Capítulo 11 - Umbra.

206 36 2
                                    


— ¡Fred! — Llamó el híbrido de cordero en medio de la oscuridad. — I'm so fucking sorry king, I-I don't know what happen. I'm so sorry, please don't go. —

Sin embargo, a pesar de llamarlo por todo el bosque no recibió ninguna respuesta, era obvio que tampoco era como si la recibiría. Pero Tubbo estuvo obligado a esconderse al ver como una manada de oseznos alvinos aparecían de la nada corriendo como salvajes por todo el lugar, no tenían el aspecto humanoide que portaban casi siempre, literalmente ahora se veían y comportaban como osos, exceptuando que seguían sin rostro.  Su corazón palpito con ansiedad y miedo, se estaban acercando al gran árbol, esto obviamente no podía ser bueno. Incluso su rostro se llegó a horrorizar al sentir como los osos olfateaban cerca de él, se estaban acercando de poco en poco. Espero lo peor, hasta que vió quien fue el que lo había encontrado. 

— Fred... — Murmuró con dolor al ver la gran cara del animal mirarlo. A pesar de que este no podía demostrar ninguna expresión, Tubbo podía suponer que no estaba feliz con encontrarlo en medio de ese caos. — I'm sorry... — Volvió a susurrar sin querer salir de la roca en la que se escondía. Después de todo, escuchaba a los demás osos detrás. 

Tubbo intentó acariciar el rostro del oso para tratar de demostrarle que se encontraba bien, milagrosamente Fred lo dejó tocarlo tanto como quisiera. Solo fue unos segundos, pero Tubbo los agradeció. Sobretodo porque Fred fue el mismo que se dedico a confundir a los otros osos para que no notarán el aura del híbrido de cordero. Tubbo solo presenció como los contrarios seguían su camino y Fred iba con ellos sin ninguna otra opción. El híbrido de cordero sintió lástima, lástima porque no quería que Fred muriera en manos de su familia, o que Fred se obligará a lastimar a los adonis. No era como decían, Fred era diferente, no era salvaje como su raza, era tranquilo, calmado, especial en cierto punto. Y Tubbo odiaba que fuera el único que se percatará de eso.

Tenía que avisarle a Philza que los oseznos se dirigían a su hogar. 


Las ojeras de Aldo eran notables, no sabía cuanto tiempo había pasado sin que pudiera dormir. Simplemente podía estar horas y horas lleno de insomnio, que no sentiría ni sus parpados caer con cansancio. Todos estaban buscando a Missa, consideraron a Roier por un traidor a la raza humana y Mariana estaba desaparecido posiblemente muerto. Aldo mentiría si le quedaban ganas de seguir bromeando. Tenía a Rivers, no estaba solo, pero eso no quitaba el hecho de que había perdido a sus mejores amigos, fue criado con ellos, le costaba creer que uno era un traidor y otro estaba muerto junto con Missa quien no sabían nada. A pesar de ello, todo estaba más tranquilo de lo usual, la gente compraba, trabajaba, y reía con felicidad. Aldo no quería que eso fuera quitado pronto.

Estaba todo bien, hasta que el sol dió el atardecer y Cellbit entró a las murallas con una expresión cansada y agitada, sin embargo, mostraba una sonrisa, una amplia y filosa sonrisa. Aldo no supo porque, pero un escalofrío recorrió su espalda.

— Eu sei onde estão os Adonis. — Sonrió entre dientes el de ojos azulados. Rivers le siguió la sonrisa y todas las personas se alegraron. — ¡Es nuestra oportunidad! Vamos matá-los e fazê-los pagar! —

Y todos los guerreros gritaron de emoción con rencor guardado. Rivers incluso se fue a preparar para la pelea que se avecinaba, pero Aldo... él no tenía un buen presentimiento al notar los ojos asesinos de Cellbit. Y todo empeoro cuando dijo que tenían que capturar al Elenio primero ante todo, todos los adonis se dirigirían al mismo lugar del Elenio para protegerlo, después de todo, era el rey, ¿Cómo lo atraerían? El solo vendría, ¿Y cómo estaba tan seguro? Cellbit no lo dijo, pero estaba seguro de que ese adonis vendría. Aldo rezaba para que estubieran en lo correcto.

𝓡𝓮𝓼𝓹𝓵𝓪𝓷𝓭𝓮𝓬𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓬𝓸𝓶𝓸 𝓮𝓵 𝓢𝓸𝓵 ✦ 𝓓𝓮𝓪𝓽𝓱𝓭𝓾𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora