Unos meses más tarde
Greta Santoro
Cargo a Daniel en mis brazos y este agita su nuevo sonajero con mucho entusiasmo. Mi pequeño bebé ya tenía seis meses. Daniel hace tan solo una semana había cumplido los seis meses
Camino por el piso para ir hacia la sala y poder dejarlo en su corral. Lo dejo sentado en su corral y enciendo la tele para que viera sus caricaturas. Daniel empezó agarrar los juguetes más cercanos y empezó a jugar muy entusiasmado.
Sonrió viendolo y me dispongo a ir hacer su papilla para poder darle de comer.
Estos últimos meses han sido un lío de emociones, luego de la consulta con mi ginecóloga dónde se había determinado que era casi imposible tener un bebé, los exámenes que me hicieron lo confirmaron.
Los daños que dejaron las drogas en mi sistema impedía que yo pudiera tener un bebé completamente sano. La posibilidad de quedar embarazada era muy baja y era una alta probabilidad de que lo perdiera en cuestión de semanas, aún que aún tenía la esperanza de poder quedar embarazada de Raven.
Cada mes, me realizaba una prueba de embarazo, con la esperanza que diera al menos un positivo, pero siempre era lo mismo. Negativo.
Raven siempre estaba a mi lado apoyándome en ese dolor, habían noches en las cuales solo lloraba en sus brazos.
Por otro lado, el se encargaba de toda la organización y trataba de llegar a los culpables de la muerte de sus padres y sobre todo de los culpables de mi drogadicción.
Ya habíamos adoptado a Daniel. Lo que lo convirtió en un Santoro más. Las primeras semanas fue un poco duro, ya que la organización no le gustaba la idea de que Daniel no fuera nuestro hijo biológico, pero Raven le dió igual y lo declaró su heredero.
Veinte minutos después, camino a la sala y dejo la papilla de Daniel sobre la mesa de centro. Cargo a mi bebé, que sonríe al verme mostrándome su sonrisa desdentada.
-Es hora de comer, pequeño.
Siento a Daniel en mi regazo y le coloco su babero, para así no manchar su ropa. Acerco su comida y saco un poco de papilla de su plato.
Hace solo tres días habíamos empezado la alimentación complementaria, aún tanteaba el camino para saber que le gusta y que no.
Ahora le había preparado una crema de verduras, esperaba que le gustará.
Daniel abre su boca cuando le ofrezco la cuchara y saborea la crema mientras mantenía su mirada fija en las caricaturas de la televisión.
Vuelvo ofrecerle un poco más de crema y Daniel la acepta sin problema. Nueva comida superada. Un par de cucharadas más para que Daniel empezará a pedirme su vasito con agua.
Lo tomo muy ansiado y casi se termina su agua. Veo que el plato estaba ya casi vacío, así que le ofrezco una nueva cucharada, pero me la rechaza.
Dejo el plato aún lado y limpio su boca con un paño húmedo. Mi celular suena anunciando una llamada y me levanto del sofá con Daniel en mis brazos. Alcanzo mi celular y veo que era Raven. Atiendo la llamada.
—Hola—saludo a Raven apenas atiendo la llamada
—Hola princesa—responde Raven, su voz delató el cansancio que tenía
—¿Tienes mucho trabajo?
—Acabo de salir de una reunión, es agotador—suspira—. ¿Cómo están?
—Bastante bien—respondo y vuelvo a sentarme en el sofá, alcanzo unos juguetes de Daniel y se los entrego—. Daniel acaba de terminar su comida y ahora está jugando.
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Inefable
Dla nastolatkówInefable. Algo que no puede ser explicado con palabras. No podía explicar el como me sentía luego de que el me rescatará. Que me salvará del infierno en dónde había estado por casi tres meses. La noche en que me secuestraron, sentí que había perdi...