Una Noche para Recordar

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Sakura Haruno estaba acostumbrada a las misiones peligrosas y a las responsabilidades como ninja médica, pero una cita era un territorio completamente diferente. Mientras se miraba en el espejo, se acomodaba un mechón rebelde de cabello rosa detrás de la oreja. Se sentía nerviosa y emocionada a la vez. Kakashi Hatake, su antiguo sensei y uno de los hombres más enigmáticos de Konoha, la había invitado a cenar.

La cita había sido una sorpresa, pero Sakura no había podido resistirse. Kakashi tenía una manera de ser que siempre la intrigaba, y aunque sabía que su relación con él sería complicada, quería intentarlo.

Kakashi llegó puntual, con su habitual aire despreocupado y su máscara que nunca se quitaba. Sakura se preguntó si alguna vez la vería sin ella. Él la saludó con una sonrisa en los ojos y un pequeño ramo de flores en la mano.

—Buenas noches, Sakura —dijo, entregándole las flores—. Espero que te gusten.

—Son hermosas, Kakashi-sensei. Gracias —respondió ella, aceptándolas con una sonrisa.

—Kakashi. Solo Kakashi está bien esta noche —corrigió él suavemente.

Se dirigieron a un restaurante pequeño y acogedor que Kakashi había reservado. Era un lugar tranquilo, alejado del bullicio del centro de Konoha. La conversación fluyó con naturalidad mientras compartían historias de misiones pasadas, anécdotas de la academia y las travesuras de Naruto.

Después de la cena, Kakashi sugirió un paseo. Caminaban por las calles iluminadas por faroles, disfrutando de la noche fresca. Sakura se sentía relajada, más de lo que había esperado.

—Siempre he admirado tu dedicación, Sakura —dijo Kakashi de repente, deteniéndose junto a un puente que cruzaba un pequeño arroyo—. Eres una de las ninjas más talentosas y trabajadoras que conozco.

—Gracias, Kakashi. Tú también has sido una gran inspiración para mí —respondió ella, mirándolo a los ojos—. Siempre he querido entenderte mejor, conocerte más allá del sensei que nos guiaba.

Kakashi la miró, y por un momento, Sakura creyó ver una vulnerabilidad en sus ojos. Sin decir una palabra, él se inclinó hacia ella y levantó la máscara solo lo suficiente para besarla. Fue un beso suave, lleno de promesas y posibilidades. Cuando se separaron, ambos sonreían.

—Supongo que esta es una buena manera de empezar a conocernos mejor —dijo Kakashi, con una chispa de humor en su voz.

Sakura rió suavemente y asintió. Se tomó de su brazo y continuaron su paseo, sabiendo que esa noche era solo el comienzo de algo especial.

Kakasaku One Shots IADonde viven las historias. Descúbrelo ahora