Capítulo 16

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Toma un taxi para llegar y poder descansar apenas tenía un par de horas para arreglarse. Cuándo entró a su habitación buscó en su bolso su móvil había pasado tanto tiempo sin el que ya estaba acostumbrada a no verificarlo cada diez minutos. Llegó una notificación con el nombre de Marco. Con sus manos temblorosas lo abrió y leyó emocionado grandemente.Hot.

Para Destiny
Te extraño mucho.

Lo había enviado hace una hora atrás. Sintió pena, no supo si responder. Se armó de valor y escribió.

Para Marco
¿Podemos hablar?

Rápido ve que fue visto y su corazón comenzó a palpitar fuerte. Que era eso que sentía con solo pensarlo. No era normal que alguien pudiera sentirse así por un simple visto. Su móvil comienza a vibrar en sus manos cuando lo mira en una videollamada. Respiró profundo y le dió a contestar.

—Ciao principessa. —su cuerpo reacciona a su voz.
— Hola — dice ella sin saber qué más decir. Temblaba como una hoja al viento.
— ¿Cómo has estado? — pregunta Marco deseando escuchar que lo ha extrañado.
— Bien — simplifica ella no le salen oraciones completas. Se sentía una quinceañera al escucharlo.
— Te extraño. —él le dice con una voz cargada de deseo que hace que la entrepierna de Destiny se humedezca. Lo deseaba con todas esfuerzas.
—Yo también. —dice tímidamente.
—Ya quiero que vengas a Italia. —ella se sonroja y él la ve extasiado.
— No sé que decir. —musita y él ríe.
—No necesito que digas nada, tu rostro lo dice todo, principessa.
—Tengo que dejarte, te veo en una semana. —se despide Destiny antes que su cara, su cuerpo y todo su ser la descubran ante él.
— Te llamo mañana, descansa principessa.
— Que descanses.
Cortan la llamada, se queda mirando el móvil como la pantalla se va poniendo negra. No podía creer lo que el hombre le había dicho. Sentían lo mismo. Ella también lo necesitaba dentro de su ser. Necesitaba que se hicieran uno a la hora de hacer el amor.
Va al baño y se arregla para salir con su nuevo amigo Jean Paul, bueno no sabía si era amigo o amiga. Lo importante es que lo pasaba muy bien con él. Se puso unos jeans con una camisa de cuello de tortuga y salió con solo lo necesario. Su móvil lo dejaría ya había hablado con Marco.

