Capitulo 11

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Greta Rossi

—¿Te puedo sugerir algo?—me pregunta Raven en medio de la comida

Miro a Raven y asiento lentamente mientras le daba un sorbo a mi vaso de jugo. Raven había pedido comida por internet.

—¿No crees que sería bueno ver a un doctor?

—¿Doctor?—inquiero—. No estoy enferma

—Digo, un especialista, un psicólogo que pueda ayudarte con todo lo que has lidiado—añade

—Yo... No quiero hablar lo que me paso—susurro bajando la mirada a mi plato

—Sera bueno si hablas de todo lo que te ha pasado con un especialista, ellos pueden ayudarte a lidiar con tus pesadillas, tus miedos.

—¿Y si me juzgan?—pregunto mirando a Raven—. Yo nunca hui, nunca puse el mínimo esfuerzo para poder escapar, solo deje que hicieran conmigo lo que quisieran.

—Nadie va a juzgarte, porque tú no eres culpable de nada. Lo que te sucedió es algo horrible y tú no pudiste evitarlo por más que lo desearas.

Remuevo la comida de mi plato mientras que sentía la mirada de Raven sobre mi. Su mano acaricia mi brazo lentamente y alzó la mirada.

—¿Por qué no lo intentas? Dale una oportunidad. Aveces hablar hace bien por más doloroso que sea.

—¿Y si no funciona?

—Esperaremos un poco más y volveremos a intentarlo hasta que funcione.

—Esta bien—suspiro

Raven sonríe de lado y vuelve a comer, yo imitó su gesto mientras que la ansiedad empezaba a fluir por mis venas. Hablar lo que me sucedió es algo que no estaba preparada.

•••••••••

Unos días más tarde, Raven me avisó que había logrado conseguir una hora con una psicóloga. Había elegido a una mujer para que yo pudiera tener una mejor comodidad y así no sentirme aterrada en la consulta.

Ahora mismo íbamos en camino a la consulta.

—Saldra todo bien—Raven llama mi atención

—¿Y si no?

—Tu solo debes hablar con la verdad, decirle como te sientes y que fue lo que sucedió y que sentiste en ese momento. Comentarle hasta el mínimo detalle. Se que será difícil porque lo que viviste es algo horrible, pero no es imposible.

—¿Estarás ahí conmigo?—pregunto

—No puedo entrar por más que tú quieras, eres mayor de edad. Si fueras menor de edad entraría contigo, pero no puedo, aunque estaré afuera esperándote y si quieres después podemos hacer lo que se te plazca.

Asiento lentamente y respiro profundamente. Unos minutos más tarde llegamos a una clínica, entramos al gran edificio y nos indicaron que el piso de Psiquiatria y psicología estaban en el tercer piso.

Al llegar al piso correspondiente, nos acercamos al mesón donde una señorita nos atendió. Raven pago el monto de la consulta y luego nos sentamos hasta esperar mi llamado.

—Tengo miedo—le digo a Raven

—Estara todo bien—Raven acaricia mi mejilla—tu solo debes de hablar con la verdad, ¿Okey? Yo estaré aquí afuera esperándote.

Asiento lentamente y los minutos de espera fueron eternos. Hasta que finalmente me llamaron.

Raven me acompaño hasta la puerta del box y me prometió que estaría esperándome en la sala de espera. Entro a la consulta y una mujer de alrededor de treinta años me sonríe amablemente al verme entrar.

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