Taeyong hablaba tranquilamente con una pareja mayor que venía a cenar al "Martes" dos veces al mes, antes de girar la cabeza fuera del comedor. Eran las nueve de la noche y el lugar estaba casi vacío. A pesar de que el restaurante permanecía abierto hasta la media noche, Taeyong sabía que no vendría nadie nuevo. Era tiempo de trabajar con sus recibos. Pero eso significaba que tendría tiempo para pensar.
Era martes por la noche, pero él estaba pensando en otro martes. El de hace dos semanas, cuando su mundo se sacudió. Él había entrado en su mente, cerrando los ojos aun podía oír la ronca voz del hombre. Y cuando él no apareció el martes de la semana pasada, rompiendo así una racha de casi dos meses, Taeyong estaba terriblemente decepcionado.
Todavía se preguntaba qué le había sucedido a su misterioso cliente y si lo volvería a ver de nuevo. De lo que Taeyong estaba seguro, era que le gustaría oír esa voz una vez más.
Y ahora parecía que sería otro martes sin él. «El extraordinario hombre de sus sueños». Taeyong suspiró. Un hombre como ese ciertamente sólo podía ser una fantasía para Taeyong, ya que alguien así estaba muy por encima de su nivel de muchas maneras.
Mientras cavilaba, oyó a Jihyo saludar a un nuevo cliente, seguido instantáneamente por la distintiva voz de Mark Lee, el propietario del "Martes," saludando a la misma persona afectuosamente. Cuando Taeyong se movió para ver a través de la gran planta a su lado, vio a Mark estrechando la mano del cliente y Jihyo lo dirigió a su mesa.
Le tomó a Taeyong un momento darse cuenta de a quién veía realmente. Era él.
Paralizado, Taeyong lo miró durante una eternidad sintiendo cómo se le aceleraba el pulso. Después de un momento, se sacudió a sí mismo y tomó una botella del vino de la casa y un vaso limpio antes de dirigirse a la mesa.
Mientras se acercaba, se dio cuenta de que el hombre no parecía él mismo esta noche. Tenía una línea de puntos de sutura sobre su ojo izquierdo y su brazo derecho estaba en un cabestrillo. Estaba tratando de sacar su brazo de éste, cuando Taeyong se aproximó a la mesa, donde rápidamente, dejó la botella y el vaso.
—Déjeme ayudarle —se ofreció antes de pensarlo. Levantó la correa que cerraba el cabestrillo del hombre. Éste tomó una profunda respiración para tranquilizar sus nervios sobre las libertades que se estaba tomando, y olió brevemente la sutil colonia del hombre. Se estremeció y trató de no reaccionar al intoxicante aroma.
El hombre se congeló cuando Taeyong lo tocó, pero se relajo rápidamente y bajó su cabeza, permitiendo a Taeyong ayudarle a quitarse el cabestrillo. Quitó las correas con mucho cuidado; simultáneamente reanimado por el contacto y aliviado, se movió alejándose. Dobló el cabestrillo y lo dejó en la silla opuesta de donde se sentaba el hombre.
El gran hombre giró su hombro cuidadosamente y levantó la vista hacia Taeyong con su oscura e inexpresiva mirada.
—Gracias —su voz era un susurro apenas audible.
La cortés replica de Taeyong quedó totalmente olvidada cuando le miró el rostro más de cerca. Observó la herida y los hematomas antes de encontrarse con sus ojos.
—¿Está bien? —preguntó insistentemente.
El hombre asintió como de costumbre en respuesta sin retirar la mirada de Taeyong. Entonces lentamente sonrió, un lado de su boca se curvo hacia arriba en una ligera sonrisa. Su cara era menos severa y sombría, y si eso era posible aún más hermosa.
—Estoy bien —la respuesta sonó aturdida—. Gracias —repitió.
Taeyong asintió lentamente, en trance, debido a esa pequeña curva en los labios del hombre.
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Martes | Jaeyong
Fanfiction"... lágrimas cayeron libres cuando Jaehyun desapareció en la oscuridad." 🥀 A D A P T A C I Ó N. 🥀