Taeyong estaba recogiendo las copas en el área de servicio cuando Dami entró prácticamente volando al área buscando la atención de alguien.
—Tae —siseó ella—. Él ha vuelto.
Taeyong tensó la mandíbula y la miró directamente.
—¿Él? —su corazón golpeaba su pecho.
—El tipo aterrador —contestó ella sin aliento, prestándole atención a Yerim que llegaba con ellos.
La mano de Taeyong se tensó en la copa de cristal en su mano.
—¿Estás segura? —preguntó.
—Mira —musitó Dami mientras ella se dirigía hacia la pequeña ventana.
La semana había pasado sin signos de Nakamoto Yuta, quien lo había intranquilizado tanto, y tampoco señales de Jaehyun después de que él y Jeno habían hecho huir a Nakamoto esa noche. La vida de Taeyong se había calmado y regresado a la rutina diaria... hasta ahora.
Ellos pudieron apenas ver un ángulo del hombre; Nakamoto estaba tranquilamente en la misma mesa que cogió la primera vez, sentado en la silla que le permitía ver la puerta. Mientras ellos observaban, Jihyo guio a otro hombre a la mesa con él. Un alto, oscuro, y hermoso hombre que todos ellos reconocieron.
Taeyong se quedó sin aliento cuando vio a Jaehyun por primera vez en meses. Se inclinó lentamente hacia adelante, sujetándose fuertemente al mostrador para mirar hacia fuera a través de las persianas. Sintió una presión en su pecho tan repentinamente que apenas podía tragar.
Jaehyun se quedó de pie junto a la mesa por un largo momento, viéndose incluso más grande e intimidante en el elegante traje. Nakamoto se revolvió en su silla, y levantó la mirada hacia Jaehyun casi insolentemente antes de ponerse de pie, abotonar su abrigo y ofrecer su mano con algunas palabras de saludo. Jaehyun miró la mano un momento, entonces gruñó y la estrechó fuerte. Miró alrededor, parecía casi intranquilo, se quitó su abrigo y se sentó en la silla opuesta a Nakamoto.
Ellos se quedaron en silencio mirándose uno al otro.
—Esto no es bueno —susurró Dami, al lado de Taeyong—. ¿Qué hacemos?
Taeyong miró hacia las persianas sintiendo sus emociones drenarse. Había estaba demasiado alterado, demasiado asustado, demasiado solitario durante demasiado tiempo. Era demasiado para sentir algo ahora, enterrado como estaba en su depresión.
—Vamos a hacer lo que siempre hacemos —dijo simplemente, su voz comenzaba a recuperar firmeza mientras hablaba—. Esto no tiene nada que ver con nosotros.
—¿De qué estás hablando? —preguntó Yerim, al otro lado de Taeyong.
—No les conocemos. No conocemos a ninguno de nuestros clientes —le dijo Taeyong. La ignorancia podía ser su seguridad. Jaehyun le había enseñado eso.
Las mujeres asintieron lentamente y miraron de nuevo a los dos peligrosos hombres.
Ellos parecían ser completos oponentes. Jaehyun sentado apropiadamente y tenso, inexpresivo mirando al otro hombre. Nakamoto, por el contrario tranquilamente sentado con su codo descansando en el respaldo de la silla, reclinado casualmente con su tobillo en su rodilla. Con una sonrisa traviesa y mirando sin miedo a Jaehyun.
Taeyong se estremeció y cogió su collar antes de colocarlo suavemente bajo su camisa. Cogió la tarjeta del listado del especial de esta noche y salió del área de servicio.
No sabía cómo había encontrado la determinación, tampoco sabía si estaba equivocado. Todo lo que podía hacer era imitar el aplomo que había visto en Jaehyun, hacer su trabajo pretendiendo que no conocía a quien había sido su amante.

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Martes | Jaeyong
Fiksyen Peminat"... lágrimas cayeron libres cuando Jaehyun desapareció en la oscuridad." 🥀 A D A P T A C I Ó N. 🥀