Destiny amaneció el segundo día entre sus brazos. Marco se sentía pleno, no necesitaba nada más para sentirse dichoso. La mujer que estaba dormida en su pecho hacía que sus días nublados ahora fueran resplandecientes. Sonrió como un tonto, negando las cosas que por su mente pasaban. Nunca pensó que se sentiría así.
Era un sentimiento nuevo para él, un sentimiento al que tenía miedo ponerle un nombre, sentía que era demasiado pronto para ponerle uno.
Salió de la cama con cuidado de no despertarla había planeado una excursión por los lugares más hermosos de Zaragoza. No le importaba si ya los había visto. Él quería compartirlo con ella y así tener un recuerdo de ese lugar. Se dió un baño y cambió. Llamó a Carlo para recibir la noticia que debía viajar más tardar el día siguiente ya que no había podido alargar el plazo.
Destiny despierta mientras él habla por su móvil sobre su regreso. Ella volvió a cerrar sus ojos para que él no sospechara que ya había despertado y poder escuchar su conversación. Marco hablaba en su idioma natal, Destiny por el momento solo entendió que él debía volver cuanto antes a Italia y eso le provocó un fuerte dolor en el corazón. Ni cuando Justin la dejó el día de su boda se sintió tan dolida. Él aseguró que salía el viernes temprano en la mañana y que quería que lo dejaran disfrutar de su día. Ya al fin da por terminada la llamada y vuelve a verla. Se acerca a su rostro y deja un beso en sus labios.
—Dormiglione. — la vuelve a besar — dormiglione, hace un hermoso día afuera y quiero que lo disfrutemos, anda, vale, alzarsi. —comienza a hacerle cosquillas y a Destiny no le costó más remedio que levantarse.
— No tengo mi ropa aquí, debo ir a mi habitación. —alega ella mirando su reacción.
—Ve cariño, mientras yo pido el desayuno. Trae dos mudas de ropa adicionales, iremos a cenar y la de mañana. —Destiny asiente con una sonrisa, se sentía rebosante de alegría. Hacía mucho que no se sentía tan plena.
Fue a su habitación y se puso un jeans, con su top rosa y sus converse blancos. Tomó dos mudas de ropa más y salió de su habitación no sin antes enviarle un mensaje a Vanessa contándole lo que había pasado con el pintor y que hasta al día siguiente no le podría hablar. Bajó con su bulto de mano, un pequeño bolso de viajera y entró a la habitación. Ya había llegado el desayuno y él esperaba por ella para empezar.
—Pensé que ya no vendrías. —dijo en cuánto la vió entrar, se acercó a ella para besar sus labios que le supieron a gloria. Marco la mira como si fuera todo para él, entrando en sus propios pensamientos.
—Tengo hambre. —comenta Destiny haciendo un puchero.
—Ahh, siii. —Marco sale de su ensoñación—. Venire, siéntate, esperaba por ti. —le acomoda la silla para ayudarle a sentar.
—Gracias —Era preciso ver cómo el hombre aún conservaba sus modales dentro de su privacidad.
—Buon appetito. —dice en su idioma natal.
—Buon appetito. —repite Destiny haciéndolo sonreír.
—Grazie. —le da un beso en el dorso de su mano.
Ella estaba fascinada con el hombre que tenía a su lado, era apuesto, elegante y bien educado. Hacía el amor como ningún otro qué más podía pedir ella. Cuándo terminaron partieron a su aventura juntos. Van tomados de la mano paseando y viendo todo el paisaje. Entran a la Basílica.
—Sabías que Según la leyenda cristiana María se habría aparecido en Zaragoza «en carne mortal» sobre una columna, llamada popularmente «el Pilar»en el año 40. —Destiny lo mira asombrada, no conocía la historia de la Basílica.
—No lo sabía. —Él la mira y la abraza.
— Este templo se remonta a el siglo IX, su arquitectura cuenta con tres naves de igual altura cubiertas con bóvedas de cañón en las que se intercalan cúpulas y bóvedas de platos que descansan entre robustos pilares. —dice señalando los pilares—. Fue construida en ladrillos por la parte exterior y estuco en su interior.
—Fascinante —comenta ella, él hizo de la experiencia una más interesante contando su historia a través del tiempo.
—Ves —señala— la nave central se halla dividida por la presencia del altar mayor bajo la cúpula central, con el gran retablo mayor de la Asunción, perteneciente a la iglesia anterior, realizado por el escultor Damián Forment en el siglo XVI.
Marco sigue narrando la historia y todo lo que conocía de ésta. Las horas pasaron de prisa y fueron hasta el Palacio de Aljafería, Destiny deseaba disfrutar de igual manera de la historia de este Palacio.
—Este palacio es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI por iniciativa de al-Muqtadir como residencia de los reyes hudíes de Saraqusta. Este palacio de recreo, llamado entonces «Qasr al—Surur» o palacio de la Alegría, refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el periodo de su máximo apogeo político y cultural. —dice como si él fuera historiador.
Destiny escuchaba cada palabra dicha por el hombre que la acompañaba y del que disfrutaba su intelectualidad. Almorzaron en una pequeña cafetería que había cerca del lugar. Tomaron fotos y aprendieron un poco más de lo que ya sabían de la historia y cultura de Zaragoza. Cuándo terminaron de almorzar fueron hasta el puente de piedra donde caminaron observando la naturaleza y hermosuras de esa región. Ya cansados, se fueron al hotel.
Subieron a su habitación y decidieron tomar una cálida ducha juntos. Esa era una de las mejores partes de su día, admirar sus cuerpos. Cuándo salieron ya habían consumido el fuego y la pasión que habían acumulado durante el día. Se acostaron en la cama para descansar. Habían disfrutado grandemente su paseo pero sus cuerpos le pasaban facturas. Descansaron abrazados para luego arreglarse para ir a cenar.
Se arreglan luciendo sus mejores vestidos. Marco se pone su traje de tres piezas negro y Destiny un vestido color dorado de encaje en la parte superior y seda en la falda, señido a su cuerpo. Unos zapatos de tacón negros y accesorios del mismo color que sus zapatos. Bajan, ya Marco había reservado desde temprano en un restaurante Italiano. Bajaron al lobby para tomar un taxi. Marco la ayuda a subir para él hacer lo propio por el otro extremo.
A pesar de tener millones en sus cuentas de banco ninguno de los dos hacía alarde de su dinero. Eran personas sencillas y educadas que solo deseaban una sola cosa, poder encontrar eso que les brinde paz y lo estaban logrando entre ellos.
Marco toma la mano de Destiny para entrelazarla con la suya. Tenerla a su lado le hacía sentir completo. No quería que esa noche terminará jamás. Quería disfrutar de ella. De sus conversaciones. Tomar una botella de vino y terminar haciéndola gritar su nombre.
Destiny mira sus manos entrelazadas y siente un vuelco en el corazón. Las mariposas en su estómago no ayudan en nada. Se sentía como toda una colegiala con su primer y único gran amor. Amor era una palabra fuerte y no sabía si estaba lista para volverla a afrontar pero de momento y en secreto eso era lo que sentía con cada atención que le daba el hombre a su lado. Era imposible no compararlo con Justin que aunque era si cariñoso y tenían relaciones como cualquier pareja no llegaba a la forma tratarla de Marco. Él era especial y eso ella lo tenía muy presente.
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Viajera
RomanceUna decepción lleva a Destiny por rumbos alejado de todos las personas que conoce. Se aventura a llegar a Europa, emprender un viaje para sanar las heridas del pasado. En el camino encuentra nuevas y mejores amistades, conocer nuevos lugares y encue...