XIII

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Rhaegar estaba en sus aposentos en Dragonstone, revisando los informes de las actividades recientes, cuando un mensajero entró apresuradamente, una carta en la mano. El hombre, visiblemente agitado, hizo una reverencia profunda antes de entregar la misiva. Rhaegar rompió el sello de inmediato, reconociendo la marca de los Velaryon.

La carta, escrita con urgencia, detallaba la situación en Driftmark. Lord Corlys Velaryon, el Señor de las Mareas, estaba gravemente herido. Su hermano, Vaemond Velaryon, había decidido llevar el asunto de la sucesión directamente al Rey en King's Landing. Sin embargo, debido a la indisposición del Rey, la decisión recaería sobre la Reina Alicent y la Mano del Rey, Otto Hightower. Vaemond, con sus propias ambiciones en juego, planeaba saltarse a los legítimos herederos: Lucerys, Visenya y Daenys.

Rhaegar frunció el ceño. Esta maniobra política podía desatar una serie de conflictos indeseados. No había tiempo que perder. Se levantó de su asiento y se dirigió hacia los aposentos de Rhaenyra, su esposa.

"Rhaenyra," dijo, entrando con determinación, "acabo de recibir noticias preocupantes de Driftmark. Vaemond Velaryon está intentando manipular la sucesión. Tenemos que ir a King's Landing de inmediato."

Rhaenyra, que estaba repasando mapas de la región, levantó la vista. Sus ojos se estrecharon al escuchar las palabras de su esposo. "Eso no lo podemos permitir," respondió. "Avisaré a Daemon. Nos reuniremos en la sala principal en una hora."

Mientras Rhaenyra se dirigía a buscar a Daemon, Rhaegar se dirigió a sus hijos. Lucerys, Visenya y Daenys estaban entrenando en el patio bajo la supervisión de Morgana Stark, la mejor amiga y escudera de Rhaegar.

"Morgana," llamó Rhaegar, "necesito que prepares a los niños. Nos dirigimos a King's Landing."

Morgana, una mujer de porte decidido y ojos agudos, asintió. "Entendido, Rhaegar. Los prepararé de inmediato."

Lucerys, Visenya y Daenys, conscientes de la urgencia en la voz de su padre, se acercaron rápidamente. "Padre," preguntó Lucerys, "¿qué está pasando?"

"Hay un asunto de gran importancia que debemos resolver en la corte," explicó Rhaegar mientras ayudaba a Visenya a ajustar su cinturón de espada. "Vaemond Velaryon está intentando reclamar lo que no le pertenece. Vamos a asegurar que se haga justicia."

Mientras tanto, Rhaenyra había encontrado a Daemon en sus aposentos, su esposo y compañero de batalla, afilando su espada con una expresión de concentración. Sin necesidad de muchas palabras, ella le explicó la situación.

"Vaemond Velaryon está jugando con fuego," comentó Daemon con un brillo peligroso en los ojos. "No permitiremos que usurpe los derechos de nuestros hijos."

"Así es," asintió Rhaenyra. "Rhaegar ya está preparando a los niños. Partiremos de inmediato hacia King's Landing."

Poco después, la familia se reunió en el salón principal. Daemon ya estaba listo, con una expresión de resolución en su rostro. Rhaenyra estaba a su lado, sus ojos brillando con determinación.

Morgana, que había preparado a los niños con rapidez y eficiencia, llegó justo a tiempo para unirse al grupo. "Estamos listos," informó, montando su propio caballo, preparada para cualquier eventualidad.

La comitiva partió hacia King's Landing en un clima de tensión palpable. Mientras volaban en sus dragones, el rugido de las bestias llenaba el aire, anunciando su presencia a todos los que estuvieran en el camino. Rhaegar montaba a su poderosa dragona, Valkyria, mientras Rhaenyra cabalgaba a Syrax y Daemon a Caraxes, y Morgana se mantenía cerca en el barco junto a los menores, con una mirada vigilante sobre la familia real.

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