El inusual sonido de agua corriendo fue suficiente para despertar a Taeyong, que levantó la cabeza adormilado para observar a su alrededor. La luz de la temprana mañana entraba por la ventana y hacía frío en la habitación. Estaba acostado sobre su abdomen y cubierto con las sábanas. Recordó la noche anterior, se sentía dolorido. Las palabras de Jaehyun habían sido reales, y en el curso de la noche y la mañana había tomado a Taeyong dos veces más, cada vez más lento y largo y más alucinante al final.
Taeyong estaría dolorido por días, pero había valido la pena. Parpadeando para alejar la somnolencia, se enderezó, mirando hacia la puerta cerrada del cuarto de baño. Jaehyun seguía aquí.
Taeyong se estremeció. Le daría un beso de despedida. Y a pesar de la declaración del hombre, no podía permitirse creer que sucedería de nuevo. Su pecho le dolía mientras se preguntaba si Jaehyun regresaría al "Martes" después de esto. Cerró los ojos y se frotó el pecho, tratando de calmar la intranquilidad que lo oprimía.
Jaehyun abrió la puerta del baño y se apoyó contra el marco, secándose el cabello con una toalla. Se detuvo, inclinó la cabeza y observó a Taeyong por un lago rato.
—Feliz navidad —susurró finalmente con voz rasposa.
Esta frase tomó por sorpresa a Taeyong durante un instante.
—Sí, es cierto —dijo mientras continuaba frotando su pecho.
—¿Te sientes bien? —preguntó Jaehyun frunciendo un poco el ceño.
Taeyong cerró los ojos, reflexionó y pronto asintió.
—Sí. ¿Y tú?
Jaehyun asintió y se dirigió a la cama, sus oscuros ojos estaban fijos en él. Tragando saliva, Taeyong trató de llenarse de esa mirada, aunque sospechaba que nunca se cansaría de verla.
—Siento que debería darte las gracias —admitió Jaehyun.
Taeyong parpadeó y lo miró directamente.
—¿Por qué? —preguntó cautelosamente. No estaba seguro de cómo había sonado.
—Por confiar en mí —aclaró Jaehyun.
Taeyong se relajó mientras volvía a estudiar la cara de Jaehyun.
—Tu confiaste en mí —replicó él. Probablemente parecía realmente ingenuo, pero Taeyong era quien era.
Jaehyun entrecerró los ojos pensativamente y se sentó en la orilla de la cama, dándole la espalda a Taeyong. A la luz del día, podía apreciar a simple vista todos esos moretones en su espalda y costillas. Obviamente había tenido un accidente o una pelea reciente. Había demasiadas cicatrices para que éstas fueran fortuitas, incluyendo una en su brazo que se veía reciente. Contemplando el dañado cuerpo de Jaehyun, la fibra sensible y protectora de Taeyong se disparaba, aunque en el fondo era consciente de que nada de eso era de su incumbencia. Pero no podía evitarlo. Sin pensarlo, se inclinó hacia delante y acarició tentativamente la espalda de Jaehyun. Debía de aprovechar, ahora que podía, para estar cerca de él.
Jaehyun se estremeció violentamente ante la caricia y lo miró sobre su hombro sonriéndole.
—Son solo superficiales —le aseguró a Taeyong—. Gajes del oficio.
Taeyong se inclinó aún más hacia delante y con ternura, besó algunos de los moretones. Dolía incluso el mirarlo, y deseó poder hacer que desaparecieran. No podía imaginarse cómo Jaehyun podía moverse con naturalidad con el cuerpo tan golpeado. A Taeyong no le convencía del todo su explicación, pero había que admitir que lo que le habían hecho era muy cruel.

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Martes | Jaeyong
Fanfiction"... lágrimas cayeron libres cuando Jaehyun desapareció en la oscuridad." 🥀 A D A P T A C I Ó N. 🥀