13. El gato y el ratón

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La hora acordada había llegado, y yo estaba como si nada en la sala de mi casa.

Jimin ahora estaba en su habitación de cristal.

Después de aquel momento donde lo besé, se había quedado tan callado como al principio.

Le había vestido yo porque él parecía incapaz de moverse por sí mismo y al finalizar lo llevé hasta la habitación donde debería estar.

Le llevé su desayuno después y me dediqué a esperar lo inevitable.

El timbre de mi casa resonó por todo el lugar y me puse de pié para ir a abrir.

Sus ojos de inmediato analizaron todo de mi.

     —Detective Jung.

El hombre se quitó sus lentes oscuros que traía puestos y asintió levemente con su cabeza.

     —Señor Min, gracias por aceptar hablar conmigo. ¿Puedo pasar?

Asentí obviamente dejando la puerta abierta para que pudiera pasar. Vi como se quitó su saco largo dejándolo en el perchero.

Comenzó a  caminar lentamente observando todo a su alrededor con detenimiento, con sus manos metidas en los  bolsillos de su pantalón.

Después de la primera  exhaustiva observación y de dar pasos en círculos en la sala de mi casa se detuvo fijando sus ojos en mí.

     —¿En dónde está? —Preguntó sin andarse con rodeos, taladrando hasta mi cerebro con sus dos ojos que parecían juzgar hasta la más mínima mueca insignificante en mis facciones.

Yo permanecí impasible por supuesto, no iba a negar que me había sorprendido la manera tan rápida en la que había deducido que Jimin estaba conmigo.  Pero mi rostro no reflejó pizca de inseguridad o miedo, más bien parpadee dos veces, fingiendo sorpresa absoluta.

     —¿Perdón... qué?

     —Que... ¿En dónde está Kim Jimin,  Señor Min —El detective Jung caminó hasta colocarse al frente de mí.

     —¿Por qué debería de saber yo en dónde está? ¿Me está acusando de algo Señor Jung?

El hombre no dejaba de analizarme de pies a cabeza, ya conocía yo al detective Jung pero no éramos amigos mucho menos éramos cercanos de alguna manera. Los Kim eran tan conocidos en la Crema y Nata que eran amigos de muchas personas, incluso la familia Jung.

Ellos tanto como yo acudíamos siempre a todas las actividades de la familia Kim, jamás hablamos más allá de un "buenas noches". Tenía algo en su mirada que lograba hacer que lo repeliera con todas mis fuerzas.

Parecíamos dos imanes al colocarse de manera incorrecta.

Quizá era el hecho de que ese hombre era bastante astuto y sabía analizar con tan sólo una mirada.

Ahora yo debía ser más astuto que él.

No me extrañaba que Jung estuviera buscando a Jimin,  él era un viejo amigo de la familia.

     —Oh, claro,  sólo es una pregunta de rutina Señor Min...

     —Claro,  Jung dejemos las formalidades a ún lado y vamos a lo que importa.  ¿Acaba de decir que yo sé donde está ese chico?

El detective asintió de inmediato.

     —Es una suposición Min, es lo que hago,  suponer... desconfiar, averiguar.

     —Entiendo, pero ¿En qué se basa para decir que Jimin está conmigo?

Me acerqué hasta un enorme mueble de pared que había al fondo de mi sala, ahí tenía una caja de madera, con tapadera tallada que provenía directamente de Cuba.

❀𝔇𝔞𝔯𝔨   𝔒𝔟𝔰𝔢𝔰𝔰𝔦𝔬𝔫❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora