Capítulo 6

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Marco entra al elevador y baja, en cuestión de minutos está en el área de la piscina. Ve a la rubia tomando el sol en una de las sillas alrededor de la piscina. Camina hasta ella decidido lograr su cometido, avanza a paso firme. Se detiene frente a ella y carraspeó su garganta. La chica abre sus ojos poco a poco tapando la luz del sol con su mano.
—Usted es la señora Greens. —ella lo mira confundida.
—¿Perdón? —logra ver al hombre frente a ella. «“No puede ser, era el mismo de la exposición”». su conciencia se hace presente.
—¿Qué si es la señora Greens? —Destiny se pone nerviosa, piensa que fue descubierta.
—Creo que me confunde. —dice ignorando al hombre, no dejará ver su mentira, era su última noche.
— Destiny O'Reilly. —sus ojos se abrieron más si eso era posible, dejando ver sus dos lunas azules. Ya no podría negar su identidad. Sí fue descubierta no podría hacer nada. Pagaría los servicios y se marcharía antes de lo previsto.
— Si, soy yo, dice levantándose de la tumbona— ¿le puedo ayudar?
— Sí, necesito que devuelva la pintura. Se le estará devolviendo el total de su inversión sólo...
— No, y no insista por favor. No voy a cambiar de parecer. — dice tajante, volteandose de espalda para dejar a la vista su hermoso cuerpo.
Marco la mira de arriba abajo «definitivamente lo que esa mujer necesita es un estrujón en nuestra cama"» asegura su lado travieso. Sus pensamientos lujuriosos se fueron cuándo su lado sensato le acordó las razones por la que estaba allí.
— Signora— dice este pero ella no le hace caso. — Destiny —dice vencido. La mujer lo mira.
— Esa es mi última palabra. No hay vuelta atrás y deje de molestar o me quejaré con la gerencia.
— Eso quiero verlo yo — la reta— si no recuerdas estas usurpando a la señora Greens.
Un taco se acumuló en su garganta. Le había dolido grandemente pensar que ella no era ni será la señora Greens. Su rostro se entristece, Marco se dió cuenta que algo pasaba. Quiso aclarar las cosas pero en eso llegó un hombre y los interrumpió.
— Dest. ¿estás bien? — pregunta Adrián. Destiny niega y se tira en sus brazos para entonces sentirse segura. Por un momento nada tenía sentido para ella. Pero Adrián estaba ahí y con él se sentía en confianza.

A Marco no le gustó nada que Destiny se refugiara en los brazos de aquel hombre. Odio por un momento a la mujer. Tenía que ser como todas, una fáciles que cambian de hombres como de ropa. Era como todas, de seguro hasta a un hijo dejó botado para ir a darse la gran vida a España. Cerró sus puños bajo la frustración.
—¿Que le hicistes imbécil? —suelta de golpe Adrián sacando a Marco de su letargo, Marco no supo qué decir.
—No he dicho nada que no sea verdad. —dice al fin enfrentando a Adrián, en realidad solo había dicho lo que a leguas se veía.
—Que se vaya por favor Adrián, no quiero verlo. —dice Destiny escondiendo su rostro en el pecho de Adrián.
—Me voy, signorita, pero nos volveremos a ver, no desistiré hasta que esa pintura sea mía.

Adrián acompaña a Destiny hasta su habitación. Él no iba a permitir que alguien le hiciera daño. Destiny ya más reconfortada le pide que la acompañe. No quería estar sola o al menos por unos minutos. Adrián mira con detenimiento la habitación, si bien él había entrado a las habitaciones más económicas, está se desbordaba en lujos, se veía que Destiny era una mujer adinerada.
Adrián recibió un vaso de whisky escocés y se sentó en la butaca que había en la mini sala que tiene la habitación. Hablaron amenamente por unos minutos. Adrián aprovecha para invitarla a cenar como modo de disculpa por no haber llegado el jueves como habían acordado. Ella aceptó, ya que era en plan de amistad.
No estaba para amores y menos cuando andaba de paso. Ya en la mañana se iría a Zaragoza para disfrutar de los hermosos lugares turísticos. Extrañaría a Vanessa, en realidad sin ella todo era más monótono, pero entendía su circunstancias y la apoyaría siempre.
Esperó que algún agente del hotel fuera a reprocharle por haber tomado la recepción de Justin pero nadie llegó nunca. Se sintió más tranquila, así que decidió salir rumbo al restaurante del hotel. Se encontró con un Adrián muy apuesto. Tenía un traje tres piezas azul marino combinado con su corbata y una camisa gris. Sus ojos azules contrataban con su traje y su cabello negro lo hacía lucir más imponente, cualquier mujer estaría envidiando la por semejante compañía, en cambio a Destiny solo la movía el hacer amistad y nada mas. Debía curar primero su corazón, para poder entregarse por completo a un hombre, por más guapo que fuera.
Adrián se veía un buen chico, pero había algo en él que no llegaba a agradarle. Pasó una velada muy amena. Bebieron el mejor vino y comieron sin problemas. Destiny vio que el hombre se puso nervioso y se puso alerta.
— Destiny, sé que te conozco muy poco y no hemos tenido oportunidad de conocernos mejor, pero me gustaría saber... —el hombre se ve interrumpido por un mesero que pregunta si desean algo más. Adrián mira a Destiny—. ¿deseas postre o algo más? —La mujer declina.
— Sigue hablando —le pide una vez el mesero se retira.
— Si, como te decía —mueve sus manos con nerviosismo — sé que nos conocemos muy poco pero para eso es, para que nos conozcamos. A mi me gustas mucho y creo que... — Destiny se pone seria debía cortarlo y no darle largas al asunto.
— Discúlpame Adrián, no es mi intención darte a demostrar que me interesas como pareja. Solo te veo como un buen amigo. — dice matando sus ilusiones — ya mañana no estaré aquí, y no voy a parar mi rumbo. Quiero darme el tiempo de conocer Europa o al menos algunos lugares.
— Si quieres yo te acompaño. — se ofrece.
— No — le dió una sonrisa conciliadora. —Deseo viajar sola, encontrarme y curar desde dentro todas mis heridas. Perdóname pero no creo ser la mujer que necesitas en este momento.
El hombre asiente con sus hermosos ojos azules triste. Lo había cortado sin aún terminar la propuesta. Destiny era diferente a las demás lo había notado desde el momento en que la vió por primera vez en la piscina. Le dolía no poder ser el hombre ideal para ella. Terminaron de cenar y él como un caballero la escoltó hasta su habitación.
Cuando llegaron al frente de la puerta Adrián se acerca a Destiny y deja un tierno beso en la comisura de sus labios. Destiny se removió incómoda y él entendió que no le gusto la acción.
Destiny entra a su habitación dejando al hombre en la puerta. No le había gustado su atrevimiento más cuando ella le había dicho que no era su tipo.

 No le había gustado su atrevimiento más cuando ella le había dicho que no era su tipo

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