Capítulo 20

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—Porque mientras el ... —se ve interrumpido por el móvil de Destiny que comienza a sonar, así que él hace silencio. Ella contesta su móvil, la escucha gritar de emoción para lanzarse en los brazos de Marco como una niña pequeña.— Que ha sido eso que te puso de buen humor.

—Vanessa ¿te acuerdas de mi mejor amiga?— Marco blanquea los ojos.

—¿Se podrá olvidar alguien semejante a ella? —pregunta con ironía, esa niña tenía energía para él y treinta personas más, era eléctrica y cero juiciosa.

— No seas así, eres cruel con mi amiga. —comenta fingiendo indignación.

— ¿Pero qué he dicho yo? —Este se ríe fuerte.

— Se leer entre líneas. —Entrecierra los ojos.

— Ven vamos, se nos hace tarde. —La toma de la mano.

— Sí, vamos. — dice dando brinquitos.

Pasan un día hermoso, se toman fotos en todos los lugares turísticos de París, van de compras, almuerzan comida típica de Francia. Destiny se sentía afortunada de estar con Marco.

Jean Paul le había escrito para preguntar si estaba bien y ella solo contestó una carita sonriendo, mensaje que Jean Paul entendió y decidió dejarla tranquila, al menos por ese día, luego le tendría que contar todo sin omitir ningún detalle. Le había tomado mucho cariño a Destiny en esos últimos días. Ella es una chica jovial a pesar de haber sufrido tanto en la vida. La ausencia de unos padres que a pesar de dárselo todo, no le supieron dar lo que ella necesitaba, el amor. Muchas veces los padres se equivocan pensando que sus hijos necesitan cosas materiales y con el pretexto que tengan lo que no tuvieron ellos se refugian en el trabajo, sin pensar en el daño emocional que provocan en los que se supone son sus seres más importantes.

Destiny se aferró a un cariño y eso la marcó para siempre. Debe curar sus heridas para poder llegar a ser feliz. Ella debería luchar contra sus miedos. Con Marco él sabía que ella era feliz pero había algo en el hombre que no le terminaba de cuadrar y si a eso le añade el miedo que Destiny tenía de volver a entregarse por completo y salir herida, sabía que eso le haría muy mal.

Tenía que hablar con su amiga para que hablará claro con ese hombre que tanto le quita el sueño y no era para menos Marco tenía todo menos que era un hombre feo. Es muy guapo y según lo que Destiny había contado es inteligente y culto todo un espécimen en extinción y no lo pone en la categoría de extinto por lo que es. También pensó en el hombre que quería de todos modos ganar el baile con Destiny. No sabía porqué pero algo muy dentro de él le decía que ese hombre sería el causante de las desdichas de su amiga. Cuando se cansó de dar vuelta al asunto de Destiny el hombre se dispuso a separar la ropa, ya que Destiny le había comentado que su amiga llegaría de España y los acompañará a rumbear y para eso él se prestaba.

[•••]

El día había pasado rápido al lado de Marco que como siempre demostraba lo culto que era. Esas eran una de las cosas que a Destiny le gustaban de él, tenía conocimiento tanto en arte como en la historia de cada región visitada.

Se despidió de Marco a pesar que el hombre no la quería dejar ir. Ella quería encontrarse con su amiga. La echaba de menos y aprovecharía que estaría esos días con ella. Había quedado con Marco al día siguiente para seguir el recorrido, también debía hacer sus maletas para su próximo destino, Italia.

Destiny se encuentra preparándose para salir con Jean Paul y Vanessa. Se puso un traje ajustado color azul, se maquilló sencilla y se quedó a la espera que su amiga terminara, cuando al fin Vane estuvo lista llamaron a Jean Paul que aseguró llevar más de una hora en el bar del hotel esperando por ellas. Bajaron hasta el lobby donde acordaron encontrarse. Llegando al área de recepción se encontró con Marco, se sentía celoso e inseguro pero no podía reprochar nada, ella había dejado claro que no estaba preparada para una relación de pareja. Le dió un casto beso y se fue hasta el restaurante italiano donde cenara solo.

Destiny y sus amigos se dirigieron hasta un local concurrido del lugar. Vane se llevaba muy bien con Jean Paul, eran como si fueran hermanos de diferente madre, igual de hiperactivos y divertidos. Pidieron tres bebidas y tomaron asiento en una de las mesas cercanas de la pista de baile. La música estaba muy buena, Vane bailaba desde su silla y Jean Paul buscaba a quien ligar esa noche. Destiny miraba el ambiente divertida.

