Capitulo 35

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Greta Santoro

—Deberiamos ir a tomar desayuno—murmuro con los ojos cerrados

Raven sigue besando mi cuello mientras movía con delicadeza sus caderas contra las mías.

—Ya estoy desayunando—susurra Raven

—Lo digo enserio—rio abriendo los ojos

Raven frunce sus labios y yo sonrió mientras muevo unos mechones de su cabello.

—Tengo hambre—le digo

—Tenemos que recuperar el tiempo perdido—deja un beso en mis labios

—Raven, tuvimos sexo casi toda la noche y me despertaste solo porque querías más sexo. ¿No crees que ya hemos recuperado parte del tiempo perdido?

—Pero yo quiero más de ti—muerde mi barbilla

—Y yo tengo hambre—insisto

—Esta bien

Suelto una leve risa ante su mala cara y finalmente quedó libre del agarre de sus brazos. Le doy un último beso en los labios y busco mi pijama.

—¿El día de hoy debes de trabajar?—le pregunto mientras me colocaba el camisón

—No—sonrie mientras se sube el boxer—deje a mi tío a cargo el día de hoy, así que estaré todo el día contigo.

—No creas que estaremos todo el día en la cama—lo señaló sonriendo

—¿Por qué no? Es un lindo día para estar en la cama—atrapa mi cintura—. Podemos pedir comida a domicilio, tener mucho sexo y dormir.

—¿Para después tener más sexo?—rio

—Si que usas esa cabecita que tienes—bromea

—Hoy día vamos a salir—declaro y Raven me mira de mala manera—. ¿Que tal si vamos al centro comercial?

—No te gustan las compras

—Es cierto, pero la verdad deseo renovar un poco mi armario y tú vas a ser mi fiel acompañante.

—¿Te comprarás ropita sexy para mi?

—Raven, no todo es sexo, ¿Okey?

—A mi me gusta el sexo

—Lo puedo notar—beso su mejilla y el sonríe.

Salgo de la habitación en dirección a la cocina para poder preparar el desayuno. Tarde unos cuantos minutos en tener todo listo. Tostadas con huevo revuelto, jugo de naranja y café, junto ensalada de fruta.

Raven aparece en el comedor vistiendo su pantalón de chandal y roba un pedazo de plátano del bol de fruta.

—La verdad si tenía hambre—admite—pero estaba muy cómodo en tus tetas.

—Raven—lo miro seriamente evitando la risita

—Solo decía—se disculpa

Tomamos asiento y empezamos a desayunar. Sonrió sintiendo la comodidad en nuestro alrededor. Esto era como volver a dos meses atrás, dónde cada mañana desayunábamos juntos en total silencio, disfrutando la compañía del uno al otro.

•••••••••••

—¿Que te parece este pantalón?—salgo del vestidor de la tienda y Raven estaba esperando a que yo terminara. Doy una vuelta dejando que vea como me quedaba este pantalón.

—Me gusta—admite

—A mi igual—sonrio—voy a llevarlo

Raven se acerca y acaricia mi cintura, besa mi mejilla.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora