Capitulo 27

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Greta Rossi

Abro mis ojos y miro a mi alrededor bastante confusa. No estaba en la habitación de siempre, ahora mismo estaba en mi antigua habitación.

Me siento en la cama y froto mis ojos, recuerdo los últimos eventos de la noche anterior.

Mi padre estaba muerto y ahora Angelo está a cargo de la familia. ¿Que pasaría ahora conmigo?

Unos toques en mi puerta me hacen reaccionar.

—¿Greta?—oigo a Grassie

—Adelante—murmuro

La puerta de mi habitación se abre y entra Grassie con una bandeja en sus manos. Se acerca a mi cama y deja la bandeja aún lado.

—¿Cómo te sientes?—pregunta mi hermana

—Un poco aturdida aún—respondo mirando a Grassie—. ¿En verdad nuestro padre está muerto?

—Si—hace una mueca

—¿Entonces Angelo está a cargo de la familia?—pregunto

—Si, el Capo había enviado una orden de que uno de nuestros primos sería el nuevo Caporegime de Milan, pero ninguno de nuestros primos es mayor de edad o lo suficientemente mayor como para manejar la ciudad.

—¿Por qué dió esa orden?—pregunto

—Porque Angelo es un bastardo—me recuerda

—Oh—asiento, estaba muy desligada de toda la organización

—Tambien el antiguo Capo y su esposa fueron asesinados—me relata Grassie

—¿Entonces quien es el nuevo Jefe?

—Su hijo mayor—responde Grassie—. Angelo le dijo a su madre que están presionando para que nuestro nuevo Capo contraiga matrimonio con alguna chica de nuestra organización, pero el no está interesado.

Asiento lentamente y tomo una fresa del tazón de frutas que estaba en la bandeja.

—Greta

—¿Si?

—¿Dónde estuviste todo este tiempo? No habíamos sabido nada de ti desde la noche de tu desaparicion.

—No quieres saberlo, Grassie—murmuro

—Por favor dime, soy tu hermana—me pide

—Iba camino a la parada del autobús cuando un hombre me interceptó—comienzo a relatar—ese hombre me llevo a un callejón y me violo esa noche, luego desperté en una habitación desconocida.

—Ay Greta—Grassie toma mi mano

—Fui obligada a prostituirme por casi tres meses y me drogaban cada día—le cuento con la voz rota

—¿Tres meses? Pero si llevabas desaparecida cinco meses

—Los últimos dos meses estuve con un chico que me cuido—sonrio con melancolía al recordar mis últimos dos meses de mi vida.

—Debes de contarle Angelo, el puede conseguirte ayuda y vengarse de lo que te sucedió—me aconseja Grassie

—No, no quiero que nadie más sepa, Grassie. Prométeme que no le dirás a nadie, ni siquiera a la madre de Angelo.

—Necesitas ayuda, Greta. Lo que te sucedió, no es fácil de superar

—Recibi ayuda, estos dos meses estuve visitando a una psicóloga que me ayudó un poco, pero en verdad no quiero que nadie sepa. Tu sabes perfectamente que la madre de Angelo es fanática de los chismes y es capaz de contarle alguna madre o señora lo que me sucedió. No quiero que nadie me señale por lo que viví.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora