Extra - 4

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Su cabello rubio se ensucio de fango y tierra cuando su pequeño cuerpo se calló ante los empujones de la gente. Sus ojos azules se llenaron de lágrimas cuando tuvo que alzar su cabeza y ver cuerpos de humanos caídos en el suelo. Se levanto y corrió, no importandole sus heridas en las rodillas, no importandole que la gente chocará contra él huyendo de ese lugar, no importandole agudos chillidos de Kristin para que se detuviera. La niña no pudo seguirlo cuando su madre la obligo a irse de allí. En sus diez años de vida nada de esto le había pasado.

Sus sollozos salieron cuando vió su casa en llamas, pero eso era lo último que le dolía. Lo que le lastimaba más es que el niño de 4 años nombrado Techno se supone que estaba justo allí. Philza juró que fue uno de los primeros ataques de pánico que le dió. Vió el gran eclipse frente a él, alumbrando en todo su espléndor. Fue en ese momento que alguien atravezó todas esas llamas como si simplemente fuera una capa de la cual no te dañaría. Sus piernas temblaron cuando vió la silueta del adonis abriendo sus alas en medio del fuego antes de caminar fuera de él, mostrando su rostro lentamente.

La palabra miedo era corta a lo que sentía el rubio en este instante al ver al gran Artemis manchado en sangre, con un rostro tan serio que podría intímidar a cualquiera. No llegó a tiempo, Techno murió en esa casa esperándolo y él no hizo nada. Pudo notar la mirada curiosa que le daba el Artemis a lo lejos, y el rubio se alejó cuando vió que quería hacercarse a él.

— ¡No! — Gritó con su voz infantil aterrada cuando Missa se movió rápidamente con sus alas y lo sostuvo haciendolo volar con él. — ¡No! Please no, I'm afraid. — 

Pudo escuchar como un quejido salió de los labios del Artemis. Philza se dió cuenta que todo su cuerpo estaba quemado, ¿Pero cómo era posible? El había salido del fuego como si no le doliera nada, además sus alas tenían plumas de igual forma.

— let me go.... — Dijó totalmente asustado de la gran altura a la que lo llevaba. — Wait! No-... — Y su voz se cortó cuando fue totalmente soltado.

Lo último que vió fue la mirada sin sentimientos del Artemis antes de caer. 

Philza se despertó con agitación en su pecho. Su mano apreto su pecho con fuerza tratando de calmar su temblor. Escuchó los pasos apresurados de Missa dirigirse a él con preocupación antes de agacharse al recostado rubio, mirándolo con desconcierto.

— ¿Qué sucedió? — Y intentó tocar de inmediato su rostro pero su mano fue apartada por el contrario. Sin embargo, no fue bruscamente como todas las demás veces, fue con delicadeza y calma. — Philza... — Llamó.

— Estoy bien. — Respondió cortante. 

— ... Uhm, bien, cool. — Susurró con incómodidad antes de guardar un pequeño silencio. — Oye, pensé en que podamos, ¿Salir? — Murmuró con delicadeza. — Me gustaría. —

— Dame un segundo. — Habló antes de suspirar lentamente, seguido de levantarse. — ¿A dónde exactamente? —

— Donde quieras. — Afirmó Missa. — Todo menos ir a donde estan los... tuyos. Todavía no. —

Phil pensó. 

— Sé de un lugar. — Habló antes de alzar sus alas y empezar a volar. — Ven. —

Los cachetes de Missa se colorearon levemente antes de asentir y seguirlo, trato no pensar en que ambos estaban volando juntos. Apartó levemente su mirada tratando de no mirar el cuerpo resplandeciente del contrario líderar el camino. Seguramente no sabía que el invitarlo a volar juntos se consideraba un... coqueteo. Missa lamió sus labios queriendo decirle, pero se mantuvo callado al final, le parecía divertido que Philza no hubiera investigado sobre los métodos de cortejo. Lo miró otra vez, disfrutando de verlo brillar junto al sol. 

— Es cierto lo que decían. — Habló Missa llamando la atención de su contrario. — Resplandeces como el sol. —

— Calla. —

Missa rió al verlo bufar, casi pareciera que a Philza no le gustaban los cumplidos simplemente por el hecho de que lo avergonzara. Missa volvió a mirar al frente y a medida de que se alejaban más, vieron un gran mar, Missa chilló cuando el dorado bajo en picada hasta el agua para subir de inmediato con sus llamas apagadas. El Artemis estaba listo para preguntarle porque rayos había apagado su cuerpo hasta que vió que al frente se encontraba una isla totalmente bonita llena de árboles y arbustos coloreados de verde. Parpadeó antes de dejar su cuerpo pararse en la llerva de esta seguido del Elenio quien temblaba como una hoja por el frío.

— Es.. es hermoso. — Murmuró Missa totalmente embobado con el paisaje. Se detuvo antes de percatarse de que Philza se había metido otra vez al agua. — ¿¡Qué haces!? —

— ¡Quemo todo lo que toco! ¿¡Tú que piensas que hago!? — Gritó dejando la mitad de su cuerpo fuera. 

Missa suspiró decepcionado. Pero al momento de volver su mirada a aquella isla rió suave. Definitivamente Philza no sabía nada de los cortejos de Elenio y Artemis, ¿No? No lo hubiera hecho si no supiera. 

— Te estás congelando allí dentro. — Dijo con tranquilidad escuchando los quejidos del rubio. — ¿Te quedarás allí? —

— Si salgo las llamas no tardarán en salir. — Tartamudeó.

Missa no tardó en meterse al agua con él alertando al rubio de inmediato. El agua estaba hirviendo, Missa lo sentía, era sorprendente el como el rubio temblaba como si fuera un agua congelada en la que se estaba metiendo. 

— Tu cuerpo también puede acostumbrarse al frío. — Dijo Missa. — Solo necesitas concentrarte, pensar que no te dañará. El frío te complementará. —

— Lo dices como si fuera fácil. — Siseó.

— Estuve siglos intentando que el fuego no me quemará. — Alzó sus cejas. — Mírame ahora. —

Philza guardo silencio.

— Te lo dije, te enseñaré a que utilices tu magia, a cambio, tú me harás sentir otra vez. — Finalizó con una sonrisa.

Los ojos azules del rubio brillaron levemente cuando notó aquella sonrisa, tan diferente a las demás, causaba... tanta paz.

Philza cerró sus ojos. Después de todo, tal vez si se pudiera restablecer el equilibrio.

Final de los fines chicos 💋 Gracias por el apoyo de todos. Tal vez publique un segundo libro de Deathduo en el que trate de la continuación de estas dos versiones de Philza y Missa, pero hasta ahora no. Ando cansada y con estudios en mente. Me siento alegre de por fin terminar este libro y no dejarlo inconcluso.

Gracias por leer ❤

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𝓡𝓮𝓼𝓹𝓵𝓪𝓷𝓭𝓮𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓮𝓵 𝓢𝓸𝓵 ✦ 𝓓𝓮𝓪𝓽𝓱𝓭𝓾𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora