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Nerviosismo en la primera cita

El sol comenzaba a ponerse sobre Konoha, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados. Kakashi Hatake se encontraba en su apartamento, mirando su reflejo en el espejo con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Hoy era el día de su primera cita con Sakura Haruno, y aunque había enfrentado innumerables peligros en el campo de batalla, esta situación se sentía sorprendentemente intimidante.

—Relájate, Kakashi. Es solo una cita. — murmuró para sí mismo mientras ajustaba su banda ninja en la frente. Había optado por un atuendo más casual de lo habitual: una camisa de color azul oscuro y unos pantalones negros. —Solo una cita. — repitió, tratando de convencerse.

Con una última mirada al espejo, decidió que ya era hora de salir. Caminó por las calles del pueblo, saludando a los conocidos que encontraba, pero sin poder evitar que su mente volviera una y otra vez a la misma pregunta: ¿Qué pensaría Sakura de él?

Sakura, por su parte, estaba en su apartamento terminando de prepararse. Había elegido un vestido sencillo pero elegante de color verde esmeralda, que resaltaba sus ojos. Ino, quien había venido a ayudarla a prepararse, le sonrió con picardía.

—Te ves hermosa, Sakura. Kakashi no sabrá qué decir cuando te vea. — dijo Ino, arreglando el último mechón de cabello de su amiga.

—Gracias, Ino. Estoy un poco nerviosa. Nunca pensé que Kakashi-sensei... bueno, Kakashi me invitaría a salir. — respondió Sakura, mordiéndose el labio inferior.

—Relájate y disfruta. Estoy segura de que será una noche maravillosa. — la animó Ino.

Sakura asintió, tomando un respiro profundo antes de salir a encontrarse con Kakashi en el lugar acordado, un pequeño restaurante acogedor en el centro del pueblo. Al llegar, lo vio esperándola en la entrada. Su nerviosismo se desvaneció un poco al ver la sonrisa cálida y tímida de Kakashi.

—Kakashi. — dijo ella, sonriendo.

—Sakura. — respondió él, sintiendo cómo su corazón latía un poco más rápido. —Te ves... increíble.

—Gracias. Tú también te ves muy bien. — dijo ella, sintiendo un leve rubor en sus mejillas.

Entraron al restaurante y se acomodaron en una mesa junto a la ventana. La conversación fluyó con naturalidad, recordando viejos tiempos y hablando de sus experiencias recientes. Kakashi se sorprendió al darse cuenta de lo fácil que era hablar con Sakura, de lo mucho que disfrutaba de su compañía.

Después de la cena, decidieron dar un paseo por el parque, donde las luciérnagas comenzaban a brillar en la oscuridad. Caminaban lado a lado, con una cómoda cercanía.

—Kakashi, ¿por qué decidiste invitarme a salir? — preguntó Sakura, rompiendo el silencio.

Kakashi se detuvo y la miró a los ojos. —Porque... he aprendido a apreciarte más allá de ser mi ex estudiante. Eres fuerte, inteligente y compasiva. Me di cuenta de que quería conocerte mejor, no como tu ex sensei, sino como Kakashi.

Sakura sonrió, sintiendo una calidez en su pecho. —Me alegra que lo hayas hecho. Siempre te he admirado, Kakashi, y creo que hay mucho más que podemos descubrir el uno del otro.

Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la presencia del otro. Luego, casi sin pensarlo, Kakashi tomó la mano de Sakura. Ella no se apartó, sino que apretó suavemente su mano, sintiendo que, quizás, este era el comienzo de algo hermoso.

Y así, bajo la luz de las estrellas y las luciérnagas, Kakashi y Sakura continuaron su paseo, con la promesa de nuevas aventuras juntos.