías de cuando era aún más joven, siempre tuvo esa pasión por la literatura por eso es que en cada foto suya escribía un pequeño verso de cómo se sentía, siguió hojeando aquellas fotos hasta que finalmente encontró con aquella foto que fue el inicio del fin; su boda con Touya, ambos se veían enamorados en cada una de ellas.
Abrió otra de más cajas y se encontró con todas las cartas que alguna vez Touya le entregó para enamorarlo, abrió otra de ellas y tenía el traje que había usado en su boda, era color blanco y hecho solamente con sus medias pues Touya había ordenado que el traje que usará su esposo en esa ocasión debía ser creado sólo para él, cuando abrió la última caja está le rompió el corazón y no evito llorar, era la ropa de su primer hijo, ese que no logró nacer, sollozo al recordar aquel dolor que sintió con la pérdida de su hijo. Sus lágrimas se volvieron abundantes, no podía lidiar con aquel dolor así que cerró aquella caja de forma inmediata, no quería volver a sentir aquel sentimiento, el solo pensar en aquel momento solo lograba lastimarlo más…
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Baby - DabiHawks
FanfictionHawks es esa luna que no tiene brillo propio y necesita del sol para brillar , al sol no le importa la luna ya que está muy ocupado cuidando de la tierra.