Rhaegar Targaryen caminaba por los pasillos de Dragonstone, sus pasos firmes resonando en las antiguas piedras. Se dirigía a una sala apartada, donde sabía que su hijo Lucerys estaba recibiendo sus lecciones de alto valyrio. Al llegar a la puerta, se detuvo por un momento, escuchando la voz del maestre y la respuesta insegura de su hijo.
"Drakon," dijo Lucerys, "skorī dāez rovāltan."
Rhaegar sonrió suavemente al escuchar la leve pero evidente equivocación en la pronunciación. Entró en la sala sin hacer ruido y se detuvo detrás de su hijo. "Es 'skorī dāez rovāltas'," corrigió Rhaegar con una voz suave pero firme.
Lucerys levantó la mirada, sorprendido y algo avergonzado. "Padre," dijo, enderezándose en su asiento.
El maestre se retiró discretamente, dejando al padre y al hijo en la sala. Rhaegar se acercó a la mesa y se sentó frente a Lucerys. "Estás haciendo un buen trabajo, hijo. El alto valyrio no es fácil de dominar."
Lucerys bajó la mirada, sus manos jugando nerviosamente con el borde del pergamino. "No puedo ser el Señor de las Mareas," murmuró, casi para sí mismo. "Mi abuelo fue el más grande marinero que ha existido, y yo... yo me mareo en los barcos. No quiero Driftmark."
Rhaegar lo observó con atención, reconociendo la carga que pesaba sobre su hijo. "Es tu derecho, Lucerys. Al igual que yo, quien todavía a mi edad sigo estudiando para ser un digno rey cuando Viserys, tu abuelo, ya no esté. Es nuestro deber prepararnos para lo que el destino nos depara."
Lucerys levantó la mirada, sus ojos llenos de una mezcla de frustración y desesperación. "Pero yo no soy como tú, padre. No soy perfecto."
Rhaegar sonrió, su expresión suavizándose. Se inclinó hacia adelante y juntó su frente con la de su hijo, plantando un beso en la frente de Lucerys. "Mi dulce niño, estoy lejos de ser perfecto."
Lucerys lo miró, desconcertado. "Pero siempre haces todo bien. Todos te admiran."
Rhaegar se recostó en su asiento, tomando una profunda inspiración. "La perfección es una ilusión, Lucerys. He cometido errores, muchos de ellos. He dudado de mí mismo más veces de las que puedas imaginar. Pero lo importante es que seguimos adelante, aprendemos de nuestros fallos y hacemos lo mejor que podemos por aquellos a quienes amamos."
Lucerys frunció el ceño, considerando las palabras de su padre. "Pero, ¿y si no soy lo suficientemente bueno para ser el Señor de las Mareas?"
Rhaegar extendió una mano, colocando suavemente su palma sobre la de Lucerys. "No se trata de ser perfecto, hijo. Se trata de ser justo, de ser valiente, de ser tú mismo. Tu abuelo fue un gran marinero, pero tú tienes tus propias fortalezas. Encuéntralas, cultívalas y deja que te guíen. Driftmark necesita un líder que sea auténtico, no una copia de alguien más."
Lucerys asintió lentamente, comprendiendo la verdad en las palabras de su padre. "Lo intentaré, padre."
Rhaegar sonrió con orgullo. "Eso es todo lo que puedo pedir. Y recuerda, no estás solo. Siempre estaré aquí para ayudarte, para guiarte. Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío."
El ambiente en la sala se llenó de una calidez reconfortante. Padre e hijo permanecieron juntos, compartiendo un momento de comprensión y apoyo que fortalecería su vínculo y prepararía a Lucerys para el futuro que le esperaba.
Rhaegar se acomodó en el asiento, su mirada fija en su hijo. "Cuando tenía tu edad, también me sentía abrumado por las expectativas. Mi padre, Viserys, era un hombre formidable, y yo sentía que nunca podría estar a su altura. Pasaba noches enteras estudiando y entrenando, intentando ser el príncipe perfecto. Pero aprendí que no se trata de ser perfecto, sino de ser capaz de adaptarse y crecer con cada desafío."
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Dragón Blood
Fanfiction"What happens in Dragonstone stays in Dragonstone" "Where Rhaegar desires the twin Rhaenyra but also desires her uncle Daemon and her husband's father, Corlys." Daemon Targaryen x Male Oc Rhaenyra Targaryen x Male Oc Corlys Velaryon x Male oc