Capítulo 26 - Paz.

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Missa tarareó con calma acariciando el suave cabello de Tallulah, peinándola en el proceso y escuchando las suaves risas de su hija. Pudo escuchar a Philza dormir en su hombro mientras Chayanne lo hacía en el otro, la luna había salido, era obvio que tendrían sueño. Tallulah por su parte, milagrosamente seguía despierta, disfrutando de las caricias que le eran dejadas. Escuchó a lo lejos música humana, siempre habían humanos despiertos a esta hora de igual forma, no le desagradaba, total, el era uno de los que se quedaba despierto también.

Cerró sus ojos violetas, escuchando con calma aquella música. Terminó de acomodar el cabello de Tallulah y la acurruco a la cama junto con los otros dos, enseguida salío a presenciar la luna en su punto más alto. Sonrió viendo el gran territorio siendo iluminado por esta, vió a lo lejos un par de niños humanos jugando en medio de la oscuridad, haciendo carreras en medio de la fogata que habían creado sus padres. Vió también algunos adonis entablar conversaciones con ellos, siendo realmente agradables con la pareja. Si, definitivamente esta era la paz que tanto había buscado.

Miró también el cuerpo de ElQuackity escabullirse entre los arbustos pensando que nadie lo había visto. Missa giró sus ojos con diversión cuando escuchó el gritó de Quackity seguramente al no sentir a su gemelo junto a él. Realmente esas salida eran demasiado constantes, pero el tema no le interesaba. Sus ojos violetas volvieron a dirirse a la luna. No pudo aguantar las ganas de volar hacía ella, extendiéndo sus grandes alas listo para alcanzar las nubes. Le parecio gracioso como algunos cuervos al verlo intentaron seguirle el ritmo, pero no pudieron subir tan alto como el, por lo cual lo acompañaron hasta cierto punto.

Sus labios se extendieron más en una sonrisa cuando por fin se detuvo en su punto. Sus alas se quedaron quietas levemente para hacerlo caer de espaldas y volver a subir en pequeños vuelos divertidos. Se detuvo levemente cuando sintió un aura pasarlo con rápidez y no pudo evitar reír cuando vió a Philza adelantarlo.

— ¡Se supone que debes de estar durmiendo! — Se burló Missa antes de seguirlo.

— My gut told me you wanted a rematch. — Sonrió el rubio antes de ir más rápido, perdiéndose en las nubes. 

— ¡Oh, detente! — Habló con diversión en su voz.

Pasaron lo que seguramente fueron horas persiguiendose entre si, jugando como si niños de tres años. Missa lo abrazo cuando lo atrapo, ambas alas chocaban en cincronía con el vuelo. Ríeron cuando sus rostros se encontraron, los dedos pálidos de Philza decidieron apartar con delicadeza uno de los mechones azabaches del Artemis que ocultaban sus ojos violetas cuales resplandecían como dos trozos de joyas preciosas.

— Phil... — Murmuró antes de bajar la mirada sintiéndo otra vez la vergüenza curcar por su rostro. — Deberíamos volver con los niños... —

— Leave Techno with them, they are in good hands. — Murmuró el rubio antes de besar otra vez su frente. 

Missa parpadeó antes de sonreír levemente. Vió la luna por quinta vez en la noche, tan alvina como la niebe.

Y sintió como los pálidos brazos del rubio lo enroscaban más en el abrazo.

La historia está terminada. Sin embargo faltarían algunos extras en los que se muestren las contrapartes del Missa y Philza👆🤓 

𝓡𝓮𝓼𝓹𝓵𝓪𝓷𝓭𝓮𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓮𝓵 𝓢𝓸𝓵 ✦ 𝓓𝓮𝓪𝓽𝓱𝓭𝓾𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora