Cuidando el Corazón

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El sol apenas se asomaba en el horizonte cuando Kakashi Hatake se despertó. Notó de inmediato que la otra mitad de la cama estaba vacía y fría, lo cual era inusual. Normalmente, Sakura Haruno, su pareja, aún estaría acurrucada a su lado a esa hora. Se levantó y salió del dormitorio, buscando a Sakura.

La encontró en la sala de estar, envuelta en una manta, con una taza de té a medio beber en la mesa frente a ella. Su rostro estaba pálido y sus ojos mostraban signos de cansancio y malestar.

—Sakura, ¿qué sucede? —preguntó Kakashi con preocupación mientras se arrodillaba a su lado.

Sakura levantó la vista, su voz apenas un susurro.

—Me desperté sintiéndome mal. Debe ser un resfriado o algo así.

Kakashi le puso una mano en la frente, notando que estaba ardiendo de fiebre.

—Estás muy caliente, Sakura. Necesitas descansar y cuidarte. Déjame ocuparme de ti hoy.

Sakura intentó protestar débilmente.

—No quiero ser una carga, Kakashi. Tengo mucho trabajo en el hospital...

Kakashi la interrumpió suavemente.

—Tu salud es más importante ahora. El hospital puede esperar. Tú no eres una carga para mí, nunca lo serás.

Con cuidado, la ayudó a levantarse y la llevó de vuelta al dormitorio. La acostó en la cama y la cubrió con mantas adicionales para mantenerla caliente. Luego, se dirigió a la cocina para preparar un poco de sopa caliente y té de hierbas, sabiendo que eso la ayudaría a sentirse mejor.

Cuando regresó al dormitorio con la sopa y el té, encontró a Sakura medio dormida, su rostro aún mostrando signos de incomodidad. Se sentó a su lado y la despertó suavemente.

—Sakura, te traje algo de sopa y té. Tienes que comer algo para mantener tus fuerzas.

Sakura abrió los ojos y sonrió débilmente.

—Gracias, Kakashi. Eres demasiado bueno conmigo.

Kakashi sonrió y la ayudó a sentarse, sosteniendo la sopa para que pudiera beberla sin esfuerzo.

—No hay nada que no haría por ti, Sakura. Eres mi todo.

Sakura sintió un nudo de gratitud y amor en su corazón. A pesar de su malestar, se sintió afortunada de tener a alguien como Kakashi a su lado.

Después de comer, Kakashi se quedó a su lado, sosteniendo su mano y hablando suavemente con ella, contándole historias y recuerdos para mantener su mente ocupada y distraída del malestar. La fiebre comenzó a disminuir gradualmente, y Sakura se sintió más relajada.

—¿Recuerdas la vez que nos quedamos atrapados en esa tormenta en misión? —preguntó Kakashi, una sonrisa juguetona en su rostro.

Sakura asintió, recordando aquel momento.

—Sí, me acuerdo. Fue la primera vez que te vi sin tu máscara, aunque fuera por un breve momento.

Kakashi se rió suavemente.

—Esa fue una aventura. Y ahora, aquí estamos, cuidándonos el uno al otro.

Sakura apretó su mano, sintiendo una oleada de amor y gratitud.

—Gracias, Kakashi. No sé qué haría sin ti.

Kakashi se inclinó y la besó en la frente.

—Siempre estaré aquí para ti, Sakura. En la salud y en la enfermedad.

Sakura se sintió abrumada por el amor y la calidez en sus palabras. Cerró los ojos, dejándose llevar por la tranquilidad que Kakashi le proporcionaba. Sabía que, con él a su lado, podría superar cualquier adversidad.

Mientras el día avanzaba, Kakashi se aseguró de que Sakura estuviera cómoda y bien atendida, no dejándola sola ni por un momento. Su cuidado y devoción ayudaron a que Sakura se sintiera mejor más rápido, y para la noche, su fiebre había disminuido considerablemente.

—Me siento mucho mejor, gracias a ti —dijo Sakura, sonriendo débilmente.

Kakashi sonrió de vuelta, acariciando suavemente su mejilla.

—Me alegra escuchar eso. Descansa un poco más y mañana estarás como nueva.

Sakura asintió, sintiéndose más segura y amada que nunca.

—Te amo, Kakashi.

Kakashi se inclinó y la besó suavemente en los labios.

—Y yo te amo, Sakura. Siempre.

Mientras la noche caía, se acurrucaron juntos, encontrando consuelo y fuerza en su amor mutuo. Sabían que, sin importar los desafíos que enfrentaran, siempre estarían allí para cuidarse y apoyarse el uno al otro. Porque, al final del día, el amor verdadero siempre encuentra la manera de sanar incluso las heridas más profundas.

Kakasaku One Shots IADonde viven las historias. Descúbrelo ahora