El Latido del Silencio

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El cielo sobre Konoha estaba teñido de un rojo intenso mientras el sol se ocultaba en el horizonte. La aldea había sido recientemente atacada, y las calles aún mostraban las cicatrices del enfrentamiento. Los ninjas heridos eran trasladados al hospital, y entre ellos se encontraba Kakashi Hatake.

Sakura, exhausta después de horas de curar a los heridos, recibió la noticia de que su antiguo maestro había sido llevado a la sala de emergencias. Su corazón dio un vuelco al escuchar su nombre y, sin perder un segundo, corrió hacia allí.

Al entrar en la sala, vio a Kakashi tendido en una camilla, inconsciente y con heridas graves en su torso y brazo izquierdo. La visión de su sensei en ese estado hizo que una ola de preocupación la invadiera, pero sabía que debía mantenerse firme y enfocada.

—Kakashi-sensei... —murmuró mientras se acercaba a él, su voz llena de determinación.

Comenzó a sanar sus heridas, canalizando su chakra con precisión. El tiempo parecía detenerse mientras trabajaba, concentrándose únicamente en salvar a Kakashi. Finalmente, después de lo que parecieron horas, su condición se estabilizó. Kakashi abrió los ojos lentamente, encontrándose con la mirada ansiosa de Sakura.

—Sakura... —dijo débilmente, su voz ronca por el dolor y el cansancio.

—No hables, Kakashi-sensei. Necesitas descansar —le ordenó, su tono firme pero lleno de cariño.

Kakashi intentó sentarse, pero un dolor agudo lo hizo detenerse. Sakura lo empujó suavemente de vuelta a la camilla.

—Te dije que no te movieras. Aún no estás completamente recuperado.

Él la miró, notando las ojeras bajo sus ojos y la tensión en su rostro. A pesar de su fatiga, había una fuerza en ella que lo impresionaba.

—Gracias, Sakura. Sabía que podía contar contigo —dijo con una sonrisa débil.

Ella sonrió en respuesta, una mezcla de alivio y preocupación en su expresión.

—Siempre estaré aquí para ti, Kakashi-sensei. No importa lo que pase.

Kakashi cerró los ojos, dejándose llevar por la calma que las palabras de Sakura le brindaban. Sin embargo, había algo más que necesitaba decirle, algo que había estado en su corazón durante mucho tiempo.

—Sakura... hay algo que necesito decirte —dijo, abriendo los ojos de nuevo y mirándola directamente.

—¿Qué es, sensei? —preguntó, su voz suave y atenta.

—Quiero que sepas que... he estado guardando estos sentimientos durante mucho tiempo. Tú significas más para mí de lo que puedas imaginar. Eres fuerte, valiente y... —Kakashi se detuvo, luchando por encontrar las palabras adecuadas—. Te quiero, Sakura.

Ella se quedó en silencio, sus ojos llenos de sorpresa y emoción. Las palabras de Kakashi resonaron en su corazón, y sintió una calidez que la inundaba.

—Kakashi... yo también te quiero —respondió, susurrando mientras se inclinaba hacia él.

Lentamente, Sakura se acercó y besó a Kakashi suavemente en los labios. Fue un beso lleno de ternura y promesas, un momento que selló lo que ambos habían sentido durante tanto tiempo.

Cuando se separaron, Kakashi sonrió, sintiendo una paz que nunca antes había experimentado.

—Prométeme que descansarás y te recuperarás —dijo Sakura, su voz firme pero amorosa.

—Lo prometo, Sakura —respondió Kakashi, cerrando los ojos mientras se dejaba llevar por el sueño, sabiendo que el amor de Sakura lo protegería y lo sanaría.

Bajo el cielo estrellado de Konoha, Kakashi y Sakura encontraron una nueva razón para luchar y sanar, unidos por un amor que había florecido en medio de la adversidad. Y mientras el silencio de la noche los envolvía, sus corazones latían al unísono, marcando el comienzo de un nuevo capítulo en sus vidas.

Kakasaku One Shots IADonde viven las historias. Descúbrelo ahora