Susurros Bajo la Lluvia

8 3 0
                                    


La lluvia caía suavemente sobre la aldea de Konoha, creando un ritmo constante y relajante que llenaba el apartamento de Kakashi y Sakura. Las gotas golpeaban las ventanas, formando pequeñas corrientes que resbalaban por el cristal. Dentro, la luz tenue de las lámparas y el suave murmullo del agua creaban una atmósfera de serenidad.

En el sofá del salón, Kakashi y Sakura estaban acurrucados juntos. Kakashi tenía su brazo alrededor de Sakura, quien descansaba su cabeza en su pecho, con los ojos medio cerrados. Sus dedos recorrían suavemente el cabello rosado de ella, enredándose y desenredándose en mechones, proporcionando un consuelo silencioso.

—¿Sabes? —susurró Kakashi, rompiendo el silencio apenas perceptiblemente—. Estaba pensando en cómo nos vendrían bien unas vacaciones.

—Mmm —respondió Sakura, su voz somnolienta y relajada—. ¿Dónde te gustaría ir?

—Kumo suena perfecto —dijo Kakashi, sus dedos bajando por su cuello en una caricia lenta—. Imagínalo: el aire fresco de las montañas, las vistas impresionantes, y sin ninguna misión ni responsabilidades.

—Eso suena como un sueño —murmuró Sakura, acurrucándose más cerca—. Podríamos caminar por las rutas montañosas, visitar las aguas termales y simplemente... descansar.

—Exactamente —asintió Kakashi—. Solo tú y yo, lejos de todo esto por un tiempo.

El ritmo de la lluvia proporcionaba una banda sonora perfecta para susurros y confesiones suaves. Sakura sonrió, disfrutando de la imagen mental de ellos dos en un lugar tan tranquilo y hermoso. Las caricias de Kakashi en su espalda eran hipnóticas, llevándola más cerca del sueño.

—Sería agradable despertar sin prisa —continuó Sakura, su voz apenas un murmullo—. Sin pacientes esperando, sin reuniones... solo nosotros dos.

—Y podríamos quedarnos en la cama todo el día si quisiéramos —agregó Kakashi, su voz baja y calmada—. Sin interrupciones, sin problemas.

Sakura dejó escapar un suspiro de satisfacción, sus dedos trazando pequeños círculos en el pecho de Kakashi. La lluvia seguía cayendo, su sonido convirtiéndose en un mantra relajante.

—Te amo, Kakashi —murmuró Sakura, sus palabras casi un suspiro.

—Y yo te amo, Sakura —respondió Kakashi, besando suavemente la cima de su cabeza—. Siempre.

El mundo exterior desaparecía en la serenidad de la lluvia y el calor de su abrazo. Los pensamientos de responsabilidades y obligaciones se desvanecían, reemplazados por la idea de un futuro donde el tiempo les pertenecía solo a ellos.

Se quedaron así, envueltos en el confort del otro, imaginando un lugar donde el mundo se detenía y solo existían ellos dos. En medio de la lluvia, sus corazones latían al unísono, soñando con días más tranquilos y momentos compartidos en un paraíso lejano.

Kakasaku One Shots IADonde viven las historias. Descúbrelo ahora