Kakasaku One Shots IA

Un Destello de Amor

En la oficina del Hokage, Kakashi Hatake estaba sentado detrás de su escritorio, rodeado de montañas de papeles y documentos que parecían nunca acabar. Suspiró, frotándose la frente con una mano. Ser Hokage no era fácil, y aunque lo llevaba con dignidad, a veces extrañaba los días de misiones en el campo.

De repente, un suave golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos.

—Adelante —dijo, tratando de disimular su cansancio.

La puerta se abrió y apareció Sakura Haruno, una sonrisa cálida en su rostro. Kakashi sintió una extraña mezcla de sorpresa y alivio al verla.

—Hola, Kakashi-sensei —saludó ella, entrando con una carpeta en las manos—. Pensé que podrías necesitar algo de ayuda con todo esto.

Kakashi levantó una ceja bajo su máscara.

—¿Y por qué crees que necesito ayuda, Sakura?

—Porque sé cuánto te gusta evadir el papeleo —respondió ella con una sonrisa traviesa—. Además, Tsunade-sama me pidió que te echara una mano.

Kakashi sonrió detrás de su máscara. Agradecía la intervención de su antigua alumna.

—Bueno, si Tsunade-sama lo ordenó, no puedo negarme. ¿Qué tienes ahí?

Sakura se acercó al escritorio y dejó la carpeta. Kakashi no pudo evitar notar cómo el sol, al atardecer, iluminaba el cabello rosado de Sakura, dándole un brillo casi etéreo.

—Son algunos informes médicos que necesitan tu firma. También traje algunos documentos que requieren revisión urgente. —Sakura comenzó a organizar los papeles con eficiencia, mostrando su experiencia como ninja médica y asistente de Tsunade.

Mientras trabajaban en silencio, Kakashi no pudo evitar admirar la dedicación y profesionalismo de Sakura. Había crecido tanto desde aquellos días en el Equipo 7. Era una mujer fuerte, capaz y hermosa.

—¿Te molesta que me quede aquí a ayudarte? —preguntó Sakura de repente, sacando a Kakashi de sus pensamientos.

—En absoluto —respondió él rápidamente—. Tu compañía es más que bienvenida.

Pasaron varias horas trabajando juntos. Sakura le explicaba algunos detalles médicos cuando era necesario, y Kakashi firmaba y revisaba los documentos con eficiencia renovada. Había algo en la presencia de Sakura que le daba energías.

Finalmente, después de lo que parecieron eternas horas, terminaron con el papeleo. Sakura se estiró y dejó escapar un suspiro de alivio.

—¡Uf! Eso fue intenso, pero al menos terminamos. —Sonrió a Kakashi, quien asintió con una sonrisa detrás de su máscara.

—Gracias, Sakura. No sé qué habría hecho sin tu ayuda.

—Siempre puedes contar conmigo, Kakashi-sensei. —Sus ojos verdes brillaron con una calidez que hizo que el corazón de Kakashi latiera un poco más rápido.

Hubo un momento de silencio, cargado de una tensión suave pero palpable. Sakura se acercó un poco más, apoyando una mano en el escritorio.

—Kakashi... siempre he admirado tu fuerza y tu dedicación. Eres un gran líder y un hombre increíble. —Su voz era suave, casi un susurro.

Kakashi sintió un nudo en la garganta. No era bueno con las palabras, especialmente en momentos como este. Se levantó de su silla y se acercó a ella.

—Sakura, tú también eres increíble. Has crecido mucho, y me siento orgulloso de ti cada día.

Sakura dio un paso más cerca, sus rostros a solo centímetros de distancia. Podía sentir el calor de su aliento.

—Kakashi, yo... —Comenzó a decir, pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta. En lugar de hablar, se inclinó y, con suavidad, levantó la máscara de Kakashi lo suficiente como para poder besarlo.

El beso fue suave y lleno de una emoción contenida durante mucho tiempo. Kakashi respondió con la misma ternura, sus brazos envolviendo a Sakura, acercándola más.

Cuando finalmente se separaron, ambos respiraban con dificultad, pero sonreían.

—Tal vez deberíamos salir a cenar alguna vez —sugirió Kakashi, su voz un poco ronca.

Sakura sonrió ampliamente.

—Me encantaría, Hokage-sama.

Y así, en el ocaso de un día largo y agotador, dos corazones encontraron consuelo y amor en la presencia del otro.