Inefable

Capitulo 25

Greta Rossi

Abro mis ojos con pesadez y miro a mi alrededor reconociendo de inmediato la habitación. Sonrió al recordar la noche que había pasado y siento mis mejillas calentarse.

Me volteo despacio y veo a Raven profundamente dormido. Soltaba uno que otro ronquido. Su cabello estaba muy desordenado y cubría parte de sus ojos. Veo las marcas rojizas de su espalda y me siento culpable de haberlo lastimado.

Las ganas de ir hacer pis se hicieron presente y me levanté de la cama sin hacer mucho ruido. Entro al baño y hago mis necesidades, luego me lavo las manos y me miró finalmente al espejo. Jadeo al ver el desastre que era. Mi cabello estaba enredado y mi maquillaje estaba corrido.

Me desmaquillo quitando lo que quedaba de maquillaje y peine mi cabello dejándolo amarrado en una desordenada coleta. Cepille mis dientes y lave mi rostro.

Salgo del baño y veo que Raven sigue dormido, me recuesto a su lado y quitó los mechones de su cabello que cubría sus ojos, paso mi índice por su rostro con suavidad. Raven se mueve ligeramente y siento su brazo alrededor de mi cintura.

—¿Cómo dormiste?—pregunta Raven aún medio somnoliento

—Bien—respondo y juego con su cabello

Raven abre sus ojos dejándome ver ese hermoso color azulado. Sonríe al verme y besa mi mejilla sacándome una risa.

—¿Cómo te sientes?—pregunta Raven—¿Te duele algo?

—Me siento bien—le aseguro sonriendo—. Solo me gustaría tomar la píldora

—Okey—asiente Raven—pero antes, quiero un poco de ti.

Raven me sube a su regazo y me besa los labios, yo sigo su beso totalmente encantada y siento como con sus manos separan mis piernas.

Su miembro se deslizan por mis pliegues y gemi contra su boca, excitada de poder volverlo a tener dentro de mi.

Raven mueve mis caderas de arriba hacia abajo provocando que aquel nudo de nervios roce por su pelvis, aumentando mi placer. Ambos jadeamos por la falta de aire, mientras que Raven era quien estaba dominando todo.

Tiro mi cabeza hacia atrás y solté un gran gemido cuando llegue a mi climax, volviendo mi cuerpo tembloroso. Raven gimió y pude sentir como me lleno con su semilla.

Respiramos pesadamente y nos damos un último beso. Me recuesto sobre su pecho y el acaricia mi espalda desnuda.

—Tengo hambre—hago un pequeño puchero

—Sabes que puedes comerme a mi—sonrie pícaro

—Es enserio—lo regaño

—Bueno, podemos preparar algo—juega con los mechones de mi cabello—. ¿Que se te apetece?

—Que tal, waffles—sugiero

—Okey—sonrie

Nos damos un último beso y nos levantamos de la cama. Raven se pone su boxer, tome su camisa y la pase por mi cuerpo, la abotone y pude ver lo grande que me quedaba.

Llegaba hasta la mitad de mis muslos, cubriendo mi trasero. Me coloque bragas limpias y voy hacia la cocina donde Raven ya estaba sacando todo los materiales para preparar los waffles.

—Tu elige que podemos echarle a los waffles y yo hago la mezcla—me indica Raven

—Esta bien

Busco en la nevera fresas, arándanos y saco dos plátanos, junto el bote de miel y la salsa de chocolate. Empiezo a picar la fruta mientras que Raven terminaba de hacer la mezcla de los waffles.