Entre Sábanas de Consuelo

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El sol apenas comenzaba a filtrarse por las cortinas cuando Kakashi se preparaba en silencio para su próxima misión. Había dejado todo listo la noche anterior, pero ahora, con el momento de partir acercándose, se sentía reacio a abandonar la cama cálida y confortable que compartía con Sakura. Ella aún dormía profundamente, su cabello rosado esparcido sobre la almohada como un halo.

Kakashi se inclinó sobre ella con suavidad, rozando con los dedos su mejilla para despertarla. — Sakura. — susurró, tratando de no interrumpir su sueño con brusquedad.

Sakura murmuró algo ininteligible y se giró hacia él, aferrándose a la sábana como si tratara de evitar que se fuera. —Kakashi, no te vayas. — dijo en un susurro somnoliento, con los ojos apenas entreabiertos.

Kakashi sintió una punzada de culpabilidad por tener que dejarla así, pero también sabía que tenía que cumplir con su deber. — Sakura, tengo que irme. Es una misión importante. — explicó, intentando liberarse suavemente de su agarre.

— No ahora.— protestó Sakura, aferrándose más fuerte. — Quédate un poco más. Está haciendo frío afuera.

Kakashi suspiró, deseando poder complacerla pero sabiendo que no podía demorar más. — Lo siento, Sakura. Tengo que irme. — repitió, acariciando suavemente su cabello.

Sakura abrió los ojos completamente y lo miró con una expresión de súplica. — Solo un poco más, por favor. Siempre llegas tarde. Un día más no le hará daño a nadie. Todos conocen tu impuntualidad. — dijo, su voz cargada de emoción.

Kakashi se quedó mirándola por un momento, viendo el amor y la preocupación en sus ojos. Sabía que Sakura entendía la importancia de su trabajo, pero también anhelaba su compañía y protección. Tomó una decisión impulsiva y se deslizó de vuelta bajo las mantas, envolviéndola en un abrazo cálido.

— Está bien. — susurró Kakashi, acariciando su espalda. — Me quedaré un poco más.

Sakura sonrió, aliviada, y se acurrucó más cerca de él, sintiendo el latido constante de su corazón. Juntos, se permitieron disfrutar de unos momentos más de paz y tranquilidad, compartiendo el calor y la intimidad de la mañana temprana.

Con el tiempo, el sol se elevó más alto en el cielo, pero en ese momento, bajo las sábanas y entre los brazos de Sakura, Kakashi encontró el consuelo y la fortaleza que necesitaba para enfrentar cualquier desafío que el día pudiera traer.

Kakasaku One Shots IADonde viven las historias. Descúbrelo ahora