Ya después de varios tragos, sus piernas se aflojaron y decidieron ir a bailar a la pista, bailaban al ritmo de la música, reían, molestaban a Jean Paul que había conseguido a un marchante y andaban muy apretados. La música cambia a una menos movida y se disponen a tomar asiento pero Destiny es tomada de la mano por un hombre alto, de cabello castaño y ojos color miel.

— ¿Me permite este baile? – le pregunta cortes, Destiny acepta y vuelven a la pista.

Puso sus manos en el pecho del hombre y él las suyas en la cintura de Destiny. Se movían al ritmo de la canción, pero el hombre la pegaba más y más a su cuerpo haciéndole sentir su erección rozando su abdomen bajo. Destiny trata de zafarse de su agarre para dejarlo solo en la pista e irse a sentar, pero cuando al fin lo consigue el hombre la agarra más fuerte del brazo haciéndola tambalear y la besó sin más. Ella lucha por librarse del hombre pero siente como la toman del brazo y la despega. En ese momento fue que vió a Marco arremeter en contra del hombre que la beso a la fuerza. Este responde al golpe de Marco pero este último no se deja, así siguió la trifulca hasta que Destiny los separó y salió del lugar junto a Marco.

— Estás loco Marco, como se… — Marco la mira colérico— se te ocurre hacer eso.

— Yo soy el loco, yo solo quise protegerte, yo soy el maldito loco, Destiny no te entiendo, maldita sea. —Estaba envuelto en la ira de saber que Destiny estaba en brazos de otro hombre.

— ¿Marco qué demonios haces aquí?

— Vine por ti, quería compartir contigo aunque eso significaba tener que aguantar a Vanessa y a Jean Paul.

— ¿Por qué no me llamaste?

— Será porque mientras lo hacía estabas entretenida bailando con el primer imbécil que te invita. — dice aún con enojo, aunque ya más calmado.

— Okay, acepto mi culpa, pero no por eso te voy a permitir que me armes un escándalo siempre, recuerda tu y yo no somos nada para que me estás reprochando con quien bailo o dejo de bailar.

— Destiny no te puedo prometer que no te haré un espectáculo frente a todos cuando tu pones todo para que te reproche, estoy molesto contigo, conmigo y con la sarta de amigos que tienes. Ellos no te hacen ver que esa no es la mejor forma de sanar todas tus heridas, entiende Destiny. Tú y yo sabemos que no lo es, he cometido mil errores contigo, lo admito, pero eso no significa que no esté consciente de lo que siento por ti y de todo lo que deseo de ti.

— Marco no sigas – Destiny recordó las veces que Justin le hacía alguna escena de celos alegando que quien ama cela pero ella no era así, no celaba porque confiaba demasiado al punto de verse burlada por su novio y su prima.

— Sí, Destiny quiero seguir, me hierve la sangre saber que otro puede tener tus labios, no ves que reacciono por los celos que me provoca cuando te veo cerca de otro que no soy yo.

— No debes sentir celos por una mujer que no es nada tuyo, no puedes reprocharle a una mujer que no conoces, ni puedes odiar a nadie simplemente porque tú y yo no somos nada.

— Ah sí, déjame comprobar eso…— Marco tomó a Destiny por la nuca y la besó, era un beso posesivo, un beso que le dejaba claro de quién es ella. Destiny responde el beso con la misma intensidad. Se separaron con las respiraciones trabajosas.

— Vámonos de aquí – Destiny solo asiente. Tomaron el primer taxi que encontraron para llegar al hotel donde ambos se quedaban.

Iban de camino entre arrumacos y besos, llegaron al hotel y bajaron de prisa el deseo los hacía su esclavo.

Entraron a la habitación y no perdieron el tiempo, estaban calientes, se deseaban. Se quitaron la ropa como podían, no querían despegar sus labios, sus manos recorrían sus cuerpo quitando todo eso que les molestaba para sentirse. Se soltaron para tomar aire, los besos del hombre comenzaron a bajar.

— Destiny me vuelves loco — dice entre besos.

— Ohh Marco — gime la mujer al sentir los dedos de Marco invadir su sexo.

— Te deseo de mil formas, te deseo como nunca he deseado a mujer alguna — vuelve a aprisionar sus labios.

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