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Pasó una noche inolvidable con su loco amigo y volvió a su hotel. El próximo día irían a conocer La torre Eiffel. entra la hotel con la intención de dormir para renovar energias, cuando se encuenta con una esena que jamas imagino.
— ¿Me puedes explicar con quién estuviste todo el maldito día? — grita en medio del pasillo.
Destiny lo mira asustada. Que había pasado con el Marco de hace días.
— ¿Marco qué pasa?— pregunta en un tono más bajo. No quería que la escucharan.— creo que será mejor que entremos.
— No me importa, maldita sea. Todas son unas zorras, todas son iguales. — El corazón de Destiny se parte en dos.
Ella saca su llave y abre la puerta para entrar. No quería escuchar a una persona como él. Marco ve sus intenciones y la toma bruscamente del brazo.
— No me vas a esquivar. Me vas a contestar ¿desde cuando te acuestas con él? — Destiny avrei sus ojos como platos — Te ví Destiny, te ví con él está mañana.
— ¿De quién hablas? No entiendo tus reclamos — dice ella soltándose de su agarre. Entra a la habitación seguida por Marco. Pone los paquetes en su cama.
— ¿Él te compró todo eso? ¿Para eso salistes con él, para exprimirle la billetera? — ella lo mira está vez ya con decepción.
— ¿Eso es lo que piensas? — ríe sin ganas — ¿Piensas que soy una cualquiera que se acuesta por dinero o por restaurantes de lujos? — le suben los colores a su rostro. No pensaba seguir escuchando una infamia de esa magnitud sobre su persona. — Si eso es lo que piensas te puedes largar ahora mismo de aquí, porque no tengo la necesidad de escuchar a un cavernícola de la era de los dinosaurios. Eres un imbécil Marco D'Angelo.
Toma una de las bolsas y saca un hermoso busto en miniatura de la figura de Apollo con su nombre grabado.
— Ves esto— él asiente— lo había comprado para llevartelo a Italia como un pequeño detalle, porque solo pase estos días pensando en ti. Pero ya veo que me equivoqué — alzó sus brazos y tiró con fuerza al suelo haciendo añicos el busto.
Los ojos de Marco se agrandaron, nunca pensó que ella fuera a hacer eso.
— Seguro te lo compró él tipejo con el que te revuelcas y al verte descubierta lo rompes — Destiny que se había volteado para quedar de espada, vuelve a su lugar.
— En verdad tu cerebro te abandonó, te creí mas inteligente Marco. Pero veo que no. Eres uno más que no sabe distinguir entre una dama y una mujer de la calle. Tengo el dinero suficiente para vivir cómoda todos los años que me queden de vida. Soy hija única y mis padres manejan una cuantiosa fortuna, no tengo la necesidad de prostituirme por un par de regalos. Ahora que ya está todo resuelto vete, no te quiero volver a verte por el resto de mi vida.
— No me voy, aún no me has dicho si te lo hace mejor que yo. Si te hace gritar su nombre como lo hice yo. — una bofetada fue acertada en su rostro. La paciencia de Destiny había llegado a su final.
— Que sea la primera y última vez que tu me digas esas cosas, la última vez que me hables de esa manera. — Marco se sentía destruido, le había entregado su corazón y ella jugó con él. Marco la toma de los brazos.
— Dime, dime— sus lágrimas comienzan a bajar, no sabía si eran de coraje o de dolor. Ese dolor que lo estaba matando poco a poco.
— ¿Que te diga que, Marco? — ella le grita
— ¿Que me digas quien es el mal nacido con él que te estabas revolcando? — ella lo mira sin comprender de donde él sacaba eso.
Entonces sucedió, entró sin tocar Jean Paul con un sonrisa que se borró en cuanto vió la escena. Marco lo mira y suelta a Destiny para tirar un puño al ojo del hombre. Este cae al suelo y Destiny corre a ayudarlo.
— Eres un bestia, un animal, vete Marco, vete. —le gritó ayudando a parar a su amigo.
— Y lo defiendes, lo defiendes delante de mí. Defiendes a tu amante frente a mí — escupe con más irá.
— ¿Amante? —pregunta Jean Paul—. ¿Cariño este salvaje es tu Marco? — la voz del hombre hace que Marco se detenga.
— ¿Eres...—la cara de Marco se descompone, Destiny le da una mirada fulminante—. ¿Eres gay? —termina de decir Marco poniendo sus manos en su rostro.
— Si papito, soy orgullosamente gay y porque visto como todo un varón me hace menos gay. No me gustan las mujeres.— le restriega Jean Paul
— Destiny...
— Largate Marco, no quiero volver a verte nunca más. — Este no se mueve de su lugar. — Que te largues. —exige Destiny con su mandíbula contraída.
— Yo...
— Tu — lo señala — pensastes lo peor de mí. Me acusastes de acostarme con él sin pruebas, solo por que seguro me vistes salir con él. Pero si te hubieras tomado el tiempo de llegar a mí y preguntar, te lo hubiera dicho.
— No me contestaste cuando te llame — dice como si eso lo explicara todo.
— Estaba en un lugar que no tenía mucha cobertura. Decidí mejor llamarte desde el hotel para irme a la segura.
— Destiny perdón, me volví loco de los celos.
— No Marco, esas cosas no se perdonan. Primero debes tener confianza en ti mismo, para que puedas confiar en mí.
— Todo apuntaba...— ella lo interrumpe
— A que me acostaba con Jean Paul, qué soy tan fácil que me acosté contigo y al otro día estaba de zorra acordándome con él. Por favor Marco. Además tu y yo solo somos amigos. Amigo que aunque con uno que otro privilegio no cambia el estatus.
— Por favor Destiny comprendeme
— No Marco, si en algún momento pensé que entre tu y yo podría haber alguna relación me equivoqué. Discúlpame, pero yo no puedo perdonar a quien me considera una mujerzuela. No puedo perdonar a quién juzga sin preguntar o buscar más información. No se quien destruyó tu orgullo y te ha hecho tan inseguro de ti. Pero no soy una mujer que desee ser pisoteada y maltratada.
— Por Favor Destiny, perdoname, no quise hacer eso. Mis celos, mis malditos celos fueron los que hablaron por mi. Verte tan sonriente con él está mañana me hicieron dudar de ti. Me propuse la idea de que no eran ciertos mis pensamientos pero cuando te llame y no recibir respuesta, solo un simple mensaje termine de sucumbir a lo que la voz interior me decía. — suplico, pero Destiny estaba decidida, no deseaba empezar una relación con una persona que no confiara en ella.
— No Marco, no estoy para esto, vine a Europa para curar mis heridas y has logrado abrirlas más. Vete Marco, no quiero volverte a ver en mi vida.
Destiny abre la puerta para invitarlo a salir. Él suspira derrotado y sale de la habitación. Ella le tira la puerta en la cara. Se sentía morir, su corazón dolía. Se recostó de la puerta y por su rostro bajaron amargas lágrimas reconociendo su error.

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