𝓡𝓮𝓼𝓹𝓵𝓪𝓷𝓭𝓮𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓮𝓵 𝓢𝓸𝓵 ✦ 𝓓𝓮𝓪𝓽𝓱𝓭𝓾𝓸

Capítulo 1 - El Adonis Elenio.

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Antes de comenzar su lectura, les dejo una pequeña nota.

— Si entraste aquí, nada más te encontrarás con pura pareja soft ( No por nada se trata del Deathduo, los papis más cualificados para llevar a cabo ese nombre )

— Este fanfic puede tener ligeros toques de violencia. Además de que presenta varios seres místicos, en resumidas cuentas trataría de una historia de fantasía.

— La historia puede contener algunos errores de narración o ortografía debido a que no será editada hasta que se termine.

— El fanfic también se puede encontrar en Ao3, en mi otra cuenta.

— La pareja principal será el Deathduo. Sin embargo habrán otros ships secundarios que aparecerán en la historia.

— Tendría que decir que habrá muchooo inglés en esta historia para no quitarle la personalidad a los personajes Americanos y Británicos ( Sorry not sorry- )  

ADONIS: significa "hermoso", "bello
ARTEMIS: significa "luna"
ELENIO: de origen griego, significa "el que resplandece como el sol".
UMBRA: del latín, que significa sombra u oscuridad.

Estás tres palabras serán de suma importancia en la historia. Considero que hagan el vago intento de aprenderlas 😂 ya que esta historia tal vez tenga variados significados en otras lenguas. Sin más que aclarar, espero que disfruten de su lectura 💕

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Missa suspiró cansado, obligando a que sus piernas se movieran con toda la armadura pesada que estaba llevando. Su rostro manchado en grandes tintes de negro y rojo hacía que estornudará con frecuencia, a diferencia de él todos sus compañeros corrían hacía las afueras del muro de su pueblo listo para luchar. Así era la rutina de ellos.

Su pueblo moría de hambre, tenían que ir a las afueras para conseguir comida y alimentos, algo de lo cual aferrarse a vivir, conseguir un nuevo hogar, algo que valiera la pena. Cada mañana se levantaban listos para conseguir lo necesario para ello, volvían menos gente de los que se marchaban. Era triste, si, pero si no hacían nada iban a morir, su clan iba a morir y no podía permitirlo. La caza empeoraba cuando se daba el horror de paisaje cuando se abrían las compuertas para que fueran a buscar comida, árboles rotos y quemados, frutas pérdidas y escases de agua. Y por si fuera poco, no podían salir más de el sitio requerido, ya que si ibas más lejos de lo usual era más probable que terminarás muerto por uno de los grandes seres místicos.

Si, los ADONIS, personas con grandes alas y gran rostro que podían hacer que cualquiera cayera rendido a sus pies. Eran hermosos, si, pero su belleza no se comparaba en nada a sus asesinatos contra ellos. Su pueblo había creado grandes murallas y techos llenos de vidrios blindados para que los seres del exterior ni siquiera se acercarán a ellos, estos habían durado siglos en construirse. Antes no era así, la humanidad nunca fue así, no vivían encerrados en una cápsula esperando a morir, pero ya nada se conocía del mundo anterior. Era triste pensar cómo las cosas habían cambiado por el mundo. Este no era un momento diferente, todo su clan estaba saliendo listos para luchar contra las aves que disponían a alimentarse de ellos, aprovechando sus grandes alas para elevarlos por los aires y tumbarlos al suelo para que murieran de caída, aprovechando su carne como cuervos salvajes.

Missa nunca quiso acostumbrarse a matar a tales seres que brillaban con los rayos del sol, hermosos como si fueran dioses, pero si tenía que defender a su gente lo haría, aunque doliera. Era horroroso ver como las alas alvinas de los Adonis se tintaban de rojo ante la lucha, ver como morían sufriendo era algo que Missa no quería presenciar. Cuando tuvo a uno de ellos a sus pies alzó su espada con dificultad viendo con lástima el rostro asustado del adonis que se intentaba alejar para no ser asesinado, pero antes de que siquiera lo apuñalará sintió como otro lo sostenía de los hombres y intentaba llevárselo por los aires. Lo habría conseguido, de no ser porque Roier de inmediato le dió con una flecha en la cabeza al ser. Missa no pudo evitar hacer una mueca al sentir la sangre dorada.