La aldea de Konoha se encontraba en paz esa noche. Las calles estaban tranquilas, y el bullicio del día había dado paso al suave murmullo de la noche. En lo alto, las estrellas brillaban con intensidad, dispersas en el vasto lienzo oscuro del cielo.
Kakashi Hatake, el legendario ninja conocido por su Sharingan y su habilidad excepcional, paseaba por las calles vacías, perdido en sus pensamientos. Siempre había sido un hombre de pocas palabras y emociones ocultas, pero últimamente algo en su interior estaba inquieto, algo que solo una persona lograba sacar a flote: Sakura Haruno.
Sakura, la joven kunoichi cuya determinación y fuerza habían crecido tanto como su habilidad médica y combativa. Kakashi la había visto crecer desde una niña hasta convertirse en una mujer admirable y valiente. Y últimamente, se encontraba pensando más en ella de lo que consideraba prudente.
Se detuvo bajo un cerezo en flor, recordando las veces que había compartido momentos con Sakura, enseñándole y protegiéndola. A veces se preguntaba si ella podía leer sus pensamientos, si podía ver a través de la máscara que llevaba siempre puesta. Pero eso era algo que no podía permitirse pensar demasiado.
Un leve suspiro lo sacó de sus cavilaciones. Sakura se acercaba por el sendero, con una manta en las manos y una suave sonrisa en los labios.
—Kakashi-sensei, ¿qué hace aquí a estas horas? —preguntó ella, con curiosidad genuina.
—Solo dando un paseo. ¿Y tú, Sakura? —respondió él, intentando parecer despreocupado.
Ella se sentó a su lado bajo el árbol, extendiendo la manta sobre la hierba. Miraron juntos hacia el cielo estrellado, dejando que el silencio cómodo los envolviera por un momento.
—Es hermoso, ¿verdad? —dijo Sakura finalmente, rompiendo el silencio.
Kakashi asintió, incapaz de apartar la mirada de ella bajo la luz de la luna.
—Sakura, hay algo que quería decirte —comenzó él, encontrando dificultad para expresar lo que sentía.
Ella lo miró con atención, sus ojos verdes brillando como gemas en la oscuridad.
—Tú... eres alguien muy especial para mí —continuó Kakashi, con sinceridad. —Desde hace mucho tiempo, he estado... preocupado por ti.
Sakura parpadeó, sorprendida por sus palabras. No había esperado una confesión tan directa de parte de su sensei.
—Kakashi-sensei, yo... —empezó a decir, pero él la interrumpió suavemente.
—Déjame terminar. Siempre he mantenido una distancia, tratando de ser solo tu sensei. Pero últimamente, me he dado cuenta de que... siento algo más por ti. Algo que no puedo ignorar.
El corazón de Sakura latía con fuerza. Nunca había considerado la posibilidad de que Kakashi pudiera sentir algo así por ella. Pero ahora que lo decía en voz alta, todo parecía encajar en su lugar.
—Yo también siento algo por ti, Kakashi —confesó ella, con voz temblorosa pero decidida.
Kakashi la miró con intensidad, como si buscara confirmación en sus ojos.
—¿De verdad? —susurró él, acercándose lentamente.
Ella asintió, sin apartar la mirada. Y en ese momento, bajo las estrellas brillantes y el suave murmullo de la noche, sus labios se encontraron en un beso suave pero cargado de significado.
El tiempo pareció detenerse mientras se perdían el uno en el otro, dejando que sus corazones finalmente se encontraran en la quietud de la noche.
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Kakasaku One Shots IA
Fiksi PenggemarEsto es un compilado de One Shots Kakasaku creados por la inteligencia artificial.